Estas son algunas de las 10 mujeres más reconocidas en la historia de Nicaragua

A pesar de los prejuicios del pasado, las mujeres nicaragüenses se abren paso en la historia

  • 3:37 pm
  • Nov 22, 2023
República 18

Aunque a menudo hecho menos, el papel que han jugado las mujeres en la historia de este país no debe menospreciarse. Incluso en los periodos más patriarcales, las mujeres nicaragüenses han logrado hacerse paso en distintas profesiones y espacios.

Como nación de origen católico y colonial, Nicaragua, a lo largo de su historia, se ha visto dominada por una cultura que enfatiza más el papel del hombre en la vida pública, relegando a la mujer a espacios privados, incluso antes de la independencia en 1821. Pero eso no se sostuvo una vez las influencias de la ilustración y el liberalismo, y con ambas las del feminismo, se asentaron en el país.

Desde educadoras hasta dirigentes políticas, pasando por religiosas de gran piedad, reinas de belleza, actrices y artistas de la palabra, estas son algunas de las mujeres nicaragüenses que más han destacado, sea por sus logros haciéndose paso por sociedades que activamente las intentaban someter, o bien destacándose en ámbitos profesionales que hacen tan suyos como cualquier varón y quizá hasta más.

I. Sheynnis Palacios

La mujer del momento, Sheynnis Palacios, saltó a la fama internacional al recibir la corona del Miss Universo 2023 el pasado viernes, 18 de noviembre, siendo así la primera reina de belleza nicaragüense en lograr tan alta victoria en ese certamen.

Originaria de Diriamba, a sus 23 años Palacios ya había participado en varios concursos de belleza, tanto locales como internacionales, antes de llevarle la corona universal a su país. Estuvo en Miss Teen Nicaragua 2016, el cual ganó; al año siguiente, en Miss Teen Universo, en el que se posicionó entre seis finalistas; en Miss Mundo Nicaragua 2020, el cual ganó para luego participar en la edición internacional y acabar entre los 40 finalistas.

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Este año, ganó Miss Nicaragua 2023 y de ahí pasó a ganar la edición internacional, convirtiéndose así también en la primera nicaragüense y centroamericana en lograr tal victoria. Palacios es de origen humilde y debió trabajar especialmente duro para llegar a esas alturas.

Sheynnis Palacios, coronada Miss Universo 2023 el 18 de noviembre. Foto: Miss Universo

En 2022 se graduó como comunicadora en la Universidad Centroamericana, centro de educación superior ocupado desde agosto por el régimen sandinista de Daniel Ortega.

El próximo año lo pasará viajando por el mundo en calidad de Miss Universo, una plataforma que le permitirá abordar sus intereses filantrópicos, entre los que se cuentan la concientización sobre la salud mental.

II. Violeta Barrios de Chamorro

La primera presidente en la historia de Hispanoamérica es nicaragüense. Doña Violeta Barrios Torres, conocida internacionalmente como Violeta Chamorro al ser viuda del reconocido periodista y político conservador Pedro Joaquín Chamorro, se había convertido en un símbolo de los esfuerzos opositores en la recta final de la primera dictadura sandinista, a la cual puso fin con una contundente victoria electoral de 54.4% en 1990.

Violeta Chamorro en su juventud. Foto: La Prensa/ MAGAZINE

Nació el 18 de octubre de 1929 en el departamento de Rivas en el seno de una familia terrateniente que le aseguró una educación femenina según los estándares de la época en los Estados Unidos, en selectos colegios católicos. Con la muerte de su padre, Barrios debió abandonar su educación y regresó a Nicaragua, donde contrajo matrimonio en 1951 con el dirigente conservador Pedro Joaquín Chamorro, propietario y director del diario La Prensa.

Chamorro fue asesinado en circunstancias sospechosas en enero de 1978, poco más de un año antes de el Frente Sandinista avanzase sobre la Nicaragua del entonces presidente Anastasio Somoza Debayle, a quien llamaban “dictador”, e impusiesen un nuevo gobierno revolucionario. Barrios fue parte de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional desde su creación en julio de 1979 hasta que presentó su renuncia el 19 de abril de 1980 ante la ocupación del Frente Sandinista de ese espacio.

