Athiany Larios: un viaje de esfuerzo, autoestudio y empoderamiento social

Aunque su profesión es la Contaduría Pública, Athiany Larios Zúñiga ha dedicado parte de su vida a la defensa de los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Larios es originaria de Managua y se identifica como una mujer trans, cuenta que allá por 2008 se unió a la causa feminista.

Recuerda que uno de los momentos donde comenzó a sentir agresiones a razón de cómo se reconocía fue en una aula de clases, pues ella lleva el cabello un poco largo y un maestro le dijo que “debía cortarlo”, pues solo las niñas lo utilizaban así.

Agrega que en sus primeros años laborales ya venía escuchando sobre  las marchas y participando en ciertos foros o noticias que hablaban sobre la Constitución Política y con el tiempo eso le creó curiosidad y se dedicó a estudiar de forma autodidacta, a tal punto que las personas que la rodeaban le preguntaban si ella era abogada. 

“Yo les contestaba que no”, recuerda Larios y agrega con el paso de los años ingresó a la ahora extinta Universidad Centroamericana (UCA), a estudiar derecho, sin embargo y aunque contaba con una beca de aranceles se le hizo imposible pagar los demás gastos propios de la carrera y tuvo que abandonar las aulas.

Larios señala que se involucró de lleno en el activismo en 2008, cuando salió del sistema laboral y empezó a juntarse con un grupo de chicas trans que ya estaban conformados. Recuerda que en ese momento el régimen de Ortega  reformó el Código Penal, prohibió el matrimonio igualitario y el aborto terapéutico.

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Cuenta que al declarar abiertamente su identidad en casa, su madre escuchando la opinión de una amistad católica pensó que sería pasajero o una moda. 

“Ya para el 2010, el único asombro  fue que me metí al activismo y temían que me pasara algo en la calle. Claro además, llevaban casi una década pidiéndome que buscara de Dios que cambiará  y que tuviera cuidado”, cuenta Larios. 

Refiere que en la actualidad, después de tantos años y diversas situaciones, su familia se toma con más naturalidad el hecho de que sea una chica trans.

Larios comparte que salió al exilio el 17 de marzo de 2019, pues las amenazas recibidas por participar en un movimiento político, las consultas constantes a su madre sobre a qué se dedicaba, el reconocimiento de su imagen por defender derechos de forma pública y la detención de opositores y disidentes “la pusieron nerviosa” y tuvo que salir del país.

Al llegar a Costa Rica, Larios realizaba labores de limpieza en viviendas de nicaragüenses que se habían exiliado antes. “Eso me ayudó casi un año”, contó. Agrega que luego consiguió un trabajo dentro de la industria cárnica y esos ingresos le ayudan a vivir de forma digna en el país del sur.

Aprovechar oportunidades y empoderarse

Al ser consultada sobre cómo una persona con una orientación sexual diferente a la normada puede enfrentarse al mundo, Larios señala que los primero es “acicalarse así misma”, y creerse el valor que se tiene como persona.

“Él o ella, por muy diferente que sea en orientación sexual, es un ser humano que piensa, ríe, llora y puede plantearse  y llegar a ser grande. Por ahí que parta, aseveró”. 

Añade que es importante que no se sienta solo, “porque nunca estás solo, son historias de vida diferente, pero siempre habemos muchos que tenemos coincidencias y entonces que busque esos grupos para que no se sienta culpable y tampoco solo”.

Expone que poco a poco va a ir agarrando valor para poderse presentar  ante el mundo.

Larios comparte también que es importante tenerle paciencia a la familia para que puedan asimilar el cambio y si no se logra lo ideal es salir de casa, una vez que se tengan las herramientas necesarias para valerse por sí mismo.

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“Si sos un adolescente debes hacerte sentir que vos vales mucho y aprovechar todo lo que puedas extraerle a  tu familia en cuestiones de apoyo económico para estudiar y después cuando ya sea alguien salir”, destacó. 

Larios expone que en sus primeros años a ella le tocó “bajar un poco la cabeza, hacer caso”, para poder estar en casa , agrega que ahora ya no porque se siento estable y  puede mantenerse sola y hablar por su propio medio. Es necesario reafirmarse y consolidarse primero, enfatizó.

Insistió que con el paso del tiempo la voz va a ser más fuerte y las personas se van a sentir tan libres como quieran ser.