La historia del médico nicaragüense que triunfó en Sonora, México

Salió de Nicaragua en 1975 para estudiar medicina y no pudo retornar al país más que de visita en 1989. Sin embargo, logró éxitos en su carrera en México

  • 4:16 pm
  • Oct 30, 2023
República 18

Aunque no estaba en sus planes originales quedarse en México luego de estudiar medicina, hoy en día el doctor Jorge Cardoza Amador recuerda su trayectoria como médico y docente en el Estado de Sonora, México.

Cardoza Amador se convirtió en el primer nicaragüense en convertirse en Jefe del Departamento de medicina de la Universidad del Estado de Sonora y en ser el Director Médico del Hospital General del Estado de Sonora. Es, además docente y fotógrafo, a raíz de la influencia de su papá, el doctor Alfredo Cardoza Solórzano.

En 1975 abandonó Nicaragua para estudiar medicina en Guadalajara, México, aunque posteriormente, debido al contexto sociopolítico de Nicaragua a raíz del triunfo de la Revolución Sandinista, el Servicio Militar Obligatorio, entre otros factores, consideró que lo más conveniente era permanecer en suelo mexicano, donde posteriormente conoció a quien se convirtió en su esposa.

El 18 de octubre de 2023, el Hospital General del Estado de Sonora dedicó la cuadragésima segunda jornada médica a l doctor Jorge Cardoza Amador por su trayectoria en el hospital.

Además, actualmente, de sus tres hijos, dos son médicos con especialidad y una es psicóloga con amplia trayectoria en temas de niñez y educación.

El doctor Cardoza Amador llegó a México en 1975, a pocos años del terremoto que destruyó Managua en 1972. Foto: Cortesía.

48 años fuera de Nicaragua

Cardoza Amador aseguró que una de las cosas que más extraña es la comida y la familia.

“Lo que más se extraña es la comida, pero hay una comunidad de nicaragüenses muy afectuosa que no es muy grande. En diciembre nos juntábamos para hacer la gritería”, aseguró.

“Uno extraña también mi familia. Mis padres ya fallecieron, pero eran mi motor para ir dos o tres veces al año a Nicaragua. La familia es lo más importante. Ahora no podemos ir porque está la situación difícil para estar entrando y saliendo”, recordó.

Los inicios de la vocación

Cardoza Amador descubrió su vocación al ver el ejemplo de su padre, Alfredo Cardoza Solórzano, quien fue uno de los primeros médicos de la Ciudad de Managua, Nicaragua.

“Mi papá se hizo médico con mucho esfuerzo con el gran apoyo de mi mamá. Él era un médico reconocido, apolítico y extraordinario. Cuando lo veo retrospectivamente, me doy cuenta que era algo excepcional”, contó Cardoza a República 18.

“Desde siempre quise estudiar medicina. Pensé que iba a ser cirujano como mi papá, pero igual le dio gusto cuando le dije que mis hijos iban a estudiar medicina”, refirió.

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Salió de Nicaragua a los 17 años con las “imágenes frescas” del terremoto de Managua de 1972. En México, se encontró con un pequeño grupo de exalumnos del Instituto Pedagógico de Managua que también optaron por la carrera de medicina.

“Al terminar mis estudios tenía la intención de regresar a Nicaragua, pero la fecha de retorno era julio de 1979 y mi papá tuvo miedo que lo hiciera porque la situación estaba muy confusa en el país con el triunfo de la Revolución”, aseguró.

El doctor Cardoza Amador también ha sido un apasionado por la fotografía. Foto: Cortesía.

Posteriormente, conoció a su esposa, María Eugenia Encinas con quien se casó en 1981 y pidió a la Universidad que lo trasladaran a Hermosillo, en el Estado de Sonora en México, para hacer su Servicio Social en el Centro de Salud Domingo Olivares, el más grande de la localidad.

“Tuve la fortuna de relacionarme con médicos importantes y fue un año más de aprendizaje práctico. Aprendí de tres grandes maestros que tenían una experiencia enorme que me enseñaron con mucha amabilidad. Después me tocó verlos como mis pacientes en el hospital”, afirmó.