En esa Junta también participó Daniel Ortega, entonces encaminado a convertirse en el jefe supremo del sandinismo. Cuando en 1984 Ortega asumió como presidente tras unas elecciones boicoteadas por la oposición, Chamorro ya estaba dirigiendo La Prensa, uno de los pocos espacios críticos que persistían a pesar de la represión de la primera dictadura del sandinismo.

Pero incluso después de la caída del telón de acero sandinista con la llegada a la presidencia de Barrios en 1990, la confrontación no acabó. Ortega utilizó todos los recursos a su disposición para sabotear al gobierno liberal de la Unión Nacional Opositora, coalición partidaria de la cual Barrios fue candidata. Constantes llamados a violencia callejera y huelgas hicieron de la transición democrática un asunto complejo y confrontativo.

Murillo durante su toma de posesión, haciendo la seña de la victoria con las manos.

Tras entregar la presidencia a Arnoldo Alemán el 10 de enero 1997, Barrios se retiró definitivamente de la política y creó una fundación que lleva su nombre, pero que fue forzada a cerrar por la represión del régimen de Daniel Ortega en 2021. En los últimos años, su salud fue deteriorándose y el pasado 17 de octubre fue trasladada a Costa Rica por vía aérea, donde ahora reside con familiares.

III. Bianca Jagger

Bianca Jagger, cuyo nombre completo es Blanca Pérez-Mora Macías, es una actriz y activista nicaragüense. Nació el 2 de mayo de 1945 en Managua y vivió sus años formativos durante la parte alta de la dictadura somocista. Su padre era un comerciante adinerado que se divorció de su madre cuando ella tenía apenas unos 10 años.

Jagger vivió con su madre, quien debió sostener a sus tres hijos con un ingreso reducido. Cambió su nombre de Blanca a “Bianca” en 1961, cuando tenía 16 años, en una época de actitudes cambiantes y movimientos revolucionarios en el mundo desarrollado que tenían impacto también en Nicaragua.

Jagger en su boda con el cantante británico. Foto: REG LANCASTER/DAILY EXPRESS

En 1970, beneficiada por una beca, se estableció en Francia para estudiar ciencias políticas en la Soborne. Ahí conoció, en 1971, a Mick Jagger, líder de la banda The Rolling Stones, con quien acabaría contrayendo matrimonio en San Tropez, Francia, bajo el rito católico. Ella luego declararía ante la prensa estadounidense que “su matrimonio fracasó el mismo día de la boda“.

Entonces la joven de 26 años cargaba un embarazo de cuatro meses, el de su hija, Jade Jagger. Bianca exigiría el divorcio siete años después, en 1978, objetando al adulterio de Mick con la modelo Jerry Hall, entre otros asuntos. Entonces la nicaragüense empezó a destacarse en las fiestas de la época y en el ámbito de la moda, pero una vez separada del cantante británico, dio un giro hacia la filantropía.

Bianca Jagger en 1950, para la revista Vogue España. Foto: MIKE LAWN HULTON ARCHIVE

En 1979, Jagger regresó a Nicaragua colaborando con una delegación de la Cruz Roja. La brutalidad del conflicto armado entre el gobierno somocista y la guerrilla sandinista dejaron huella en ella y esa experiencia la llevó a seguir involucrándose en la defensa de los derechos humanos.

Desde entonces, Jagger se ha destacado como embajadora de buena voluntad del Consejo de Europa y ha trabajado incansablemente en la promoción de la igualdad de género y la justicia social, así como muchas misiones humanitarias a lo largo del mundo.

Jagger es reconocida internacionalmente por su sentido de la moda. Foto: Tom Munro

Además, fundó y aún preside la Fundación Bianca Jagger para los Derechos Humanos. A partir de 2018, Jagger se involucró en los esfuerzos de denuncia contra la represión del régimen sandinista.

IV. Gioconda Belli

Gioconda Belli, la reconocida novelista y poeta nicaragüense, nació el 9 de diciembre de 1948 en Managua. Su padre fue Humberto Belli Zapata, acaudalado empresario nicaragüense, y su madre, Gloria Pereira, fundó el Teatro Experimental de Managua.

