¿Pretende Rosario Murillo constituir su propia iglesia sandinista en Nicaragua?
Las más sincréticas expresiones de un sandinismo pasado se presentan en el nuevo para desplazar a la Iglesia católica como la fe dominante del Nicaragua.

Imágenes divulgadas por medios oficialistas de la celebración del topa de santos en Diriamba.
Mientras los religiosos católicos en Nicaragua son perseguidos, el régimen sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo, por medio de alcaldías u otras entidades, se ha ido apropiando de las pocas festividades religiosas tradicionales que no ha prohibido.
El más reciente caso, publicitado ampliamente por los medios oficialistas aún días después, fue el tradicional tope de santos celebrado en el departamento de Carazo, el pasado 19 de enero. A diferencia del año pasado, en esta ocasión se rompió el orden tradicional.
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En esa celebración las imágenes de los patronos de los municipios de Diriamba, Jinotepe y San Marcos deben encontrarse en el municipio de Dolores junto a los feligreses, que recorren las principales vías. Pero, debido a las restricciones del régimen sandinista, la celebración se limitó a la Basílica San Sebastián de Diriamba.
“Usurpadores”
No sería la primera vez que el régimen sandinista “se adueña” de una festividad católica. Ya desde 2021, cuando la Iglesia había adoptado como prudencia el limitar las celebraciones religiosas por la situación de la pandemia por COVID-19, Rolando Álvarez, el obispo de Matagalpa y ex-reo político desterrado por el régimen sandinista se quejó de cómo las autoridades sandinistas “usurpaban” las funciones religiosas.
“Cuántas veces nosotros en nuestras parroquias cancelamos las procesiones precisamente para evitar las aglomeraciones y viene la alcaldía y hace su propia procesión, hace su aglomeración. Buscan a los chicheros, buscan una imagen parecida al santo patrono que está en el templo parroquial y sacan la procesión con algún grupo de personas”, dijo Álvarez.
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“Ahora las alcaldías se han vuelto pseudoparroquias y los alcaldes se han vuelto pseudosacerdotes. ¡Es una locura! Están usurpando el lugar que le corresponde al templo y al sacerdote”, agregó en su homilía del 16 de septiembre de 2021.
“El gobierno plantea la soberanía nacional y se ha ido radicalizando en sus planteamientos”, explicó el sacerdote dominico de nacionalidad española, Rafael Aragón. “Doña Rosario quiere liderar la cultura religiosa y quiere transformarla”, añadió.
Aragón señaló que Murillo en concreto pretende “que la dejen construir” su propia “paz y justicia en Nicaragua desechando los quinientos años de presencia de la Iglesia católica en el país” basándose en la idea de que el catolicismo justificó la dominación española sobre el continente americano.
Reformismos
Se trata de teorías ligadas a las corrientes teológicas de la década del ochenta, sobre todo la llamada “teología de la liberación” que proponía trabajo en conjunto con la izquierda más radical. El sacerdote nicaragüense Augusto Marín dijo a República 18 que esta no es una corriente única al régimen sandinista de Nicaragua, sino que tiene una vertiente interna a la Iglesia.
“Ese sincretismo lo podés ver en el Sínodo de la Amazonía, en el Sínodo Alemán”, dos iniciativas que buscan “reacomodar una doctrina clara”, señaló Marín. “Es parte del quehacer interno de una parte de la Iglesia, que también lo podés ver en la indiferencia que hubo por años al crecimiento del protestantismo y el ateísmo”, añadió.
Aunque la relación entre los movimientos reformistas a lo interno de la Iglesia y las pretensiones sandinistas es sólo circunstancial, ambos plantean una mayor adaptación a las costumbres locales prehispánicas.
En toda la América católica, esa fe ha convivido con expresiones populares de raíces indígenas, algunas veces condenadas, otras integradas al culto tradicional. El reformismo de la sinodalidad del Papa Francisco parece ser un genuino interés en “actualizar” la doctrina, algo que los más conservadores deploran.
El “ídolo” de la Pachamama, criticado por sectores conservadores de la Iglesia, durante una ceremonia en el Sínodo de la Amazonía, 2019. Días después, la imagen sería lanzada al río Tíber en Roma por jóvenes ultraconservadores. Foto: Getty Images
Por su parte, el reformismo sandinista es un intento de desplazar a una institución que perciben como opositora y obstáculo de su poder, utilizando discursos e ideas que ya flotaban en el imaginario revolucionario de su primera dictadura entre 1979 y 1990.
En sus más de cinco siglos de existencia en el territorio de lo que hoy es Nicaragua, el catolicismo logró cimentarse como la religión dominante por la mayor parte de su historia, a pesar de los periodos en que fueron blanco de gobiernos anticlericales, como el actual.
Apenas hasta finales de la década del 90, en Nicaragua más del 90% de la población era católica, un número que ha descendido hasta alrededor del 45% en el siglo XXI con el avance de diversos cultos protestantes y el aumento de la no afiliación, el ateísmo y el agnosticismo, si bien la religión mantiene gran influencia en todos los aspectos de la cultural nicaragüense.