Costa Rica retracta controversial política migratoria que exigía visa a hondureños
Los liderazgos de ambas naciones discutieron además la situación de inseguridad que enfrenta la región
El gobierno costarricense suspendió un reglamento que exigía a ciudadanos hondureños, alegando razones de seguridad nacional, el visado para entrar al país el pasado martes, 24 de octubre, luego de haberlo mantenido durante más de una semana, desde el 10 de octubre. Esto ocasionó que el gobierno hondureño replicase exigiendo el mismo requisito a ciudadanos costarricenses, generando un conflicto que afectó el comercio entre ambos países.
La decisión vino luego de una reunión entre la presidencia costarricense y una delegación hondureña, compuesta por ministros de seguridad, vicecancilleres y jefes de las autoridades migratorias de ambas naciones, todos reunidos en la Casa Presidencial en San José.
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“Ya solucionamos el problema y lo solucionamos de una manera mucho mejor que teniendo visas”, declaró el presidente costarricense, Rodrigo Chaves, refiriéndose a un acuerdo en el que, en sus propias palabras, “ya no se ocupan visas, sea viajero por avión, transportista, diplomático, sea quien sea de ambos pueblos”.
Ahora los ciudadanos de ambas naciones deberán presentar un registro de sus antecedentes penales para ingresar al territorio del otro país. Transportistas con identificación emitida en algún país centroamericano y diplomáticos quedan exentos de este requisito.
Según el propio Chaves, este acuerdo se trazó vía telefónica con su homóloga hondureña, Xiomara Castro, el lunes, 23 de octubre. El vicecanciller hondureño, presente en la reunión de este martes, celebró los acuerdos ante la prensa costarricense.
Año sangriento en Costa Rica
“Podemos encontrar de manera eficiente, respetando las necesidades de cada país, una solución que sea para el beneficio de nuestras poblaciones” ante “el problema de seguridad que aqueja no solo a Honduras y Costa Rica, si no a toda la región“, declaró Torres.
“Establecimos protocolos más estrictos para filtrar a los malos y darle la bienvenida a la gente buena, que es la mayoría de la población de ambos países”, afirmó Chaves, quien preside sobre una crisis de violencia y criminalidad sin precedentes en el país más desarrollado de la antigua unión centroamericana.
Pero el presidente no especificó las medidas que se tomarán como parte de su estrategia acordada con Honduras “para no alertar a los criminales”.
Los asesinatos en Costa Rica han aumentado un 60% en la última década de la mano de bandas de narcotraficantes que se disputan el país y recientemente llegaron a los titulares por episodios de crueldad y carnicería desconocidos para el país centroamericano reconocido por su cultura de paz y democracia.
El año pasado, las autoridades costarricenses registraron la cifra más alta de homicidios en su historia, unas 656 muertes violentas. Para este 2023, se prevé que la cifra alcanzará los 900 si el ritmo no baja. Desde el inicio de enero y hasta el 22 de septiembre, Costa Rica contaba 655 homicidios, apenas un caso por debajo del récord establecido el año pasado.
El país está en estado de emergencia nacional por la situación de inseguridad desde el pasado 5 de octubre.