Nacionalizarse para continuar con sus estudios

Cardoza aseguró que por muchos años tuvo el pasaporte nicaragüense, puesto que el trámite de naturalización era muy complejo, si bien necesario para estudiar posgrados.

“En el año que fui a aplicar a la especialidad como nicaragüense dijeron que no querían extranjeros. El proceso de naturalización tardó como tres años y medio, tiempo que tuve que esperar”, relató.

Su ascenso como Director Médico

Cardoza relató que se preparó como internista por cuatro años en el Hospital General del Estado de Sonora y que posteriormente quedó laborando como especialista sin sueldo por un año, hasta que se abrió la posibilidad de obtener un sueldo simbólico.

“Estuve cuatro años de médico residente y luego 32 años más como médico especialista. Empecé en 1988 hasta 2020, año de la pandemia. Me fue bien porque después de terminar la especialidad me quedé en el hospital. Luego me tocó ser responsable del área de medicina interna cuando el doctor Néstor Ramos se envejeció. Me nombraron jefe de la división”, relató.

Aseguró que después tuvo la oportunidad de ser Director Médico del Hospital General del Estado de Sonora por seis años.

La escuela de medicina en la Universidad de Sonora

En 1996, un académico de la Universidad del Estado de Sonora le consultó su opinión de instalar una escuela de medicina en Hermosillo y posteriormente, fue invitado a formar parte del Comité organizador para preparar la instalación de la escuela.

En el Centro de estudios superiores colaboró como docente y en 2018 se abrió la oportunidad para ser nombrado jefe del Departamento de Medicina.

“En octubre de 2018 se abrió convocatoria para el Jefe del Departamento de Medicina, Ciencias Biológicas y de la Salud de la Universidad, porque quien estaba a cargo, el doctor Norberto Sotelo Cruz, falleció. Se convocó a elecciones extraordinarias, me invitaron a participar y resulté electo”, señaló.

Sin embargo, recuerda que las clases en línea a raíz de la pandemia fue uno de los episodios más complejos en su vida como docente.

“Ahí estuve hasta finales de septiembre de 2022. Me tocó hacer muchas cosas como estructurar las clases en línea. Se daban las clases con las mejores voluntades, pero con un grado de dificultad muy alto por dar clases en línea”, refirió.

“Creo que las universidades también requieren relevo generacional. Tuve la fortuna de que mi hijo menor, que ahora es internista, fuera mi alumno en la Escuela de Medicina y luego diera clases en la universidad”, añadió.

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El retiro a raíz de la pandemia

2020, año de la pandemia de la Covid-19, significó su separación del hospital en el que entregó más de tres décadas de su vida profesional.

“A los médicos que teníamos más de 60 años nos pidieron que nos retiráramos y que nos fuéramos a la casa. Les convenía que nos fuéramos para contratar médicos jóvenes y creo que el relevo generacional es fundamental y que el mayor se quede como consejero”, expresó.

“Por la pandemia, me dijeron que podía tramitar mi jubilación por haber cumplido los más de 30 años que se requerían para concluir el servicio, pero no me contaron los cuatro años de residencia. No tengo nada de que quejarme, he dado lo mejor de mi en todos los puestos. Tengo una familia de la que me siento muy orgulloso y mi esposa y yo somos felices”, comentó.

Un homenaje en reconocimiento a su trayectoria

En el marco de la cuadragésima segunda Jornadas Médicas del Hospital General del Estado de Sonora, las autoridades dispusieron dedicarlo con el nombre “Dr. Jorge Isaac Cardoza Amador” en reconocimiento a su trayectoria en el hospital.

“Hace un mes me habló el doctor del hospital y me preguntó si aceptaría recibir el nombramiento de las jornadas médicas y desde hace tres años no se hacían por la pandemia. Me sentí halagado y que todavía me faltaba para que me tocara a mi, pero fue una ceremonia muy bonita”, comentó.

“Un par de médicos que me dieron clases hicieron una semblanza y hablaron sobre como era Nicaragua. Le hablaron a mis hijos para pedirles fotos de mi vida en Nicaragua y la época universitaria”, relató.

Finalmente aseguró que ha dado lo mejor de si en su trayectoria como médico y en el ámbito familiar, y dice sentirse afortunado.