Tío y sobrino de Nandaime llevan 5 meses en prisión acusados de participar de evento religioso

El 5 de abril, miércoles santo, Jimmy Antonio Bonilla Gutiérrez fue detenido junto a su tío, Emmanuel Gutiérrez, acusados de haber participado en una procesión que se realizó sin la autorización del régimen de Daniel Ortega, que a través de la Policía Nacional había orientado meses antes, “por razones de seguridad”, la proscripción de toda aglomeración, así interfiriese con el orden tradicional de la Semana Santa, festividad religiosa que en Nicaragua se celebra desde hace al menos cinco siglos.

Según una fuente cercana que optó por el anonimato por razones de seguridad, Bonilla estaba en su casa de habitación, junto a su madre, hijos, sobrinos y su tío, Gutiérrez, cuando llegó un hombre “vestido de civil” a buscarlos, haciendo preguntas.

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—Tienen que acompañarme a la Policía —dijo el individuo—; ahora son parte de una investigación. Tenemos que hacerles unas preguntas.

En la oscuridad

Desde entonces, Bonilla y su tío han compartido destino con otros 64 presos políticos, aunque no figuran en algunas de las listas de algunos organismos ni son mencionados a menudo por los medios de comunicación.

Ambos fueron recluidos en el centro penitenciario La Modelo, en Tipitapa, y nuestra fuente añade que “no hay manera de saber en qué estado están porque no nos brindan información”. Hay que destacar que ninguno de los dos participó en la procesión, según confirman testigos y nuestra fuente.

“Para esa actividad se había pedido permiso a la Policía y hubo un recibido de que no se hiciera. Ahí fue donde Jimmy le dijo al grupo que pedía que se hiciera, que había que realizarla correctamente, pero ninguno participó y no ocurrió nada“, dijo la fuente, señalando además que más bien grupos afines a la alcaldía de Nandaime crearon el ambiente de zozobra.

Peligra su salud

“Padece de presión arterial, es hipertenso” revela la fuente sobre Bonilla, de 39 años. Gutiérrez, por su parte, es ya mayor; tiene 75 años y las condiciones de prisión son especialmente duras para él. Sólo les permitieron la visita después de 4 meses de su detención.

De Bonilla sus familiares señalaron, según la fuente, que estaba “bajo de peso”, pero aparte de eso no pudieron determinar más sobre su salud ni “cómo lo estén tratando”, como tampoco pudieron constatarlo en el caso de su tío.

“Nunca se ha dicho nada malo de esa familia”

“Su vida es el trabajo y su casa. Iba a recibir misa a la Iglesia todos los sábados por la tarde” describe la fuente a Bonilla. “Él no fuma, ni bebe, ni sale más que al trabajo; es una persona sana que no se mete con nadie; todo el pueblo puede dar fe de eso“, agrega.

Bonilla trabajaba como profesor de matemáticas en el Colegio Diocesano Monseñor Francisco Ulloa y Larios en su natal Nandaime. Por la tarde, se dedicaba a impartir clases de reforzamiento a sus estudiantes en su domicilio. “El segundo de sus hijos es mejor alumno de primaria a nivel departamental”, señala la fuente.

Gutiérrez era también profesor, aunque ya estaba jubilado. Había impartido carpintería, educación física y estudios sociales en distintos colegios de Nandaime, donde ganó fama por su honestidad y alegre temperamento, por su ética laboral y su otra profesión de cronista deportivo.

“Disfrutaba narrando los partidos de béisbol locales cuando surgía la oportunidad”, señaló otra fuente anónima por razones de seguridad. Es por esto que “todos en Nandaime saben que son inocentes“, asegura la fuente. “Nunca se ha dicho nada malo de esa familia“, aclara.

Los otros detenidos de Nandaime

Según la fuente, ambos fueron condenados a 8 años de prisión, supuestamente por “ciberdelitos, por haber publicado algo de la primera dama (Rosario Murillo), pero, ¿dónde están las pruebas? En su Facebook sólo hay fotos del colegio y de su familia”, cuestiona la fuente.

Su pena es la misma que recibió el periodista Víctor Ticay, detenido también en Nandaime un día después por haber cubierto la misma actividad religiosa en la que supuestamente participaron Gutiérrez y Bonilla. “Pero no sabemos con certeza nada (sobre su pena); eso lo veremos cuando reciban su próxima visita”, explica finalmente la fuente.

Este 5 de agosto se cumplieron cinco meses desde que ambos fueron detenidos. En Nandaime también otras dos personas fueron detenidas, el antes mencionado Ticay y el sacerdote Manuel Salvador García, quien permanece en prisión desde el 1 de junio de 2022.