Colegas reconocen el valor y trabajo del periodista Víctor Ticay a un año de su detención ilegal

Quienes conocieron el trabajo del periodista nandaimeño, hoy preso político de la dictadura en Nicaragua, lo recuerdan como un referente de la información local y como “un chavalo dedicado” que brindaba un gran servicio a su comunidad.

  • San José, Costa Rica
  • 1:53 pm
  • Abr 5, 2024

Ticay trabajaba como corresponsal del Canal 10 nicaragüense en su natal Nandaime, Granada.

Cortesía
República 18

El 6 de abril de 2024 marca un año de la detención arbitraria e ilegal del periodista nandaimeño Víctor Ticay, detenido por agentes del régimen sandinista de Daniel OrtegaRosario Murillo mientras brindaba cobertura a una tradicional actividad religiosa que la Policía Nacional había ordenado suprimir.

El jueves santo de 2023, Ticay fue apresado, junto con otros dos lugareños, a pesar de no haber participado ninguno en la actividad antes mencionada, una recreación tradicional del arresto de Jesús prohibida en el marco del recrudecimiento de la represión contra la Iglesia católica.

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No fue sino hasta agosto de ese año, tras un juicio altamente irregular calificado por opositores y organismos independientes como una “farsa judicial”, que la justicia, cooptada por el régimen sandinista, impuso una condena de 8 años de prisión en contra del periodista por los supuestos delitos de “traición a la Patria” y “ciberdelitos”.

El 30 de diciembre, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) extendió medidas cautelares a favor de Ticay y otros 7 presos políticos, al considerar que se encuentran “en una situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos en Nicaragua“.

Ticay, al igual que otro centenar de presos políticos, no está “en condiciones adecuadas de detención, sin acceso a atención médica pese a padecer de diferentes afectaciones de salud”, según denunció entonces la CIDH.

Ticay en el plató del noticio Acción 10, para el cual servía como corresponsal. Foto: Cortesía

“Un chavalo comprometido”

Ricardo Borge, periodista nandaimeño del diario La Prensa, recuerda a Ticay como “un chavalo comprometido con su trabajo, todo el día pasaba trabajando. Casi no lo veía en otra cosa aparte del periodismo y en el estadio los domingos, desde donde transmitía los juegos de beisbol de Nandaime”.

Era un referente de la información“, agregó, “con su plataforma, desde Facebook, él promocionaba deportes, servicios sociales y noticias de última hora en el municipio, además de que era corresponsal de uno de los noticieros más vistos de Nicaragua”, Acción 10.

“Y también han perdido el apoyo que brindaba con los servicios sociales. Los más necesitados lo buscaban para que diera difusión a sus casos y así obtener ayuda“, explicó Borge, quien también señaló el daño que infligieron en la familia del periodista nandaimeño.

“A su esposa le quitaron la posibilidad de subsistir, porque la principal fuente económica de su hogar era él, y a Nandaime le quitaron la posibilidad de informarse“, concluyó el periodista.

“Dañaron a la comunidad”

“Era muy reconocido y su detención arbitraria es un ataque contra el periodismo comunitario“, dijo Houston Castillo, periodista de la Voz de América, a República 18. Castillo opinó que, con la detención de Ticay, quedó en evidencia que la dictadura de Nicaragua “no soporta ninguna voz disidente y ese fue su mensaje: que no están dispuestos a tolerar nada de la libertad de prensa”.

El 9 de enero de 2024, PCIN recordó a Víctor Ticay, uno de los periodistas presos políticos cuya detención causó mayor revuelo en el país. Días antes, a Ticay le habían negado su visita familiar de fin de año. Foto: PCIN

Aún así, Castillo celebró que “no han podido callar a la prensa“, puesto que, desde el exilio, el periodismo continúa denunciando los abusos del régimen, tal como la propia detención de Ticay. Organizaciones como Periodista y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN) han mantenido constante la exigencia de libertad para Ticay, haciendo consciencia en el exilio sobre su situación.

“A quienes en realidad dañaron fue a la comunidad, porque Ticay ni siquiera hacía cobertura política, sino del quehacer local. En Nandaime hace falta una voz que reporte los funerales, los accidentes; cada vez son menos las opciones para informarse y hasta los mismos sandinistas saben que su detención fue injusta“, concluyó.