Casi 60 fallecidos en Semana Santa entre accidentes y ahogamientos

Las muertes por accidentes de tránsito aumentaron en relación al año pasado, mientras la Policía dedicaba agentes a la vigilancia de actividades religiosas.

  • San José, Costa Rica
  • 9:08 am
  • Abr 1, 2024

Imágenes del accidente que dejó 4 muertos en el municipio de Belén, Rivas, el 26 de marzo de 2024.

Cortesía
República 18

Un total de 58 personas fallecieron esta Semana Santa (24-31 de marzo, 2024) en Nicaragua por ahogamientos y accidentes de tránsito, según reportes suplidos por medios oficialistas en lugar de la Policía Nacional.

A pesar de la “mano dura” contra conductores irresponsables que la Policía Nacional presumió como parte de su plan de seguridad, implementado desde el pasado 20 de febrero, la mayoría de las muertes en Semana Santa fueron por accidentes de tránsito, unas 34 según medios oficialistas.

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En relación al año anterior, cuando se registraron 19 muertes en accidentes de tránsito, esta Semana Santa hubo 15 muertes adicionales en las carreteras del país. Los medios oficialistas sostienen que el plan de seguridad de la Policía fue exitoso dado que, supuestamente, la mayoría de estas fatalidades no ocurrieron en carreteras a balnearios.

Sin embargo, uno de los accidentes más brutales ocurrió en una vía principal hacia el popular balneario de San Jorge, Rivas. Dicho accidente ocurrió cuando un vehículo se volcó en el municipio de Belén, dejando un saldo inicial de 3 fallecidos, falleciendo otro adulto un día después.

El vehículo estalló y fue consumido por las llamas, pero un menor de 7 años logró salvarse con heridas relativamente menores.

Mientras, las muertes por ahogamiento, en comparación con 2023, ser redujeron considerablemente. Hubo 16 fallecidos por ahogamiento en las distintas playas del país, concentrándose la mayoría en Managua (4) y la Región Autónoma del Caribe Norte (3). En 2023 fueron 27 los ahogamientos.

Martes Santo fue el segundo día con más muertes registradas (6) luego del Viernes Santo, que vio 7 fallecimientos.

Vigilancia en centros religiosos

El plan de seguridad de la Policía para este verano contó con todo el personal de la Policía, unos 17 mil efectivos distribuidos en todo el país, incluyendo un despliegue de vehículos en carreteras y puntos de interés con el objetivo declarado de evitar en la medida de lo posible los accidentes.

Si bien el primer comisionado Francisco Díaz aseguró que la Policía cubría los balnearios y las terminales de buses, las habituales actividades religiosas de Semana Santa se desarrollaron de manera limitada dada la vigilancia policial en las parroquias nicaragüenses.

La Policía mantuvo su política de restricción a las actividades religiosas del año pasado, impidiendo la realización de unas 4800 procesiones y actividades religiosas en todo el país como parte de un esfuerzo identificado a nivel internacional como poco más que una campaña sostenida de persecución religiosa.

En algunos casos, los oficiales amenazaron con prisión a los fieles que trataban de cumplir con sus obligaciones religiosas.

Notoriamente, la vigilancia constante de eventos religiosos supuso un despilfarro de recursos humanos y materiales para la institución que de otro modo pudieron haber dedicado a evitar accidentes.