La historia del activista socialdemócrata Augusto Centeno, exiliado en Finlandia
A más de 9 mil kilómetros de su natal Estelí, Augusto Centeno se plantea concluir sus estudios frustrados por el régimen sandinista.

Centeno exhibe la bandera nicaragüense en el estadio de Helsinki, durante la Supercopa de Europa 2022.
Un día cualquiera en Estelí puede fácilmente pasar de los 30° Celsius. Pero desde hace 2 años, Augusto Centeno ha tenido que arreglárselas entre los 5° y -20°, en Finlandia, a más de 9 mil kilómetros del Diamante de Las Segovias. “No sé realmente cómo llegué”, bromea hablando con República 18. Queda claro que ni todo el frío del mundo le va a congelar lo nica.
“Yo no tengo ningún miedo de definirme políticamente. Yo me siento como un socialdemócrata“, confiesa. “La gran mayoría cae en una pura politiquería, pero no le veo nada de malo que alguien se defina de izquierda o se defina de derecha. Al final, cualquier ideología, siempre que sea en el marco de la democracia, está bien”, agrega.
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Centeno viene de una familia sandinista. “Mis abuelos, desde jóvenes, se involucraron en la lucha contra la dictadura de Somoza. Luego, participaron durante la revolución y yo nací en una familia participaba activamente en la política” y desde joven, “en mis tiempos de secundaria, sin querer yo serlo, siempre quedaba como presidente o vicepresidente de sección”, explica.
Centeno en el lago congelado en Lappeeranta. Foto: Cortesía
“Tenía algo que probablemente generaba respeto en mis compañeros. Por eso, aunque la gran mayoría de los estelianos busca estudiar Banca y Finanzas o Administración de Empresas, decidí estudiar ciencias políticas“, dice Centeno, quien abrió sus estudios en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua en Managua.
Entró a la carrera de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en 2014, pero encontró un panorama desolador. La educación en Ciencias Políticas en Nicaragua que encontró “era terrible, terriblemente mala“.
Licenciatura en adoctrinamiento
“Una vez me acuerdo, en una clase de Cultura Política Nicaragüense, un profesor vino y nos dijo que las primeras elecciones libres de Nicaragua fueron las que se celebraron en 1984“, un proceso ampliamente cuestionados, boicoteado por la oposición de entonces y que, desarrollado durante la primera dictadura sandinista (1979-1990), vio nulas garantías y competitividad cero.
“Y yo no estaba de acuerdo. La primera elección realmente libre de Nicaragua fue en 1990“, enfatiza Centeno, refiriéndose a las elecciones que dieron fin a la guerra civil y al dominio absoluto del Frente Sandinista sobre Nicaragua, con una propuesta de unidad a la cabeza.
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“Al final tuve que ceder y en mi examen tuve que poner que la primera elección libre fue en 1984 porque, de lo contrario, iba a ver afectadas mis notas“, todo aquello, según resultó obvio para Centeno, no fue otra cosa que el llano adoctrinamiento del partido violando todo precepto de la universidad.
Centeno ondea la bandera nicaragüense frente a un estadio en Helsinki durante la Supercopa de Europa 2022. Foto: Cortesía
“Adoctrinamiento, en síntesis, fue realmente lo que recibí. Hasta nos mandaban a unas conferencias que realizaba la alcaldía de Estelí que no tenían nada, absolutamente nada que ver con nuestra carrera y eran aburridísimas. Si yo hago cuenta de todo lo que estudié (en la universidad, en Nicaragua), realmente fue pésimo, fue malísimo“, lamenta.
2018 y el exilio
“No pude graduarme como politólogo”, fue de las primeras cosas que Centeno dijo al abrir su conversación con República 18. Fue evidente por qué.
“Me involucré en las protestas de 2018“, como muchos otros universitarios conmovidos por años de abuso finalmente superados por la violencia desmedida del régimen sandinista contra manifestantes en abril de 2018, ataques que constituyeron, según diversos organismos independientes, crímenes de lesa humanidad.
“De ahí comencé a participar más activamente en la política doméstica de Nicaragua. Lo hice especialmente a través de la Coordinadora Universitaria por la Democracia y la Justicia, y también en la Unidad Nacional Azul y Blanco“, así como también llegó a compartir ensayos para espacios de reflexión como Revista Abril.
El asedio posterior quebró a muchos. Unido a los más de 350 asesinados por las fuerzas policiales y paraestatales del Frente Sandinista, la mano insidiosa del sandinismo fue cerrándose sobre el pescuezo de todo un país. Los universitarios que tomaron una postura crítica, como Centeno, acabaron expulsados y pronto el acoso fue más de lo que pudo soportar.
“Cualquier lugar era más seguro que Nicaragua”
“Ahora estoy exiliado en Finlandia porque el gobierno me acusa, como a otros opositores, de ‘traición a la Patria’. Desde el año 2022 estoy en Finlandia como asilado político”, detalla Centeno.
¿Por qué fue tan lejos? Cree que “por el azar”.
Centeno en el parlamento finés. Foto: Cortesía
“La situación en Nicaragua era tan agobiante que cualquier otro lugar era más seguro que estar en Nicaragua. Un día me llamó la atención el gobierno finlandés; en ese entonces estaba la primera ministra Sanna Marin y (era un gobierno) liderado y el gabinete estaba compuesto por ministras mujeres“, señala.
“Además, el sistema educativo finlandés es el mejor del mundo. Entonces me dije que iba a probar suerte con Finlandia y ahora estoy valorando la posibilidad de terminar mis estudios en una universidad finlandesa” para finalmente concluir aquel esfuerzo frustrado por el sandinismo en Nicaragua.
“Y en buena parte por el hecho de haber venido a Finlandia, donde hay un Estado de bienestar y hay una repartición de riquezas bastante equitativa” sus ideales se vieron afianzados. “De esta forma, yo creo que el Estado debería garantizar el mayor bienestar de la gente” y, tal vez algún día, podremos verlo trabajando, de vuelta en el trópico, para construir un país mejor.