MINSA cobrará multa millonaria a médicos en especialización que incumplan nueva normativa

Con la nueva normativa los médicos están obligados a laborar una década en el Estado o de lo contrario deberán “reembolsar” más de 2 millones de córdobas al MINSA.

  • San José, Costa Rica
  • 12:39 pm
  • Mar 19, 2024
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El MINSA está bajo control absoluto del régimen sandinista de Daniel Ortega.

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República 18

El Ministerio de Salud (MINSA) de Nicaragua introdujo una nueva cláusula en los contratos de residencia para la Especialidad Médica Quirúrgica (2024-2028) en la que impone un mínimo de 10 años de trabajo a médicos que opten por especializarse y una penalización de 2 millones de córdobas (unos 61 mil dólares) a quienes incumplan la voluntad del Ministerio.

Esta penalización aplica, según establece la cláusula, a quienes (i) abandonen sus estudios sin causa justificada; (ii) incumplan las cláusulas del contrato y el reglamento disciplinario de especialidades; (iii) presenten su renuncia inmediata en el establecimiento de salud donde realizan sus estudios de salud; y en caso de negarse, (iv) abandonen o renuncien a trabajar en el establecimiento de salud donde fueron ubicados.

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La información circuló de informantes que se comunicaron con el medio nicaragüense Confidencial, la cual develó la nueva disposición en los contratos. “Mi cabeza explotó después que me di cuenta” comentó una estudiante de medicina en redes sociales al conocer la noticia. “Y si no pago me meten presa“, agregó.

No está claro desde cuándo el MINSA empezó a implementar la normativa, más allá de que es reciente. El objetivo a todas luces es mantener a los médicos en el país dados los altos niveles de migración de mano de obra calificada propiciados por los ya 6 años de crisis sociopolítica.

Aunque no hay números oficiales, cálculos independientes estiman que cerca de 500 médicos han abandonado Nicaragua desde el inicio de la crisis en 2018. Los médicos dejan el país o bien en busca de mejores oportunidades, o bien huyendo de presiones políticas, como ocurrió contra quienes denunciaban las irregularidades en el contexto de la pandemia.

De esta forma, el régimen sandinista impone un mayor control sobre su propio personal en aras de profesionalización en el sector salud, unos 213 cupos en 18 especialidades asignados desde el MINSA (103) y la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) en León (70) y Managua (36), a quienes considera “becarios” y cuyos salarios revalorizó como “estipendios”.

El sector sanitario en Nicaragua es uno de los más afectados por carencias en insumos y personal, según han denunciado profesionales y organismos independientes. Mientras, el régimen sandinista ha priorizado a sus instituciones de control, como la Policía Nacional, que cuenta con 3 oficiales por cada médico en el sector público.