“Hay una sed de venganza contra Carazo”: muerte de opositor consterna a exiliados nicaragüenses
En enero, dos opositores exiliados que estuvieron involucrados con la resistencia en Carazo fueron víctimas de un atroz atentado aún no esclarecido.
La noticia de la muerte en circunstancias sospechosas de Carlos Alberto García Suárez, ciudadano caraceño involucrado en los tranques, las barricadas montadas por la población en toda Nicaragua durante el ciclo de protestas de 2018, ya ha impactado a los opositores exiliados, quienes no descartan la posibilidad de que el régimen sandinista esté “pasándole la cuenta” a sus detractores.
García fue encontrado muerto, irreconocible debido a las quemaduras que cubrían el 90% de su cuerpo, en el antiguo vertedero de la ciudad de Jinotepe el pasado lunes, 15 de abril.
Inconsistencias en el relato de la prensa afín al régimen sandinista, así como un intento de difamar a través del testimonio de un médico del Instituto de Medicina Legal que lo acusaba de “drogadicto”, han llevado a muchos opositores a sospechar de mano criminal sandinista.
“Como organización, tenemos expresiones territoriales, organización en algunos departamentos. Definitivamente, lo reconocemos como un opositor asesinado“, dijo a República 18 el activista opositor Yefer Bravo, miembro de la Unidad de Exiliados Nicaragüenses.
“Sed de venganza” contra Carazo y Masaya
“Tenemos altas sospechas de que órganos de la dictadura están detrás de este tipo de crímenes, justamente porque hay una sed de venganza contra los caraceños, contra la gente de Masaya y otros más al sur”, agregó.
Otros dos opositores involucrados en la defensa de Carazo durante la infame Operación Limpieza, el asalto que dejó 24 muertos en el ataque inicial para un total de 30 incluyendo a las víctimas de la persecución subsiguiente, fueron blanco de un atentado el pasado 10 de enero en territorio costarricense.
Joao Maldonado y Nadia Robleto, víctimas de un atentado en San José, Costa Rica. A la izquierda, imágenes del automóvil en el que viajaban luego del ataque.
A plena luz del día, en la llamada “Calle de la Amargura” en San Pedro, Montes de Oca, en la capital costarricense, sicarios motorizados acribillaron a balazos el automóvil en el que viajaban Joao Maldonado y su esposa, Nadia Robleto. Ya Maldonado había sido víctima de un atentado en 2021 y había recibido amenazas.
Es por esto que a Bravo no le parecen “casualidad” las muertes supuestamente “accidentales” o directamente criminales de “varios exiliados que estuvieron aquí en Costa Rica, que los conocimos muy bien, tanto de Carazo como gente del sur”.
Rodolfo Rojas Cordero, opositor asesinado a los 65 años en Honduras. Foto: Cortesía
Entre ellos menciona a Rodolfo Rojas Cordero, jinotepino encontrado muerto en una carretera en Honduras, y otros 4 ciudadanos fallecidos en Nicaragua, 2 en Carazo, uno en Morrito y otro en la zona de San Carlos, Río San Juan, todos supuestamente fallecidos “accidentalmente”.
Los hechos, aduce el activista, “nos están diciendo que existe gran posibilidad de que haya mano de la dictadura” y las denuncias de persecución contra otros opositores “inclusive en Costa Rica” que vienen recibiendo desde hace tiempo los hace pensar que “no se trata de casos aislados“.
“Es una persecución de órganos o células en Costa Rica“, sostiene Bravo, “para dar con el paradero de muchos azuliblanco de alto perfil e incidencia en la conducción de los tranques y protestas en los diferentes departamentos. Así se está moviendo la dictadura; no es casualidad“, concluyó.