Nicaragüense que fue deportado al CECOT de Bukele denuncia que vivió un infierno
A través de un video difundido en redes sociales, Elvin Picado denunció que fue trasladado sin ningún tipo de información oficial, sin acceso a agentes de inmigración (ICE) ni la posibilidad de comunicarse con su familia o con un abogado.

Como Elvin Enrique Picado Blandón, fue identificado el joven nica que fue enviado por Estados Unidos a El Salvador y posteriormente devuelto.
Elvin Enrique Picado Blandón, un joven nicaragüense de 26 años, denunció haber sido deportado irregularmente a El Salvador desde Estados Unidos, supuestamente por tener un tatuaje que fue interpretado como un indicio de pertenecer a la organización criminal conocida como el Tren de Aragua.
Según el periodista Miguel Mendoza, Picado había permanecido tres meses en un centro de detención para indocumentados en Texas y ya había firmado su carta de deportación, creyendo que sería trasladado de regreso a Nicaragua. Sin embargo, terminó siendo enviado en un vuelo no anunciado hacia El Salvador.
En un video difundido en redes sociales, Picado explica que fue sacado de forma irregular, sin información clara, sin contacto con oficiales de inmigración (ICE) y sin poder comunicarse con familiares o abogados. “Nos llevaron como secuestrados en aviones no autorizados, sin decirnos nunca a dónde íbamos”, relató.
El joven asegura que fue retenido varios días en condiciones deplorables, junto a otros migrantes. “Comíamos solo una vez al día, nos daban pan y agua, no podíamos hacer llamadas ni ver la luz del sol”, dijo.
Golpes y violencia
Según su testimonio, fueron llevados a una base aérea y no a un aeropuerto, donde estaban presentes agentes de la DEA y HSI, quienes los trataron con extrema dureza. Denunció además maltratos físicos y verbales a bordo del avión, incluso por acciones tan simples como intentar abrir una ventana. “Casi me asfixian por eso”, afirmó.
Ya en El Salvador, relata que los oficiales comenzaron a bajar a los deportados a golpes, incluyendo a ciudadanos venezolanos que pensaban que serían enviados a su país, pero también fueron dejados en territorio salvadoreño. “Nos bajaron esposados de pies y manos, y al que dudaba o preguntaba algo lo golpeaban”, denunció.
Picado considera que todo el proceso fue una violación a sus derechos humanos, y asegura que fue señalado injustamente por su tatuaje, sin ningún proceso legal transparente ni pruebas que lo vincularan con estructuras criminales.
Según CNN, el gobierno de Nayib Bukele habría comunicado al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) que no detendría a personas originarias de otros países centroamericanos para evitar tensiones diplomáticas, y que además no aceptaría mujeres en sus centros de detención.
La deportación de este grupo de migrantes (más de 200) se encuentra actualmente bajo disputa legal. Según CNN, dos vuelos con migrantes despegaron justo cuando el juez James Boasberg emitía su orden de manera oral.