Belli fue educada en España, en el Real Colegio Santa Isabel, y estudió publicidad y periodismo en los Estados Unidos. Cuando regresó a Nicaragua, en 1967, tenía 19 años y dadas sus proclividades intelectuales, pronto Belli se involucró en la literatura (a partir de 1970, cuando fue publicada en el suplemento literario de La Prensa) y la política, convirtiéndose en una figura destacada en la contracultura antisomocista de principios de los ’70.

Gioconda Belli y Ernesto Cardenal, defensor de la teología de la liberación en América Latina y ministro de Cultura del gobierno surgido tras la revolución sandinista. Foto: Gioconda Belli / Facebook

Se involucró con el Frente Sandinista por medio de Camilo Ortega, guerrillero hermano de Daniel Ortega, y por su colaboración con las acciones de la guerrilla fue exiliada a México en 1975, donde siguió colaborando con las redes de apoyo del movimiento izquierdista. Con la victoria sandinista en 1979, regresó a Nicaragua y se incorporó al régimen sandinista en 1982 en labores periodísticas, y en 1984 como directora de las comunicaciones del Estado.

Belli se apartó del sandinismo en los años noventa y desde entonces ha sido crítica hacia el partido y, en particular, hacia Daniel Ortega y Rosario Murillo, ha quienes ha calificado de “personas desquiciadas“.

Gioconda Belli, durante un homenaje en la Casa de América, el 22 de marzo de 2023, en Madrid. Foto: Alberto Ortega/Europa Press

Belli ha dejado una huella significativa en la literatura con su estilo poético, a menudo con un cargado contenido social. A lo largo de su carrera, ha recibido varios premios literarios reconociendo sus contribuciones, entre ellos el Casa de las Américas (1978), Anna Seghers (1987), Biblioteca Breve (2008) y Hermann Kesten (2018), entre otros reconocimientos. Su obra ha sido traducida a varios idiomas y es ampliamente reconocida a nivel internacional.

En febrero de 2023, el régimen sandinista retiró la ciudadanía a Gioconda Belli debido a su postura crítica ante los abusos cometidos a raíz de la crisis iniciada en 2018. Junto con Belli, otros 93 opositores, entre los que se incluyen reconocidos académicos e intelectuales, quedaron despojados de su ciudadanía. Poco después, aceptó recibir la ciudadanía chilena, un ofrecimiento extendido por el presidente de ese país, Gabriel Boric.

V. Sor María Romero

Sor María Romero Meneses fue una religiosa salesiana nacida en Granada el 13 de enero de 1902, en una familia acomodada pero con una gran sensibilidad hacia las necesidades de la sociedad. Era hija de Félix Romero Arana, ministro de Hacienda en el gobierno del caudillo liberal José Santos Zelaya, y la española Ana Meneses.

Desde joven le aseguraron clases de piano y violín, exhibiendo tanto proclividad como habilidad para las artes. En su infancia había estado al borde de la muerte, a causa de una fiebre reumática que la mantuvo en cama durante meses. Desde joven demostró vocación para la vida religiosa.

“Estando en quinto grado de primaria hice voto de castidad para toda la vida”, dijo Romero a otra religiosa, Sor Ana Cavallini, a quien también confió haber tenido experiencias místicas con la Virgen María en su infancia.

Se inició en el servicio monástico en su juventud con el permiso de sus padres. El noviciado lo llevó a cabo en el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora en El Salvador y fue en 1921 que se cobijó con el hábito. Durante esos años destacó por su habilidad en la música, en particular en el piano, y por su vocación de servicio a los más necesitados.

Sor María Romero en 1969.

Fue miembro de las Hermanas Salesianas de Don Bosco. Cuando volvió a Nicaragua en 1924, impartió clases de música en el Colegio María Auxiliadora de Granada durante 7 años consecutivos y se desempeñó además como docente de canto, dibujo, pintura y mecanografía. Fue en Granada que profesó sus votos perpetuos con las salesianas en 1929.

En 1931 colaboró en los esfuerzos para asistir a los damnificados del terremoto que devastó Managua ese año. Poco después, su congregación la envió a Costa Rica, donde trabajó durante 46 años. Sus oraciones, pensamientos y observaciones de ese periodo fueron recopiladas en un texto publicado posterior a su muerte, el 7 de julio de 1977.

