Universidad Casimiro Sotelo continúa en caos administrativo

La presidente del CNEA asegura que todavía está en periodo de matrículas, aunque las clases iniciaron hace casi 4 meses.

  • San José, Costa Rica
  • 1:28 pm
  • Abr 11, 2024

Alejandro Genet, rector de la Universidad Casimiro Sotelo, durante una actividad sandinista.

Medios Oficialistas
República 18

La Universidad Nacional Casimiro Sotelo Montenegro todavía está en proceso de matrículas, según figura en el informe de gestión anual para el año 2023 del Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación (CNEA), presentado este jueves, 11 de abril, por la presidente de la institución, Maribel Duriez, ante la Asamblea Nacional.

El centro de estudios superiores, establecido en las instalaciones robadas a la Universidad Centroamericana (UCA) en 2023, inició el año lectivo el pasado 15 de enero, en medio de un caos administrativo evidente. Según Duriez, la universidad continúa “en proceso de organización” junto con otras 4 universidades estatales, en su mayoría constituidas en base a la confiscación ilegal de universidades privadas.

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La presidenta del CNEA confirmó que el Consejo recibió un aumento considerable de presupuesto en el último año, pasando de 12 millones de córdobas a 31.5 millones, pero aún así no ha sido capaz de acreditar debidamente a las 5 nuevas universidades estatales, entre ellas la Casimiro Sotelo.

La falta de resultados en el año 2023 llevó incluso al diputado sandinista Wálmaro Gutiérrez a apuntar, discretamente, las deficiencias en la gestión del organismo.

La presidente del CNEA presenta los resultados ante la Asamblea Nacional. Foto: Medios oficialistas

A ello se suma la incompetencia general a la hora de organizar a estos nuevos centros. La Casimiro Sotelo, por ejemplo, tuvo desde agosto de 2023 para estructurarse, luego de que el 16 de ese mes la UCA, administrada por la Compañía de Jesúsfuese usurpada por el régimen sandinista de Daniel Ortega bajo acusaciones espurias de “terrorismo”.

Las nuevas autoridades, juramentadas días después de la confiscación bajo la rectoría de Alejandro Genet, aplazaron el inicio de clases por más de cuatro meses, argumentando dificultades en el proceso de transición. Desde entonces ya podían verse las deficiencias de las nuevas autoridades.

Al abrir la universidad el pasado lunes, los alumnos fueron recibidos en completo caos. No había coordinación, los estudiantes eran movidos erráticamente y los profesores no estaban al tanto de sus responsabilidades. Los medios independientes reportaron la orientación del régimen de matricular a trabajadores del Estado y sus familiares en el centro, indicando poca afluencia en las matrículas.

Sumado a esto, serias preocupaciones de seguridad fueron expresadas por estudiantes en los últimos meses. Al menos 3 robos dentro del recinto fueron reportados por la prensa oficialista, lo que ha inspirado mayores medidas de seguridad.