Abre Semana Santa en Nicaragua con prohibiciones por segundo año consecutivo
Estimados independientes contabilizan más de 4 mil celebraciones religiosas suprimidas.
El Domingo de Ramos, celebrado el pasado 24 de marzo, dio inicio a la Semana Santa de 2024, que en Nicaragua se desarrolla bajo severas restricciones del régimen sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo como parte de las hostilidades que han prolongado los últimos años en contra de la Iglesia católica.
Previo al inicio de la semana mayor, la investigadora y abogada Martha Patricia Molina estimó que en el país más de 4 mil procesiones fueron canceladas a raíz de la prohibición establecida el año pasado en contra de actividades religiosas en público, incluyendo las tradicionales procesiones.
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En la mayoría de los casos, las procesiones se han limitado a los interiores de los templos, pero también otras expresiones relacionadas a la Semana Santa fueron suprimidas por el sandinismo.
En Nandaime, municipio al sur de Granada, habitualmente se reúnen comerciantes de municipios aledaños el último sábado previo a Semana Santa para vender dulces artesanales y otras mercancías. Sin embargo, este año la celebración, conocida como el “Sábado de Frutas”, no se realizó.
Según confirmó a República 18 un testigo de la zona que optó por el anonimato para resguardar su seguridad, la Policía Nacional desalojó a los comerciantes desde el jueves, cuando empezaron a instalarse los primeros apartando su lugar en la calle principal del pueblo, frente a la Iglesia Jesús Nazareno.
Las autoridades frustraron el tradicional mercadillo que organizaban comerciantes en Nandaime. Foto: Alcaldía de Nandaime, 2021.
La alcaldía sandinista del municipio no se refirió en ninguna instancia al evento, como era habitual en años anteriores, y en su lugar sostuvo una escueta actividad partidaria relacionada al reciente atentado en la Federación Rusa en el parque central del pueblo.
La celebración está estrechamente ligada a la peregrinación en carretas que promesantes católicos realizan tradicionalmente hacia el Santuario de Jesús del Rescate en Popoyuapa, Rivas, dado que Nandaime queda de camino por la carretera panamericana. Pero esta es otra tradición prohibida por la represión sandinista, ya por segundo año consecutivo y bajo amenaza de cárcel.
Siguen “los cristales rotos”
Por su parte, el arzobispo de Managua en vías de retiro, el cardenal Leopoldo Brenes, mantuvo las celebraciones del Domingo de Ramos en el recinto de la Catedral Metropolitana de Managua, misma modalidad en que se irán realizando las actividades anunciadas en su itinerario de Semana Santa.
A pesar de que la vicepresidente y vocera del gobierno, Rosario Murillo, había dicho personalmente al cardenal durante una alocución televisada a principios de marzo que “atrás habían quedado los días de campanadas y cristales rotos“, la represión a la que se refería continúa manifestándose en el país.
A salvo de la represión, católicos nicaragüenses, tanto migrantes como exiliados, pudieron expresar su religiosidad libremente en Costa Rica, gracias al Viacrucis de Migrantes realizado a instancias de un grupo de sacerdotes exiliados en la Parroquia San Isidro Labrador, en el cantón de Vázquez de Coronado, el pasado 23 de marzo.