Fue hasta 1988 que se abrió su proceso de canonización y en el año 2000 fue declarada venerable por el papa Juan Pablo II, quien la proclamó “Beata” dos años después. El proceso de canonización sigue deliberándose hasta esta fecha.

VI. Josefa Toledo de Aguerri

Josefa Emilia Toledo Murillo nació en Juigalpa, departamento de Chontales, el 21 de abril de 1866. Hija de un comerciante y ganadero que murió cuando ella tenía 3 años de edad, la joven Josefa se educó entre Masaya y Granada, donde, apoyada en el esfuerzo de su madre, desarrolló su vocación docente.

Josefa Toledo en 1897. Foto: Ministerio de Educación

Se graduó con honores en 1887 y pronto fue incorporada como docente al mismo Colegio de Señoritas de Granada del que fue egresada, el cual acabó administrando entre 1891 y 1897. Pasó a administrar el Colegio de Señoritas de Managua entre 1897 y el año 1900, y luego la escuela normalista femenina entre 1901 y 1910. En ese periodo fue cultivando una postura liberal y feminista bastante adelantada a su época, al menos en Nicaragua.

En 1918 fundó la Revista Femenina Ilustrada, una publicación enfocada en los intereses femeninos, abogando por el derecho al sufragio femenino y la educación sexual científica (en una época de amplios prejuicios religiosos). Al año siguiente, fundó la Escuela Femenina de Prensa para trabajadoras urbanas, impartiendo las clases en horario nocturno.

Fue nombrada Directora General de Instrucción Pública en 1924, la primer mujer en ostentar el cargo, y a partir de ahí se fue involucrando en una serie de movimientos en defensa de los derechos de la mujer, como lo fue la Liga Feminista Nicaragüense (desde 1932).

Uno de los pocos retratos que circulan en redes de Josefa Toledo.

La aprobación del foto femenino durante la dictadura de Anastasio Somoza García el 20 de abril 1955 es a menudo asociada con el activismo que Toledo encabezó desde su posición como pedagoga de prestigio. En esa época, el movimiento feminista estaba estrechamente ligado al somocismo debido a que la oposición a este régimen era dominada por el Partido Conservador.

Toledo se retiró de la docencia en 1947 a razón de su avanzada edad y falleció el 27 de abril 1962, dejando un legado inmenso a la pedagogía nicaragüense.

VII. Concepción Palacios

Concepción Palacios Herrera fue una destacada médica e intelectual nicaragüense nacida el 5 de diciembre de 1893 en El Sauce, departamento de León. Es considerada la primera mujer formada en medicina en Nicaragua y por ello jugó un papel importante en la aceptación de las mujeres en esa profesión en Nicaragua.

Fotografía de Palacios en su vejez.

Su madre era partera y sanadora, mientras que su padre era un médico naturalista. Debido a su situación económica, no pudo, en un principio, continuar sus estudios más allá del sexto grado, pero su ambición por aprender la llevó a solicitar una beca en la escuela normal de señoritas en 1919, donde conoció a Josefa Toledo.

Toledo apoyó a Palacios para que concluyera sus estudios. Cuando entró a la carrera de medicina en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) en León, el rechazo de parte de sus compañeros varones fue tal que partió al exilio. A pesar de que no había una prohibición en contra de que una mujer atendiese a dicha universidad, socialmente el país no estaba preparado para tolerarlo.

Entre 1921 y 1926 estudió en la Escuela Nacional de Medicina de México, becada gracias al apoyo de la escritora Gabriela Mistral. En 1928 es titulada, una credencial que registró en Nicaragua cuando regresó a Nicaragua brevemente en 1934. Llegando a Nicaragua, se involucró en la lucha de “Augusto César” Sandino, un revolucionario sublevado contra el gobierno de Managua. Por ello fue encarcelada bajo el gobierno de José María Moncada.

Se exilió regresando México y pasó brevemente por Europa, trabajando como voluntaria atendiendo a sobrevivientes de los campos de concentración nazis entre 1945 y 1947, año en que regresó a Nicaragua por segunda vez, pero su estancia no duró: el régimen de Anastasio Somoza García la llevó de vuelta al exilio.

