Pequeños productores al borde del ahogamiento financiero a causa de las crisis que vive Nicaragua

Los productores demandan volver la mirada al campo. Reclaman más apoyo para desarrollar sus actividades agrícolas y establecer cultivos que son claves para la seguridad alimentaria del país

  • 2:13 am
  • Sep 20, 2020
pequeños productores impactados por las crisis
República 18

Leoncio Torres es un pequeño productor de granos básicos de la comunidad Piedra Colorada, en el municipio de Matagalpa, al norte de Nicaragua. Desde temprana edad se ha dedicado al cultivo de las tierras.

Frijol, sorgo y maracuyá son los principales rubros que establece año con año en su parcela y que trabaja junto a sus hijos.

Suscríbase a nuestro canal de YouTube República18 Nicaragua

En Matagalpa existen unos 29 mil productores. De acuerdo al IV Censo Nacional Agropecuario CENAGRO 2011, en este departamento la superficie agrícola en uso es de un poco más de 360 mil manzanas y se considera pequeño productor a quienes poseen menos de 5 manzanas.

Los pequeños productores con Leoncio Torres registran bajos rendimientos productivos, que han venido mermando en los últimos años, en especial el frijol, uno de los granos insignias. Algo sucede en estas parcelas y los agricultores no pueden controlarlo.

“Hubo momentos en que yo llegue a cosechar 38 quintales de frijol por manzana, es lo máximo que yo he llegado a sacar. Ahorita nosotros ya aporreamos cuatro manzanas, la que nos dio más nos dio 20; otra dio 15, otra como 16 y la otra como unos 13 quintales”, expresó Torres Orozco.

Pandemia impactó sus frágiles economías

El bajo rendimiento de las cosechas es causado por la variabilidad climática, y más recientemente por la pandemia de la COVID-19. Aunque aparentemente una emergencia sanitaria no tiene relación con el campo agrícola, al final si afecta. La epidemia y las restricciones para reducir el contagio ha impactado la dinámica laboral de los pequeños productores.

frijol es producido por pequeños productores
El rubro frijol está en manos de unos doscientos mil agricultores, en su mayoría pequeños

El agricultor Sergio Figueroa Cruz, también de la comunidad Piedra Colorada explica que les ha tocado tomar ciertas medidas para evitar contagiarse. Cuando le toca salir a vender su cosecha ya no lo hacen con tranquilidad. “Se tiene que tener cierto cuidado y también afecta cuando vienen personas a pedirnos algún trabajito. Tenemos que pensar y ver a quién le vamos a dar trabajo por seguridad, no porque no queramos sino porque hay que cuidarnos entre nosotros”.

La pandemia ha representado un obstáculo más para los pequeños productores al momento de sacar a vender sus cosechas. Ante el temor de enfermarse, algunos han decidido almacenar sus granos y quienes se han arriesgado a llevar sus productos al mercado han terminado vendiendo al precio que los comerciantes les fijan, en especial esto ha ocurrido con el frijol.

La crisis sanitaria no solo ha afectado la forma en cómo los pequeños productores venden sus cosechas, sino que ha golpeado duramente sus frágiles economías. Están al borde del ahogamiento financiero.

En general, la epidemia del coronavirus agravó la situación económica que Nicaragua padecía desde la crisis sociopolítica de abril de 2018. Organismos internacionales apuntan que la economía caerá hasta en -8%, mientras el desempleo va en aumento. Los pequeños productores no escapan de este descalabro económico.

“Cuando decimos que los ingresos son menos, todo es menos… incluso cuando hay una enfermedad hay dificultades para comprar medicinas y todas esas cosas (…) Uno quisiera componer una bodeguita, es bien difícil no lo puede hacer. Tener otros sistemas. He querido tener algunos sistemas de riego por goteo o por ejemplo trabajar con macro túneles, pero ya no tengo acceso a tener eso”, dice Leoncio Torres.

La ausencia estatal en el campo se resiente en comunidades como Piedra Colorada en Matagalpa

Pese a que la pandemia del coronavirus ha trastocado la economía, el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo no lo reconoce. En cambio, han promovido una falsa normalidad que descarta medidas de auxilio económico, como sí lo han hecho otros países para paliar la crisis impuesta por la epidemia. Esta indiferencia oficial se resiente en el campo, en especial en los pequeños productores.

