Ortega y Murillo alaban represión electoral de Maduro en Venezuela
Ortega, por su parte, tiene su propia historia de interferencia electoral con patrones incluso peores al recientemente exhibido por Venezuela.
Nicolás Maduro (izq.) y Daniel Ortega (der.) durante un evento conmemorando al expresidente venezolano fallecido, Hugo Chávez. Ortega ha sido aliado histórico del chavismo.
La pareja presidencial conformada por Daniel Ortega y Rosario Murillo divulgaron en medios oficialistas el pasado martes un “saludo” al presidente venezolano Nicolás Maduro en el cual alaban su gestión “en estos momentos de batalla”.
Ortega y Murillo se refieren a la condena internacional en contra del régimen chavista de Venezuela, desatada por el reciente bloqueo en contra de la candidata Corina Yoris y la inclusión en el padrón electoral de un candidato de oposición distinto a último minuto.
Yoris había sido nombrada sucesora en la candidatura de la oposición por María Corina Machado, la principal candidata de la oposición que logró más del 90% del voto en las primarias de la Plataforma Unitaria, pero que fue inhabilitada de ejercer cualquier cargo público por orden del régimen chavista en enero de este año.
El régimen sandinista anticipa que Maduro será “reelecto el próximo 28 de julio, en el 70 aniversario de la feliz llegada a este mundo del comandante eterno, Hugo Chávez Frías”.
Asimismo, Ortega y Murillo creen que el rechazo en contra de la interferencia electoral no es más que “la jauría infame de los Estados Unidos de Norteamérica y los Imperios Coloniales y Neocoloniales” desatada “nuevamente, contra la Voluntad Soberana del Pueblo de Bolívar, de Chávez, de Nicolás”.
Algunos de los países que se suman a las condenas son Argentina, Uruguay, Ecuador, Paraguay y Estados Unidos. En Centroamérica, tan sólo Guatemala, bajo la presidencia de Bernardo Arévalo, y Costa Rica, bajo Rodrigo Chávez, han expresado rechazo y preocupación respectivamente.
Ortega también inhabilita
El régimen sandinista ya ha aplicado la inhabilitación electoral en el pasado, aunque de una manera mucho más agresiva. Rumbo a las elecciones generales de 2021, el régimen sandinista apresó a 7 precandidatos opositores a la presidencia, a quienes declaró culpables de “traición a la patria” meses después y retuvo hasta desterrarlos en 2023.
Más recientemente, en las elecciones regionales del Caribe nicaragüense del pasado 3 de marzo, el régimen sandinista no enfrentó oposición, pues meses antes había encarcelado al líder indígena Brooklyn Rivera, quien aún permanece como preso político, en calidad de desaparición forzada puesto que no hay prueba de vida desde finales de septiembre de 2023.
El partido de Rivera, la principal organización indígena del país, fue suspendida poco después de su detención y en los comicios sólo tomaron parte partidos irrelevantes a la política local de las regiones autónomas del Caribe, en alianza con organismos menores ligados al Frente Sandinista, el partido de gobierno.
Esto permitió que sólo un par de partidos políticos que no representaban ninguna amenaza ocupasen el padrón opositor, misma estrategia que el régimen de Maduro estaría aplicando al permitir participar sólo a Manuel Rosales, gobernador opositor del estado de Zulia que se inscribió a último minuto, en la plataforma que correspondía a Machado o a su suplente.
“Los que conocemos las piedras del camino sabemos que nuestro destino es luchar, luchar, luchar, para vencer, vencer, vencer… Porque seguimos venciendo, compañero Nicolás, en patria libre, en patria y libertad”, concluyó el mensaje de la pareja presidencial.
