A un año del destierro de 222 prisioneros políticos. “Estás libre, pero fuera de tu país”

Dos excarcelados cuentan cómo ha sido el primer año de libertad y destierro.

  • San José, Costa Rica
  • 11:14 am
  • Feb 9, 2024

Mildred Rayo y Denis García.

Cortesía
República 18

Este 9 de febrero se cumple un año desde que la dictadura de Daniel Ortega desterró a 222 nicaragüenses que permanecían como presos políticos en Nicaragua. La reacción internacional fue de asombro e incredulidad, y al menos cuatro países reaccionaron ofreciendo nacionalidad a estas personas. La mayoría se encuentran actualmente en Estados Unidos, que los acogió temporalmente.

A un año de vivir en el destierro, es difícil acostumbrarse a una nueva vida y más cuando la anterior te la arrancaron de las manos, relata Mildred Rayo, joven integrante de la Alianza Universitaria Nicaragüense que se encuentra en este grupo de personas.

Lea además: La expulsión de 222 presos políticos “no abre el espacio democrático en Nicaragua”

Rayo era arquitecta y había trabajado durante años como analista de calidad en un Call Center en Nicaragua.

“Ha sido duro. O sea, es un golpe terrible, es verdad que estás libre, pero ni donde vos querías estar en tu país ni porque fue tu fue tu voluntad de estar en este lugar. No digo que sea malagradecida, sino que no fue mi decisión”, señala.

Mildred Rayo fue secuestrada el 1 de noviembre de 2022 al regresar a Nicaragua por puntos ciegos. Foto: Tomada de redes sociales.

Para Rayo estar en un país extranjero sin posibilidades de regresar a su país es completamente increíble y nunca se lo imaginó. Durante todo este año ha tenido que aprender una nueva cultura, sumergirse en nuevos entornos de trabajo y tratar de sobrevivir manteniendo la racionalidad.

“El (hecho de) ni siquiera poder ver a tu familia igual, o sea, podés hablar con ellos por teléfono en videollamada, pero uno necesita el abrazo de su mamá, la acogida de su papá, la fuerza de su familia. Eso incluso es un motor que a cualquiera le da vida, le da ánimo, le da todo”, señala.

Incredulidad de libertad

Otro de los nicaragüenses que fue desterrado junto a Mildred es Denis García, quien es médico veterinario. García fue preso político en Nicaragua desde el año 2019, cuando policías a punta de AK-47 detuvieron un taxi en el que se trasladaba para detenerlo.

Hoy, a un año de estar libre en Estados Unidos, aún se siente un poco incrédulo de todo lo que ha pasado y dónde se encuentra.

“Hay días que me levanto y miro la nieve, los árboles, los carros; miro la gente en las casas y aún no sigo creyendo que estoy libre. Y ver todo lo que yo vi en La Modelo, en esa prisión asquerosa, y de repente, de un día para otro pasar de la prisión a otro país es muy duro”, dice.

Todo lo que vivió en el Sistema Penitenciario Jorge Navarro, mejor conocido como “La Modelo”, es un trauma recurrente para Denis quien cada día recuerda de los peligros a los que se expuso y todo lo que soportó siendo un preso político.

“Lo perdí todo menos la vida y Dios fue el que me protegió muchas veces”, expresa.

La dificultad del trabajo

García chocó duro contra la realidad al estar en Estados Unidos y buscar trabajo en su rama. Hasta la fecha no logró trabajar como veterinario. Lo más cerca que ha estado es en una empresa avícola que es donde trabaja actualmente. Pero también le ha tocado trabajar como jardinero.

“Aquí hay que trabajar duro y cómo los nicaragüenses somos así, decimos: dame un machete y yo limpio”, señala.

Denis García es médico veterinario y fue secuestrado en 2019 por paramilitares. Foto: Tomada de redes sociales.

Por consecuencia, trabajar al aire libre en un país cuyo clima es distinto al de Nicaragua pasa factura. “A 17 o 18 grados durante una hora no aguantas las orejas y la resequedad en la cara. Y aquí a fuerza tener que pagar alquiler, a fuerzas hay que conseguir un vehículo y a fuerza tenés que buscar cómo sobrevivir y mantener tu familia que quedó atrás de vos. Es difícil”.

“Como si fuera una película”

Para Mildred Rayo tampoco ha sido fácil el tema laboral. Al principio cuando recibió sus documentos con permiso laboral sus datos personales estaban incorrectos, y para solicitar el cambio tuvo que esperar más de tres meses, y hasta entonces iniciar su búsqueda laboral.

Pero afortunadamente logró conseguir un trabajo “que el ambiente laboral es apacible” y donde le han permitido compartir su historia como desterrada de su propia patria.

“Cada vez que lo cuento es como que: no te puedo creer, pareciera que estás viviendo en una película. Y yo: claro, eso parece, porque es irreal”, menciona.

Sin embargo, no todo ha sido una mala experiencia. Rayo expresa que ha tenido la oportunidad de conocer lugares que “antes solo había visto en la computadora”.

“He podido ver cosas que nunca había visto; experimentar cosas que nunca había visto. Es emocionante, alegre todo, pero sin lugar a duda, a veces lo negativo prevalece más”, señala.