Contagios de covid19 en Nicaragua en tela de duda
Las cifras de contagios con covid-19 en Nicaragua, no corresponden a comportamiento de la pandemia en países de la región, por lo cual especialista sostiene que “tenemos que poner en tela de duda toda la información que se nos está proporcionando, no sólo en términos de la poca claridad y confusión que genera, sino en término de la epidemiología esperada”.
La cifra de contagios por Covid-19 en Nicaragua no concuerda con las estimaciones y comportamientos de la propagación de la pandemia en otros países de la región, señalan especialistas.
Desde la confirmación del primer caso de coronavirus en Nicaragua, el 18 de marzo, el Ministerio de Salud (MINSA), a través de su secretario general, el doctor Carlos Sáenz, brinda conferencias de prensa a medios oficialistas, donde sobresalen cifras confusas sobre la situación de la pandemia en el país. Hasta este once de abril, el régimen orteguista a toda costa mantiene que sólo registran cuatro casos activos del nuevo coronavirus, sin el menor esfuerzo de precisar el total de casos confirmados.
Para el máster en salud pública, el doctor Freddy Espinoza Cruz, una de las características de este régimen ha sido la centralización de la información y esto se ha acentuado en el contexto de esta pandemia global, por eso sostiene que “tenemos que poner en tela de duda toda la información que se nos está proporcionando, no sólo en términos de la poca claridad y confusión que genera, sino en término de la epidemiología esperada y del comportamiento de la pandemia en países tan próximos en la región”.
Espinoza Cruz, señala que desde la aparición de los primeros casos en países vecinos como Costa Rica y Honduras, las curvas han sido ascendente, principalmente a las dos o tres semanas de confirmado el primer caso, lo cual “obedece al comportamiento esperado por el tipo de pandemia, por el grado de estrago que causa en términos de propagación, de contagios y de la letalidad que tiene”.
Para la doctora Jamileth Alegría Artola, máster en salud pública y consultora independiente con agencias internacionales, el gobierno de Daniel Ortega quiere transmitir que están en control de los casos y que todos son importados, “que son captados inmediatamente y que el paciente contagiado no logró contagiar a más personas”.
Sin embargo, esto sólo es posible corroborar con el testeo, lo cual a consideración de la doctora Alegría, no se está haciendo, lo que da entender que “el muestreo o la búsqueda que se está haciendo en el país, es sólo a los casos que tienen la sintomatología, aquellos que presentan fiebre, dolor de cabeza, tos seca”.
A los pacientes contactos, se supone que los mantienen en cuarentena domiciliar y no le hacen prueba de detección temprana de covid-19, destaca la especialista en salud pública.
“Si no hacemos búsqueda mediante las muestras, toma de muestras a casos contactos, casos sospechosos, entonces siempre la información va a ser poca.”
Al generar información confusa y poco transparente, el régimen de Ortega y Murillo “trata de desconocer que ya en Nicaragua lo que tenemos es una transmisión comunitaria”, alerta el doctor Espinoza Cruz; es decir, contagio que se ha producido por una persona que no vino del exterior, que no tuvo contacto con ninguna persona cercana a uno de los casos que el MINSA sostiene son importados.
Cuando ya hay un escenario de transmisión comunitaria, ya existen protocolos, guías, las decisiones que hay que tomar en términos de gobierno o de Estado son diferentes, apunta el especialista.
“Comenzar a testear la mayor cantidad de población posible, considerar a toda persona con una afección respiratoria como un potencial sospechoso para covid-19, pienso que es ahí donde tendría una razón de ser, la utilidad de las 26 mil pruebas de detección temprana que donó el BCIE a Nicaragua”, concluye.
Consultado por el diario La Nación de Costa Rica, el doctor Álvaro Ramírez, ex director nacional de vigilancia de Epidemiología durante el gobierno de Violeta Barrios de Chamorro, prevé que Nicaragua enfrente un ascenso exponencial agudo en su curva de contagios, similar al que sufren Ecuador y República Dominicana.
En ambos países, al inicio se registraron pocos casos positivos, pero después de los quince días, la curva de contagios creció de súbito.
Proyecciones del propio Ministerio de Salud (MINSA), calcula que puede haber 32,500 afectados o contagios en un periodo de seis meses desde que el virus ingresó al país, de ellos el 75% podrían ser casos leves o moderados y 25% casos graves.
La proyección reportada en un informe “confidencial” preparado para Bancos Multilaterales de Desarrollo por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el MINSA establece que si se toma como referencia una tasa de letalidad de 2.5%, el número de fallecidos podría rondar las 813 personas.