Nicaragüenses tienen pocas esperanzas para el futuro, revela el Barómetro de las Américas

La décima ronda del Barómetro de las Américas (2023) también reveló que más del 50% de los nicaragüenses tiene intenciones de dejar el país en busca de mejores oportunidades.

  • San José, Costa Rica
  • 8:17 am
  • Mar 5, 2024

Nicaragua tiene a cerca del 10% de su población viviendo en otros países y es uno de los principales receptores de remesas de América Latina, según la CEPAL.

UN News
República 18

El adelanto del informe bianual del Barómetro de las Américas, elaborado en base a encuestas masivas por el laboratorio LAPOP de la estadounidense Universidad Vanderbilt, arrojó preocupantes datos que apuntan a que un 56% de los nicaragüenses tiene intención de dejar el país, según comunicaron investigadores de la institución en conferencia el pasado lunes, 4 de marzo.

De ese 56% con intención de migrar, el 23% ya tiene todo preparado para irse, según explicaron María Fernanda Boidi, directora de trabajo de campo del LAPOP Lab. y José Miguel Cruz, autor del reporte preliminar con los hallazgos sobre Nicaragua.

Lea además: ¿Se sienten seguros los migrantes y refugiados nicaragüenses en Costa Rica?

Las encuestas del Barómetro abarcan 26 países con un mínimo 1500 entrevistas por país. Las entrevistas cubren temas económicos, de seguridad, de valores políticos, entre otros temas, y se realizan cara a cara con la excepción de Haití y Nicaragua por motivos de seguridad.

En ambos países los encuestadores del Barómetro optaron por entrevistas telefónicas, lo que limitó la cantidad de información recopilada, según explicó Cruz. El universo de encuestados estuvo compuesto de adultos con edad de votar usuarios de teléfonos celulares y las entrevistas se desarrollaron entre junio y julio de 2023.

Una imagen gris

Una serie de indicadores apuntan a hacia este preocupante indicar, explicaron los expertos. Para empezar, la mayoría tiene pocas esperanzas para el futuro (27% no espera nada bueno a futuro; 36% bueno a futuro; en 2023). 3 de cada 4 tiene miedo de hablar de política, incluso entre amigos (74% en 2023).

37% cree que el cambio es imposible; 27% cree que el voto puede cambiar las cosas; datos mucho más pronunciados que en el resto de la región. Asimismo, 1 de cada 3 nicaragüenses fue víctima de la delincuencia, casi igual que en 2021 pero mucho más pronunciado que en el pasado.

Los resultados de victimización en Nicaragua se asemejan a los de Argentina y Ecuador, dos países que atraviesan crisis de criminalidad e inseguridad, encontró el Barómetro.

Nicaragua tiene, pues, una de las tasas más bajas de apoyo a su sistema político de la región, sólo por encima de Haití, Perú y Trinidad y Tobago. Costa Rica y El Salvador muestran 78% y 77% respectivamente, el primero por su larga tradición democrática y el segundo por el efecto de la guerra de Nayib Bukele contra las pandillas.

El mismo tiempo, la represión sandinista indica que 3 de cada 4 nicaragüenses teme hablar de política, incluso en privado. Inversamente, el Barómetro notó que “son cada vez más proclives a expresar su descontento con el sistema político” cuando son consultados.

En su intento por mantener el control absoluto del país, el régimen sandinista ha minado la confianza de la población en su gestión.

Estos resultados dejan claro que los nicaragüenses desde hace años no confían en la gestión del régimen sandinista. Cruz explica que el rechazo empezó en 2018, con el advenimiento de la crisis sociopolítica propiciada por la violencia sandinista. Previo a la crisis, “muchos se beneficiaban o decían beneficiarse del crecimiento económico de la década de 2010 y estaban relativamente satisfechos”, explicó Cruz.

Ahora la amplia mayoría de los nicaragüenses no expresa ninguna confianza en el presidente. Sólo un 34% dijo que confiaba en Daniel Ortega, con una amplia caída desde antes de la crisis (cuando estaba en 65%). De igual manera, sólo 29% dijo confiar en la Asamblea Nacional, controlada por el sandinismo, y sólo 31% confía en la Policía y en la justicia del país.

De igual forma sólo 31% confía en las elecciones convocadas por el régimen sandinista. En los últimos comicios (Municipales 2022, Regionales 2o24) el régimen sandinista, por medio del cooptado Consejo Supremo Electoral (CSE), otorgó a Frente Sandinista suficientes votos como para apoderarse de todas las alcaldías y extender el control político absoluto sobre el país.

Salvo la Iglesia católica, el Barómetro detectó una disminución constante en la confianza de la población en todas las instituciones políticas del país. Los descontentos con la gobernanza y la economía se acumulan sobre una población cada vez más asidua al pensamiento del liberalismo político, contrastando con un régimen decidido a cerrar los espacios cívicos y suprimir la protesta.