¿Por qué los católicos no comen carne roja en Semana Santa?

La Iglesia Católica insta a sus fieles a privarse del consumo de carne roja durante la Cuaresma, el miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, una de las tradiciones más antiguas. Asimismo, estas últimas dos ocasiones se acompañan de un ayuno parcial, obligatorio en el rito latino entre las edades de 18 y 59 años.

Durante este ayuno es permisible que el fiel consuma una comida completa, así como dos comidas más pequeñas que juntas no equivalgan a una comida completa. Las normas sobre la abstinencia de carne roja (animales de “sangre caliente”, como el cerdo, el pollo, etc.) son vinculantes para los miembros del rito latino a partir de los 14 años.

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“Las normas que la Iglesia tiene para el tiempo de Cuaresma y Semana Santa son dos tradiciones que se fortalecieron en la edad media. No vienen desde los primeros siglos ni de Jesús, sino que provienen de la propia historia de la Iglesia”, explicó a República 18 el padre Rafael Aragón, dominico español que por más de 40 años vivió en Nicaragua.

El sacerdote relató que son obligaciones provenientes de un “pensamiento dualista” dentro de la Iglesia. “Se enseñaba que el cuerpo era malo en sí (gnosticismo) y por tanto debían hacerse sacrificios. Se enfocaban más en el sacrificio del Señor que en su victoria sobre la muerte“, agregó.

Por ello el padre Aragón considera que se trata de una tradición “oscurantista” que ya no tiene tanto peso entre los fieles en la Iglesia actual. “Creo que el Evangelio nos da un sentido más abierto: el amor a los demás, el esfuerzo por la justicia y la paz, la denuncia contra los abusos“, expresó el padre Aragón.

El padre Aragón durante un servicio religioso. Foto: República 18

La penitencia

La opinión progresista del padre Aragón ha ganado tracción desde las reformas del Concilio Vaticano II (C.V. II) en la década del ’60, pero todavía prevalecen entre muchos fieles las ideas del sacrificio y la penitencia en este periodo.

“Hay distintos tipos de ayuno y lo que más cuesta es el ayuno espiritual, más allá del ayuno de alimentos. Por ejemplo, hay quienes tratan de no hablar palabras soeces y eso también puede considerarse ayuno”, explicó a República 18 un feligrés católico bajo el pseudónimo Arturo por razones de seguridad.

“Sentís hambre, en algún momento podés llegar a sentirte mal, decaído, como enfermo, pero no hay que poner mala cara, sino que hay que demostrar alegría en la penitencia de Dios“, señaló Arturo.

Pero, a pesar de todo, Arturo cree que es necesario mantener este énfasis en el sacrificio. “Es una conmemoración a la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo, Papá Dios, Papachú, como le decimos“, concluyó.

María, otra fiel católica nicaragüense que habló bajo pseudónimo por motivos de seguridad, lamentó que “en los últimos 60 años, el Novus Ordo (las reformas del C.V. II) hayan restado importancia” a estas normas que, a su ver, reflejan la Verdad de la Iglesia.

“La mala instrucción religiosa y el abandono de las prácticas penitenciales hacen pensar a las personas que se trata de una mera sugerencia. Aunque hay circunstancias y condiciones de salud que eximen a los cristianos, es un mandato obligatorio de la Iglesia“, y citó el Canon 1252 del Derecho Canónico de la Iglesia.

María, joven feligresa de la fraternidad tradicionalista de San Pío X, no practica el ayuno por razones de salud, pero aseguró que guarda la abstinencia desde su conversión hace un par de años.

Sea cual sea la postura que se asuma, muchos católicos encuentran en la Semana Santa, la representación de la pasión de Jesucristo, los preceptos que definen sus vidas y les inspiran a ser mejores personas.