Profanar tumbas es un delito penado de 1 a 3 años de prisión en Nicaragua

Tras la profanación de la tumba de Gerald Vásquez López, joven asesinado durante el ataque perpetrado el 14 de julio de 2018 por agentes de la Policía Nacional y fuerzas parapoliciales contra la Parroquia Divina Misericordia en Managua, la Asociación Madres de Abril (AMA) se pronunció ante el retorno de esta terrible práctica contra la memoria de las víctimas.

Susana López, madre de Vásquez, difundió a través de la organización las imágenes de la tumba derrumbada y con claros signos de vandalismo. Así fue como la descubrió cuando fue a visitarla ayer, 25 de mayo, para conmemorar el que sería el 25 cumpleaños de su hijo.

En un comunicado oficial, AMA condenó el ataque como un “acto de odio debido a su reclamo de justicia tras cinco años del asesinato de su hijo”.

Ya en 2019 AMA enfrentó y denunció las pintas ofensivas e intimidatorias que en las tumbas de otras víctimas habían dejado simpatizantes del gobierno sandinista, señalado por organismos internacionales de ser responsable crímenes de lesa humanidad en el contexto de la crisis de 2018.

Ese año también hubo pintas y mensajes de odio en las casas de personas opositoras al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

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“Son los sandinistas”

“Es un delito. Están cometiendo un delito contra la paz de los difuntos” dijo a República 18 Azucena López, integrante de AMA. “Indignan estas acciones que hacen personas sandinistas, porque son los sandinistas los que mandan a hacer eso” señaló López.

“Ya no respetan ni siquiera donde descansan en paz las personas. Es un crimen lo que están haciendo y, como es una dictadura, nadie va a responder por eso, más porque ellos llamaban a nuestros hijos ‘golpistas’, ‘delincuentes’, pero nosotros como madres sabemos que no eran delincuentes ni terroristas” señaló López.

Los artículos 190 y 191 del Código Penal de la República de Nicaragua tipifica como delito de “violación de tumbas”, a la profanación de bóvedas y se castiga con una pena de entre 1 y 3 años de prisión.

Sin embargo, no se ha informado de ninguna investigación al respecto, como tampoco la hubo cuando en años anteriores simpatizantes del régimen de Daniel Ortega dañaron la integridad de las tumbas.

“Nos solidarizamos con la familia de Gerald, demandamos su derecho a la Memoria” declaró la organización a través de sus redes, denunciando además que “las familias de AMA somos víctimas de constante acoso, asedio, destierro y de múltiples violaciones a nuestros derechos humanos, incluyendo el impedimento de vivir nuestros duelos”.

“¡Es un sacrilegio lo que están haciendo!” exclamó López.

Madres seguirán exigiendo justicia

Por su parte, Lizeth Dávila, madre de Álvaro Conrado, otro joven asesinado en el contexto de la represión del régimen, e integrante de AMA, considera que “es una gran ofensa” y que siente “impotencia porque no se puede hacer nada”.

“Duele, molesta; una como madre se pregunta: ¿no les bastó con asesinar a tu hijo?“

“No los dejan descansar en paz. Para ellos es satisfactorio continuar haciéndole daño a alguien que no les representa ningún peligro. ¿O acaso quieren mandar algún mensaje? No lo sabemos” expresó Dávila, ofreciendo su solidaridad con la madre de Vásquez y recordando que, como madres, “no perdonan ni olvidan lo que hicieron con sus hijos”.

“Hagan lo que hagan, nosotras seguiremos exigiendo y buscando la ruta de la justicia sin impunidad por los asesinatos cometidos por la dictadura Ortega-Murillo en Nicaragua. Nos arrebataron lo más preciado que tenemos, que son nuestros hijos, y no nos van a callar” declaró.