Asamblea ratifica propaganda de Murillo: “abril, mes de la paz”
La Asamblea Nacional bajo control sandinista oficializó el discurso del régimen aprobando la “Ley que declara a abril como mes de la paz”, en un intento por “reescribir una historia que ya fue escrita, lamentablemente, con sangre de muchos nicaragüenses”.
Las madres nicaragüenses que perdieron a sus hijos en 2018 viven un luto permanente y siguen exigiendo justicia.
Siguiendo la pauta mediática de la vicepresidente Rosario Murillo, la Asamblea Nacional de Nicaragua, bajo control del régimen sandinista de Daniel Ortega, aprobó la “Ley que declara a abril como mes de la paz, consagrándolo patrimonio del pueblo” este lunes, 8 de abril, en un intento de borrar la memoria del estallido social de abril de 2018.
La iniciativa fue presentada “con carácter de urgencia“, según enfatizaron medios oficialistas, y fue aprobada con 89 de 92 votos, sin oposición. Explícitamente, los diputados mencionaron “las acciones terroristas con las que se intentó dar un golpe de Estado en el país durante el año 2018” previo a aprobar la medida.
“Lo que buscan es reescribir la historia, tratar de transformar la narrativa que llega a las nuevas generaciones, como esas que no se involucraron en abril o que apenas están llegando 6 años después a la adultez”, dijo Édgar Blanco, presidente de Acción Universitaria.
“Pretenden reescribir una historia que ya fue escrita, lamentablemente, con sangre de muchos nicaragüenses. Terriblemente, quieren cambiar la verdad, implantar su verdad y quieren tratar de adoctrinar a la población”, agregó Blanco.
Desde inicios de mes, la vicepresidente y vocera del gobierno, Rosario Murillo, venía designado al mes como tal, por lo que esta nueva ley estaría meramente oficializando la propaganda ya difundida por Murillo en sus alocuciones cotidianas. Los esfuerzos de borrar los acontecimientos de 2018 tampoco son recientes. En 2023, Murillo declaró el 19 de abril “día nacional de la paz”.
“Esos momentos terribles, funestos, en particular, llenó de vitalidad, de vigor, de orgullo nacional, frente al servilismo de los que no son nicaragüenses, frente a los imperios, a los yanquis, enemigos de la humanidad, la mano de Dios que dijo, ¡basta! y que llenó de fuerza nuestras almas”, declaró Murillo a principios de mes.
“Pero hay todo un pueblo que pide justicia y que cree que no debe haber impunidad; que se debe juzgar a los criminales y que, además, sigue exigiendo democracia y no está cansado de pedir democracia, justicia y libertad para Nicaragua”, concluyó Blanco.
Según diversos organismos independientes, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la represión sandinista dejó 355 muertos en 2018, cuando fue desatado un régimen de represión que sólo se ha recrudecido en los años posteriores. Tales actos constituirían crímenes de lesa humanidad, según apuntó Naciones Unidas por medio de un grupo de expertos.
