Conflicto de tierras indígenas preocupa a la iglesia católica

Iglesia católica externa preocupación por la profundización de la crisis originada por el conflicto de tierras en comunidades indígenas de la Región Autónoma Costa Caribe Norte (RACCN), de Nicaragua.

  • 9:15 pm
  • Feb 10, 2020
República 18

Iglesia busca “solución justa, dialogada y pacífica”,  por la profundización de la crisis, originada por el conflicto de tierras en la región del caribe de Nicaragua.

En un pronunciamiento, la Iglesia Católica a través de la Diócesis de Siuna, que comprende 15 parroquias externa su “…preocupación pastoral, en torno a la profundización de la crisis, originada por el conflicto de tierras en nuestra región”, la Región Autónoma Costa Caribe Norte (RACCN), de Nicaragua.

El pronunciamiento, firmado y sellado por Monseñor Pablo Smith, Administrador Apostólico de la Diócesis de Siuna, en la RACCN, expone, los duelos, preocupaciones, propuestas y propósitos de la Iglesia, para “enfrentar el conflicto de tierras”, que viven comunitarios, desde hace más de una década.

Una preocupación externada es, por el “bastante silencio y pasividad de las instituciones del Estado, ante estas violaciones a la ley y a la conflictividad que han creado.

El evento más reciente que dejo luto y desolación entre los indígenas, ocurrió en la comunidad de Alal, en el territorio Mayangna Sauni As, el pasado 29 de enero, cuando colonos armados invadieron sus tierras.

Ese día mujeres y niños huyeron hacia las montañas para resguardarse. Los hombres se quedaron para defender la aldea y enfrentar a los “colonos”, quienes fueron superiores por sus armas.

Los “colonos” arrasaron Alal: balearon a los comunitarios, quemaron 16 viviendas –incluyendo la casa pastoral–, y mataron a todos los animales. Ambos ataques de los colonos sumaron al menos seis muertos y ocho indígenas desaparecidos, denunciaron los líderes comunitarios.

La violencia que sufren las comunidades indígenas en Nicaragua –en especial en el Caribe– escala cada vez más. El Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil) ha logrado documentar desde 2015 los asesinatos de más de una veintena de aldeanos. Otros organismos de derechos humanos hablan de más de 30 muertes, a la par de una espiral de secuestros, heridos, y desplazamientos forzosos.