Informe destaca “resistencia y resiliencia” de las mujeres nicaragüenses ante sociedades machistas
El informe revela una situación difícil, pero también destaca la capacidad de las mujeres nicaragüenses para encarar la adversidad.
El Centro Transdisciplinario de Estudios Centroamericanos (CETCAM), un organismo regional de estudios sociales, presentó su informe Voz, saberes, cultura y memoria, este jueves, 21 de marzo, en una conferencia de prensa emitida desde Costa Rica.
La presentación estuvo a cargo de Elvira Cuadra, directora del CETCAM y coautora del proyecto, y Arlen Padilla, la investigadora principal a cargo del estudio. El trabajo explora las “resistencias y resiliencias colectivas de las mujeres nicaragüenses“, según figura en las redes del CETCAM.
“Las mujeres (en Nicaragua) no tienen capacidad de liderazgo, ocupan una posición subordinada. Sabemos que no tiene que ser así, pero eso fue lo que vimos. Se cree que son dependientes en todos los ámbitos, que tienen menos capacidades y se les ha querido encasillar en un rol meramente pegado a la familia“, señaló Padilla durante el encuentro.
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Y describen una “política represiva” que “se manifiesta en diversas formas y aspectos de la vida de las mujeres” como “los discursos de odio, criminalización, cárcel, destierros, despojo de la nacionalidad, confiscaciones, agresiones físicas y verbal, violencia sexual, acoso, vigilancia, amenazas, privación de derechos fundamentales, violencia digital, violencia económica, migración y separación familiar forzada“, denunció Cuadra.
El informe resalta casos de “violencia específica hacia artistas, ciberactivistas, académicas y periodistas” nicaragüenses, mujeres que “están más expuestas en el campo mediático y existe una fuerte percepción de que el cuerpo de las mujeres es un medio para posicionarse” en el rubro, agregó Padilla.
“Las periodistas han sido un colectivo particularmente afectado por una serie de violencias políticas, vividas incluso antes del estallido social de 2018. La censura, la criminalización, los destierros y la desnacionalización, así como el desplazamiento forzado, son solo algunas de las expresiones más graves de esta violencia”, agregó Padilla.
La presentación detalló los contenidos del informe e incorporó insumos audiovisuales. Foto: República 18
El informe concluye que la crisis sociopolítica y humanitaria iniciada en abril de 2018 agudizó “un arraigado sistema de dominación patriarcal” presente en Nicaragua, exacerbando así “la violencia de género” y exponiendo “a las mujeres a mayores niveles de discriminación, exclusión y diversas manifestaciones de violencia directa y política”, explica el informe.
Asimismo, la situación al salir de Nicaragua sigue siendo compleja. Las dificultades materiales del migrante intersecan con sociedades que presentan, en distintos niveles, patrones similarmente sexistas a los de la sociedad nicaragüense.
Cuadra y Padilla durante la presentación, que expuso la difícil situación de las mujeres nicaragüenses. Foto: República 18
“La violencia sistémica en las sociedades de acogida representa un desafío significativo para las mujeres nicaragüenses” que buscan refugio en el extranjero, detalla el informe.
Mujeres en resiliencia
De tal manera que las mujeres periodistas, artistas, ciberactivistas y académicas en Nicaragua han desplegado “una serie de estrategias de protección y defensa para enfrentar las diversas formas de violencia política que las rodean, tanto dentro como fuera del país”.
La experimentación con nuevos formatos artísticos, la inclusión de discursos críticos de manera sutil en sus obras en desafío de la censura y siguiendo el impulso de mantener una voz activa, así como la colaboración y el intercambio de ideas con colegas de confianza, son algunas de las estrategias descritas en el informe.
Tales estrategias, desarrolladas espontáneamente desde la colectividad, “no sólo han sido fundamentales para la supervivencia individual de estas mujeres, sino que también han contribuido a fortalecer la resistencia colectiva y la lucha por la justicia y la democracia en Nicaragua“, señala el documento.
“Estos grupos de mujeres se ven activas, participantes y que aportan para la construcción de una Nicaragua más justa, inclusiva y democrática“, concluyó Cuadra.