Palacios junto a Daniel Ortega, entonces jefe de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, circa 1980. Foto: Barricada

Le detectaron leucemia en 1971, razón por la cual intentó regresar a Nicaragua, pero el entonces presidente, Anastasio Somoza Debayle, le negó la entrada, por lo que no volvería a su país hasta el derrocamiento del somocismo en 1979.

La primera dictadura sandinista le otorgó un doctorado honoris causa de la UNAN en 1980, un año antes de su muerte el 1 de mayo de 1981, a los 83 años. “Muere Conchita, una sandinista de corazón”, tituló La Prensa su obituario.

VIII. Ana Martín

Ana Beatriz Martínez Solórzano, mejor conocida por su nombre artístico “Ana Martín”, es una reconocida actriz y modelo mexicana. Nació el 14 de mayo de 1946 en la Ciudad de México, pero es de origen (y se considera) nicaragüense, ya que su madre, Dina Solórzano, es ciudadana nicaragüense.

Martín vivió durante tres años, en su infancia, en Nicaragua y desde entonces soñaba con ser actriz. Fue la primera mexicana en participar en el certamen de Miss Mundo, en 1963, pero fue descalificada del certamen por ser menor de edad.

Martín ha trabajado en varios proyectos audiovisuales hasta la fecha. Foto: Ana Martín/Instagram

Debutó en el cine en 1965, con el filme El gángster. Pero es sobre todo reconocida por su trayectoria en numerosas telenovelas, como Muchacha de barrio (1979), Gabriel y Gabriela (1982), La pasión de Isabela (1984), El pecado de Oyuki (1988), Rubí (2004), La madrastra (2005), Destilando amor (2007) y Amores verdaderos (2012), entre otras.

Así se consolidó como una de las actrices más respetadas de México, recibiendo cuatro premios TVyNovelas a la mejor actuación, un Laurel de oro como mejor actriz de reparto en 2004, entre otros, y nominaciones a varios otros galardones del rubro. Incluso grabó un álbum de estudio en 1983.

Martín es activa en redes sociales, desde donde ha expresado su aprecio por Nicaragua. “Soy Mexicana pero tengo raíces Nicaragüenses porque mi mamá era de allá, yo viví un tiempo de mi niñez en Nicaragua. ¡Me da tanta emoción al ver un gran triunfo!”, dijo Martín por medio de su cuenta de Instagram, refiriéndose al triunfo de Sheynnis Palacios en Miss Universo 2023.

https://www.instagram.com/p/Cz1zvNuveFe/

Recientemente, Martín se integró a la telenovela cómica dramática Golpe de Suerte.

IX. Bárbara Carrera

Bárbara Carrera, nacida Barbara Kingsbury, es una actriz, modelo y pintora nicaragüense nacida el 31 de diciembre entre 1945 y 1953 (la fecha exacta no se ha concordado) en San Carlos, Río San Juan, aunque crecería los primeros 10 años de su vida en Bluefields, en el entonces departamento de Zelaya.

Su padre, Louis Kingsbury, trabajaba en la embajada estadounidense. Tenía 30 años más que su madre, Florencia, cuando e conocieron. Kingsbury se llevó a su hija a vivir con él a Nueva York cuando tenía 15 años. A los 17 años trabajó como modelo en la agencia de modelaje de Eileen Ford, cuando empezó a utilizar el apellido de su madre.

Autorretrato de Carrera.

Es reconocida por su participación en películas como The Master Gunfighter (1975), Embryo (1976), The Island of Dr. Moreau (1977), Condorman (1981) y Lone Wolf McQuade (1983), entre otras. Carrera también es pintora y su trabajo ha sido exhibido en las galerías del pintor húngaro Americo Makk (1927-2015) en Beverly Hills, California, desde la década de 1980, y en la galería Roy Miles en Londres, Inglaterra.

En mayo de 2002, sus obras se exhibieron en el Museo del Entretenimiento de Hollywood y normalmente se han vendido por hasta 8 mil dólares.