Pequeños productores no tienen recursos necesarios para financiar sus cosechas

Leoncio Torres asegura que no tiene lo suficiente económicamente para autofinanciarme, por eso tiene que recurrir a crédito. “Esto lo hacemos con algunas organizaciones pequeñas, porque nosotros como somos pequeños. Yo no voy a ir a solicitar un crédito grande.  Máximo la UCOS me presta 1500, dos mil dólares, es lo más que me he podido enjaranar, porque tampoco tengo condiciones para ir a sacar 5 mil dólares”.

Con la crisis económica agravada por la pandemia, los bancos y microfinancieras han reducido al mínimo los préstamos crediticios en general. Zelmira Flores es coordinadora de programas e investigación en el Instituto de Investigación y Desarrollo Nitlapan, y conoce de primera mano el drama que viven los pequeños productores al no poder acceder a préstamos.

Flores, señala que hay iniciativas de las micro financieras que están apoyando el sector rural, pero a medida que se tensionan las posibilidades de la actividad productiva, y de tener certeza de que la gente sí va a producir, va a tener con qué responder al crédito, a medida que hay más incertidumbre, la posibilidad de que tengan financiamiento es más limitado, sostiene.

Se considera pequeño productor a quienes poseen menos de 5 manzanas de tierra

La ausencia estatal en materia crediticia se resiente en comunidades como Piedra Colorada. En Matagalpa funciona Cáritas, un ente no gubernamental asociado a la iglesia católica que intenta ayudar a los pequeños productores. Pero los pronósticos no son favorables.

Según Auner Pérez, coordinador del programa Agua y Suelo para la Agricultura (ASA) como proyecto han estado apoyando a grupos de pequeños productores en varios municipios del departamento de Matagalpa, facilitando semilla e insumos, pero esto se queda corto para tantas necesidades en el campo agrícola.

“Hay productores que ya siembran áreas un poco mayores que requieren de una ayuda externa. Manejamos que en las comunidades donde estamos hay muchos que trabajan con instituciones, con ONGs donde sacan crédito, créditos que ellos deben de pagar. Si es para frijol por ejemplo sacan crédito para cuatro meses, si es el rubro de maíz para siete meses, esa es una parte de los productores, no es todos los que tienen esa posibilidad, pero ellos buscan la manera de como establecer sus siembras y producir”, explica Pérez.

Vacío estatal en el campo agravado con reducción de la cooperación

La situación sociopolítica del país ha sido otro elemento en contra de los pequeños productores. La cooperación internacional en materia de asistencia técnica en el campo se ha reducido a su mínima expresión, debido a que muchas agencias se han marchado del país.

De acuerdo a la coordinadora de proyectos de Nitlapan la falta de implementación de proyectos hace aún más hondo el vacío estatal. “A medida que las agencias de donantes, que hacían una contribución importante de recursos a través de organizaciones de la sociedad civil, ONGs, a través de proyectos para las zonas rurales, a medida que esa cooperación disminuyó en efecto la gente resiente que hay menos contribución a las actividades económicas que la gente hace en el campo”.

Por otro lado, desde el Estado y el sector privado hay un menosprecio hacia el pequeño productor, y eso incluye a los agricultores a pequeña escala como Leoncio Torres.

Leoncio Torres, productor de Matagalpa

“Nosotros somos los que producimos el alimento, el frijol principalmente porque es el alimento principal de la dieta diaria de los nicaragüenses y sale de los pequeños (…) No hay grandes, gente con dinero con plata que va a decir voy a invertir en frijol, no siembran frijoles. Somos los pequeños los que sembramos frijoles. Que no nos vean así, que nos valoren, que haya una política del gobierno”, demanda Torres Orozco.

Zelmira Flores, destaca que los pequeños productores están más relegados y no solo se necesita crédito; también se necesita otro tipo de acompañamiento, como asesoría, asistencia técnica y apoyo para que puedan conectarse mejor con los mercados.

Los productores demandan volver la mirada al campo, sector que no escapó al impacto de las crisis que vive Nicaragua.

Reclaman más atención y apoyo para sus actividades agrícolas que sufren un fuerte golpe económico. Además, recuerdan que sus cultivos, en especial el del rubro frijol, no solo es clave para la seguridad alimentaria del país sino también que está en manos de más de doscientos mil agricultores, en su mayoría pequeños.

Más noticias de tu interés: Médicos, periodistas y organizaciones civiles en medio de la pandemia encarnan la reducción de las libertades públicas

Más noticias de En voz alta

Seguir