La persecución religiosa también golpea a los protestantes en Nicaragua

Aunque el mayor objetivo del régimen ha sido la Iglesia católica, tampoco los protestantes se libran de la represión.

  • San José, Costa Rica
  • 8:27 am
  • Dic 21, 2023

Fieles protestantes celebran el día de la Biblia durante la inauguración del parque de la Biblia en Ciudad Sandino el 30 de septiembre de 2023

El 19 Digital
República 18

La persecución del régimen sandinista contra la Iglesia católica ha sido la forma más prevalente de represión contra la libertad religiosa desde que inició la crisis sociopolítica en abril de 2018, pero el catolicismo no se trata del único objetivo religioso del sandinismo.

En Nicaragua: una Iglesia perseguida, informe elaborado por la abogada e investigadora Marta Patricia Molina y que documentó 667 ataques contra la Iglesia católica a partir de 2018, se identificaron 70 ataques en contra de organizaciones y personas protestantes en el mismo periodo.

“Vigilancia gubernamental, acoso y amenazas” en contra de las comunidades protestantes fueron registradas en el último informe sobre libertad religiosa del Departamento de Estado de los Estados Unidos. “Muchos líderes protestantes aseguraron que, al carecer de redes de apoyo, son más reacios a reportar la represión del gobierno”, asegura el documento.

Según el informe del Departamento de Estado, trabas administrativas ligadas a la represión sandinista, así como al cierre de unas 3 mil organizaciones no gubernamentales, llevó a iglesias protestantes a cerrar o a fusionarse con otras iglesias para mantenerse a flote dada la falta de donantes.

Desde 2018

A principios de la crisis, en 2018, la represión alcanzó a pastores que se pronunciaron en contra de la violencia del régimen sandinista. Algunos tuvieron que exiliarse, como fue el caso de Ángel Gahona, padre del periodista del mismo nombre asesinado el 21 de abril de 2018 mientras cubría la represión sandinista en Bluefields; unos 21 pastores han debido exiliarse debido a la persecución sandinista, según señala el informe de Molina.

Tomás Maldonado, pastor y militar retirado del Ejército Popular Sandinista que denunció la participación del Ejército en la fase más violenta de la represión en 2018 (la temible “Operación Limpieza”), fue encarcelado el 28 de agosto de 2018 y liberado con la amnistía de junio de 2019. El pastor falleció por neumonía en 2021.

Otro pastor encarcelado por razones políticas fue Wilber Pérez, condenado a 12 años de prisión en marzo de 2021 y desterrado en febrero de 2023 en el grupo de 222 presos políticos enviados a Estados Unidos, pero con la nacionalidad revocada y sus propiedades en el país confiscadas, a razón de ser fichados por el régimen sandinista como “traidores a la patria”.

Clausuras y confiscaciones

En 2021, dos medios de agenda protestante vieron sus licencias revocadas: el Canal 21 (Enlace, que operaba desde 2008) y la estación de radio Nexo. Ambos medios estaban ligados al pastor y ex-candidato a la presidencia, Guillermo Osorno, y fueron cerrados a raíz de declaraciones del religioso denunciando fraude en las votaciones presidenciales de ese año.

Pastores evangélicos del Distrito IV de Managua reunidos con candidatos sandinistas previo a las votaciones de 2022. A pesar de la represión contra organizaciones protestantes opositoras, algunos pastores han expresado apoyo al gobierno sandinista de Daniel Ortega. Foto: Redes Sociales

Otros medios protestantes cerrados fueron la radio evangélica Emmanuel, la radio de las Asambleas de Dios (ambas el 15 de agosto de 2022), así como canceló la personería jurídica de la casa de estudios superiores de inspiración protestante, la Universidad Martín Lutero, y de varias otras organizaciones que regentaban iglesias y misiones protestantes en el país, incluyendo el orfanato Casa Bernabé en mayo de 2023.

Casa Bernabé dependía de la Asociación Misión Cristiana Verbo, que operaba en Nicaragua desde 1995 y vio su personería jurídica cancelada el 19 de mayo de este año. La organización administraba una red de 27 templos en el país. Seguido de su cancelación, el régimen sandinista confiscó todas las propiedades de la organización.

En total, el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca+ estimó en un informe publicado en agosto de este año que 240 organizaciones no gubernamentales de agenda o inspiración protestante habían sido clausuradas por el régimen sandinista, parte de un total de hasta 3500 organizaciones desde que inició la crisis en 2018.

Además, como parte de su prohibición general de actividades y manifestaciones públicas no alineadas al partido, el régimen sandinista impidió la celebración del día de la Biblia, anualmente celebrado en el domingo más cercano al 30 de septiembre por varias denominaciones protestantes en Nicaragua.

Nadie se salva

Incluso las organizaciones evangélicas que colaboraban con el régimen sandinista no están exentas de ser blancos. El pasado 17 de diciembre, 12 personas ligadas a la iglesia “Puerta de la montaña”, una misión evangélica estadounidense, fueron detenidas por la Policía Nacional, acusadas de lavado de dinero.

Lea además: Policía detiene a 12 evangélicos acusados de lavado de dinero. Esto se sabe de ellos

La Policía alega que Bruce Wagner, propietario de una compañía de aviación y dueño de la organización evangélica “Sacudiendo las Naciones” en Estados Unidos, a quien acusan de lavar dinero a través de dos ciudadanos en Nicaragua, quienes fungían como representantes legales en el país.

Al igual que muchas iglesias de alto perfil internacional (como el caso de Casa de Dios del pastor guatemalteco Carlos “Cash” Luna, quien enfrenta acusaciones de corrupción en Guatemala), Puertas de la Montaña había celebrado eventos religiosos masivos con aval del régimen sandinista, algo que a la Iglesia católica le fue prohibido incluso en Semana Santa y la tradicional celebración de La Purísima.

Esto no detuvo a la Policía sandinista de iniciar este proceso penal que, a pesar de la colaboración del gobierno con las actividades de la iglesia, aseguran se lleva a cabo desde 2013, cuando la organización hizo presencia en Nicaragua. Así queda en evidencia que la represión en Nicaragua sólo responde a un criterio: la voluntad del liderazgo del Frente Sandinista.