Régimen de Ortega de la mano del abstencionismo consolida control político en la Costa Caribe de Nicaragua

El observatorio electoral independiente Urnas Abiertas calculó para las elecciones regionales del pasado domingo una masiva abstención de 86.72%, y por consiguiente una raquítica participación de 13.28%, según reveló el pasado lunes, 4 de marzo.

Urnas Abiertas contradice los números oficiales, también divulgados el lunes por el Consejo Supremo Electoral (CSE) bajo control del régimen sandinista, que registraban una participación del 48% que “no responde al (bajo) flujo de votantes que observó durante la jornada” la red ciudadana del observatorio, que contó con unos 200 observadores trabajando al margen de la represión sandinista.

El CSE otorgó al Frente Sandinista el 88.95% de los votos, lo que entrega el control total de las 30 circunscripciones en juego al partido del presidente Daniel Ortega y la vicepresidente Rosario Murillo, quienes ya habían usurpado el poder en todas las alcaldías del país con las elecciones municipales de 2022.

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Urnas Abiertas documentó además métodos coactivos y demagógicos para asegurar cuantos votos pudiese la autoridad en su afán de legitimar el proceso. Bajo una amplia presencia policial, el observatorio pudo constatar amenazas, movilización de militantes y personas externas a las comunidades (sobre todo colonos invasores).

Por estas razones los liderazgos indígenas del Caribe, en su mayoría exiliados por la represión sandinista, denunciaron los comicios como un claro “fraude electoral”, además de resaltar la nula representación de partidos locales y la detención de los líderes indígenas Brooklyn Rivera y Nancy Henríquez.

Aunque la región ya llevaba un tiempo sucumbiendo a los avances del poder sandinista, los comicios, según apuntan líderes indígenas en el exilio, vendrían a consumar el control absoluto para el partido de gobierno. ¿Qué expectativas tienen los comunitarios ante este desarrollo?

“Colonos actúan con respaldo sandinista”

Rendell Herbert López, secretario de la Alianza de Pueblos Indígenas y Afrodescendientes (APIAN), expresó a República 18 sus temores sobre el futuro de la región bajo el control consolidado del régimen sandinista sobre las regiones autónomas. “Ya son cinco años de situaciones difíciles que vivimos con el gobierno dictatorial de Ortega-Murillo”, denunció.

“Todos los días nuestras comunidades amanecen con problemas más difíciles, la persecución aumenta cada día, la invasión de tierras comunales cada día va en aumento porque los colonos actúan con total impunidad con el respaldo de figuras del gobierno sandinista que están en cargos relevantes“, agregó Herbert.

Comunitarios indígenas armados para defender sus territorios de los colonos en 2016. Foto: Courtney Parker, Intercontinental Cry, 2016

Con el ahondamiento del Frente Sandinista en la administración regional, los comunitarios sólo esperan que estas problemáticas continúen su curso, sino es que empeoren y se amplifiquen. Herbert, como mayangna étnico y antiguo servidor público en la comunidad ulwa de Karawala, en la Región Autónoma del Caribe Sur, muestra especial preocupación por las concesiones a corporaciones extranjeras para la extracción de recursos.

“Todos esos negocios son controlados por sandinistas, tanto miembros de la familia Ortega como de otras figuras relevantes en el Caribe, como la familia Campbell en el Caribe sur y la familia Cunningham en el Caribe norte; están sacando beneficio de la desgracia de nuestros pueblos“, lamentó Herbert.

“La Costa Caribe lucha por su supervivencia”

Por su parte, el líder indígena Juan Carlos Campos pronosticó para República 18 que el “triunfo” sandinista en estos comicios traerá consigo “mayor control político de las instituciones autonómicas, pero también de las familias y las personas a nivel de las comunidades” en las regiones autónomas.

“Esperamos un avance más voraz e imparable de las invasiones, aunque con menos violencia letal como ocurrió antes porque se han dado cuenta de que no es bueno para la imagen porque ahora”, con un control más pronunciado, “pueden avanzar sin violencia, todos los focos de resistencia cultural que les estorbaban están desarticulados“.

Los colonos deforestan y después ocupan las tierras para ganadería o agricultura, contribuyendo al modelo extractivista que el gobierno central en Managua ha implantado en las regiones caribeñas. Foto: Cortesía.

Campos deplora la “victoria” sandinista en los comicios porque, aseguró, continuará con la narrativa ya internacional, aunque manifiestamente falsa, de que el Frente Sandinista ha sido el único ente político que ha restituido los derechos de las comunidades indígenas.

“El Frente Sandinista ha perseguido a liderazgos, ha suspendidos organizaciones políticas y sociales, intensificando un Estado Policial y el autoritarismo. La Costa Caribe lucha por la sobrevivencia de su cultura y sus bosques. La transición democrática tan necesaria como urgente es un medio para avanzar en la principal agenda de las comunidades indígenas”, concluyó Campos.