Carrera junto al actor Sean Connery. Foto: La Prensa/MAGAZINE

Quizá su papel más reconocido es el ‘Bond Girl’ en la película Never Say Never Again en 1983, junto a Sean Connery. Actuó en las series para televisión Centennial (1978-79) y Dallas (1985-86). En dos ocasiones fue nominada al premio Globo de Oro por sus actuaciones, aunque su carrera amainó a principios del nuevo milenio.

Todavía reside en Estados Unidos, no tiene hijos y se ha casado en tres ocasiones, tantas como se divorció. En su apogeo, entre los años ’70 y ’80, apareció en las páginas y portadas de revistas tan prestigiosas como Playboy, Vogue y Harper’s Bazaar

X. Rosario Murillo

Más que famosa, podríamos decir que se trata de una mujer infame. Nacida el 22 de junio de 1951 del algodonero Teódulo Murillo Molina y Zoilamérica Zambrana Sandino (sobrina de Augusto C. Sandino). Estudió en el Colegio Teresiano de Managua y luego en distintas instituciones en Europa, en Gran Bretaña y Suiza, donde se formó en bellas artes. Se involucró con el sandinismo en 1969 y colaboró activamente con la guerrilla, protegiendo a combatientes contra el gobierno somocista.

Rosario Murillo en 1986. Chicago, Illinois. Foto: Mark Reinstein/Getty Images

En los ’70, trabajó como secretaria para La Prensa y en esa década también empezó a escribir poesía, probablemente a raíz de la muerte de su hijo infante en el terremoto que destruyó Managua en 1972. A finales de la década, a eso de 1977, se encontró en el exilio, en Venezuela, con Daniel Ortega, un viejo conocido suyo de su infancia en Managua que sería la clave de su ascenso al poder.

Ortega y Murillo sostienen que se casaron entre octubre y noviembre de 1978, pero la mayoría de los testigos murieron o bien en la lucha contra el somocismo o bien antes del triunfo revolucionario, y los que sobrevivieron respaldaban a la pareja incondicionalmente. La que muy seguramente sea verdadera ceremonia de unión formal ocurrió en septiembre de 2005, cuando Ortega se encaminaba a recuperar el poder.

Murillo durante un acto partidario en Managua, 2016. Foto: Jorge Torres/EFE

Murillo acompañó a Ortega durante su década a la cabeza del país en los años ochenta y también cuando este estuvo en la oposición entre los noventa e inicios de los 2000. Defendió a Ortega cuando su hija, Zoilamérica Narváez Murillo, lo acusó de abuso sexual sostenido por años cuando esta era menor, en febrero de 1998.

Murillo también fue instrumental en la campaña que devolvió a Ortega el poder en las elecciones de 2006. Gracias a Murillo, Ortega hizo a un lado los uniformes militares, la retórica incendiaria y radical de la ultraizquierda que caracterizó al Frente Sandinista cuando operaban como oposición.

Murillo junto a Ortega durante la Instalación del Período Legislativo 2023 de la Asamblea Nacional en enero. Foto: Asamblea Nacional

La identidad visual del partido que se amoldó a las preferencias de Murillo. Desde que Ortega asumió la presidencia en enero de 2007, el papel y los poderes de Murillo sólo han ido aumentando, a tal punto de que fue nombrada vicepresidente tras las cuestionadas elecciones de 2016, asumiendo el cargo en enero de 2017.

Investigaciones de parte de la prensa independiente y organismos defensores de derechos humanos apuntan a Murillo como una de las arquitectas del esquema represivo impuesto por el régimen sandinista a partir de la crisis de 2018. La famosa orden, “vamos con todo“, pronunciada por el secretario político de la alcaldía de Managua y allegado de Murillo, Fidel Moreno, fue el punto de inflexión de la violencia desatada a partir de abril de ese año, que dejó un saldo de alrededor de 300 asesinados y miles de heridos.

Murillo destaca como la mujer más poderosa en la historia de Nicaragua, incluso más que Violeta Barrios de Chamorro durante su presidencia, a razón de los poderes extraordinarios e informales que superan su puesto de vicepresidente, como se vio reflejado en la purga de funcionarios del Poder Judicial, presuntamente ordenada por ella.