Certamen del régimen es “un absurdo” que “contribuye al sexismo”, dice socióloga

La activista feminista María Teresa Blandón rechazó el certamen, recordando al régimen las necesidades más apremiantes para las mujeres y niñas de Nicaragua.

  • San José, Costa Rica
  • 12:05 pm
  • May 2, 2024

Reinas Verano, uno de los certámenes precursores promovidos desde el régimen sandinista.

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República 18

El anuncio del certamen de belleza auspiciado por el régimen sandinista de Daniel OrtegaRosario Murillo, meses después de haber clausurado la filial de Miss Universo en el país a través de la coerción contra su ex-directora, Karen Celebertti, fue consumado con un anuncio oficial en medios oficialistas a finales de abril.

Para la socióloga feminista, María Teresa Blandón, la idea de un certamen de belleza apoyado desde el gobierno es “un absurdo“. “Este régimen quiere controlarlo todo y todo lo que no puede estar bajo su control va a ser objeto de persecución”, señaló.

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Blandón aclaró que no se trata de un desarrollo novedoso, sino que es una intención visible desde hacía, por lo menos, unos cuantos años, apuntando a la existencia de certámenes locales impregnados de la propaganda sandinista, como “las Chicas Repliegue, la Miss Revolución y ese tipo de cosas”.

La activista se cuestiona: “¿qué hace un gobierno fomentando estos tipos de concursos que no tienen nada que ver con las necesidades que tienen las jóvenes nicaragüenses?“, en un país que, según el más reciente informe del Departamento de Estado sobre prácticas de derechos humanos a nivel internacional, vio un aumento en la explotación sexual de menores el último año.

Según detalló la vicepresidente Murillo al anunciar el certamen el pasado 17 de abril, eventos relevantes a la competencia tendrán lugar en los próximos meses, hasta la selección de “la reina y sus princesas” el 27 de diciembre.

Del clasismo al sexismo

La ganadora recibirá “un premio en efectivo de 72 mil córdobas, más premios de los patrocinadores” y las princesas “tendrán un premio de 36 mil córdobas”, con premios de los patrocinadores para el resto de participantes. En base a los precursores de estos certámenes, Blandón aseguró que la mayoría de las participantes serán “de los sectores más pobres de la sociedad”, atraídas por los elevados premios.

El tema es que en Nicaragua la norma es el absurdo. Nicaragua, bajo la dictadura Ortega-Murllo se ha convertido en el país de los absurdos porque absurdo fue que politizaran los concursos de Miss Universo. Absurdo es que hayan incluso echado preso a un muchacho, un influencer le llaman, que habló en favor de Sheynnis Palacios“, declaró Blandón, refiriéndose al caso del tiktóker Cristóbal López.

En vez de promover esta clase de eventos, Blandón propone al gobierno revisar “las políticas de educación, las opciones de progreso para las chavalas, previniendo la violencia” y subrayó que “no le corresponde al Estado estar organizando concursos de belleza en ningún sentido, no sólo porque no forman parte de una política educativa, sino porque también porque, de alguna manera, lo que hace es contribuir con el sexismo, efectivamente“, explicó.

Algunas de las participantes del certamen durante el anuncio oficial en el Centro de Convenciones Olof Palme en Managua. 26 de abril, 2024. Foto: Medios Oficialistas

Señalando al régimen por no haber aplicado políticas públicas para prevenir problemáticas tan agravadas como las desapariciones de niñas, que ha ido en aumento en los últimos años en el país ligadas a redes internacionales de trata, Blandón también denunció el cierre de “más de 3500 organizaciones no gubernamentales”, incluyendo prácticamente la totalidad de las organizaciones que trabajan para mitigar estas problemáticas.

En vez de “llevar a las chavalas a competir por cuál es la más bonita”, Blandón abogó por promover competencia en “oportunidades para progresar, rendimientos académicos, destacarse en el arte y la cultura, porque eso sí les ayudaría muchísimo a progresar”.

Y no cree que el certamen tenga en absoluto “que ver con las chavalas, sino con esta intención ordinaria y manipuladora que, desde el propio Estado, se está llevando a cabo en un país donde hay tanta violencia, pobreza y desigualdad. Resulta muy ofensivo que estén manipulando a las chavalas“, concluyó.