Unas 4800 procesiones de Semana Santa no se realizarán por represión del régimen sandinista

La Semana Santa de 2024 (24-31 de marzo) continuará el patrón represivo establecido el año pasado, cuando las tradicionales festividades religiosas de la Iglesia católica no pudieron desarrollarse bajo la vigilancia de las fuerzas policiales del régimen sandinista.

En esta ocasión, la abogada e investigadora Martha Patricia Molina estima que unas 4800 procesiones y otras actividades religiosas habrían sido canceladas por orden del líder sandinista Daniel Ortega.

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“Esta cifra incluye las procesiones que se realizaron/realizarán en los 4 viernes de cuaresma, y domingo de ramos, y las que se efectuarán directamente en la propia Semana Santa”, dijo la autora del informe Nicaragua: Una Iglesia Perseguida por medio de su cuenta de Twitter.

“Pocas parroquias realizarán procesiones haciendo un recorrido alrededor de la manzana del templo. La gran mayoría de las parroquias/capillas efectuaran las procesiones intramuros, incluidas las catedrales de las diferentes Diócesis” y la Arquidiócesis de Managua.

De igual forma, el Viacrucis Penitencial “de participación multitudinaria” promovido por la Arquidiócesis de Managua “tampoco será realizado”, señaló Molina. “Las Alcaldías/municipalidades están convocando a actividades religiosas de Semana Santa sin autorización y participación de la Iglesia Católica“, un patrón ya común a la estrategia del régimen sandinista para apropiarse de las fiestas tradicionales.

“Muchas parroquias no realizarán todas las procesiones de la Semana Mayor a como habitualmente la hacían, ni afuera ni adentro de los templos, y han optado por ejecutar otras actividades religiosas como rezo del rosario, o vela de una imagen“, lamentó la investigadora.

Las pocas procesiones permitidas se realizarán de manera muy limitada y los feligreses asistirán bajo riesgo de cárcel, pues la Semana Santa de 2023 incluyó las detenciones de varios ciudadanos, entre ellos el periodista Víctor Ticay, quien es aún reo político del régimen sandinista.

“Todo lo anterior evidencia que la etapa de los cristales rotos”, como llamó la vicepresidente y vocera del gobierno, Rosario Murillo, a la represión de su gobierno contra la Iglesia en una comunicación dedicada al arzobispo Leopoldo Brenes, “no ha cesado. Las campanas no repican con seguridad alegría y victoria a como lo mencionó en su momento la consorte del dictador Ortega”, concluyó Molina.