“Bellas Nicaragua”: bisutería para subsistir en el exilio

“Bellas Nicaragua”, es el nombre que un grupo de mujeres dieron a un nuevo proyecto surgido en el exilio. Todo inició con la idea de poder sobrevivir, mientras estén en Costa Rica.

  • 12:00 pm
  • Feb 13, 2020
comunidad LGBTIQ
República 18

“Bellas Nicaragua”, emprendimiento de un grupo de mujeres y hombres exiliados, ponen en práctica sus habilidades manuales para tratar de mejorar su vida.

Sobrevivir en el exilio, ha sido como una segunda lucha para miles de nicaragüenses que tuvieron que huir de las garras del régimen de Ortega-Murillo. El emprendimiento ha sido una opción, para un grupo de mujeres, que han decidido hacerle cara a las dificultades que implica vivir fuera de su país; vender bisutería es la herramienta que escogieron para obtener ingresos y poder auto sostenerse, mientras esperan el ansiado retorno a Nicaragua.

“Bellas Nicaragua”, es el nombre que un grupo de mujeres dieron a un nuevo proyecto surgido en el exilio. Todo inició con la idea de poder sobrevivir, mientras estén en Costa Rica. Es así, que otras compatriotas que residen en el vecino país, decidieron apoyarlas. “Surge como una manera de salir adelante en el exilio, porque es muy difícil encontrar un trabajo aquí. Un grupo de nicaragüenses residentes, nos ayudaron a conseguir materiales y una maestra. No es mucho lo que se saca, pero, por lo menos para comprar materiales, auto sostenernos y darnos a conocer”, dijo Madison Hernández, miembro del equipo de mujeres emprendedoras.

Las personas que tomaron el curso y que ahora forman parte de “Bellas Nicaragua” y se dedican a vender los productos que elaboran, son mujeres desempleadas y algunos hombres, provenientes de distintos puntos del país. Elaboran collares, pulseras o aretes, pulseras de hilo y bordados de lentejuelas, que venden a precios módicos en ferias, a vecinos y amistades.

También cuentan con una página en Facebook y esperan a futuro, que “Bellas Nicaragua” pueda crecer, aunque dentro de sus expectativas está regresar a Nicaragua.

Emprendimiento para sobrevivir

Flor Marilia, es una de las mujeres que forma parte del proyecto “Bellas Nicaragua”. Se exilió en Costa Rica, huyendo de la agresión y la falta de derechos fundamentales que se vive en Nicaragua. Ella es de Managua y era profesora de Literatura, Oratoria y Teatro en la Universidad Thomas More. Nos confía, que desde que llegó a San José, se ha dedicado a “sobrevivir”.

“Queremos arrancar así por cuenta propia, sin ningún apoyo de alguna institución, más que el apoyo de los amigos nicaragüenses que se encuentran en el exilio”.

Ella, junto a otras compañeras, han tenido que vender sus productos en calles y ferias, se mezclan entre la población costarricense, para vender sus productos a escondidas, “lo tenemos que hacer de manera clandestina”, señala Flor Marilia, debido a que, su condición de exiliadas, no les permite pagar los altos impuestos que establece la municipalidad.

Estas mujeres emprendedoras, piden apoyo a los organismos encargados de ayudar a los exiliados, para que se les pueda garantizar un local alquilado, a un precio acorde a sus ganancias. En este local, otros exiliados nicaragüenses que no cuenten con un trabajo estable, podrían llegar a vender sus productos. Solicitarán capital semilla, para comprar los utensilios y materiales que necesitan para elaborar su bisutería o los bordados. “Se tiene que iniciar de cero, la mayoría de los migrantes entramos con una mochila, no tenemos más que eso”, dijo por su parte María, quien también elabora bisutería.

Zeneyda García, es la encargada de capacitar al grupo de mujeres y hombres de “Bella Nicaragua”. Zeneyda, es nicaragüense residente en Costa Rica, desde hace unos años atrás.

“Este proyecto nace, por la situación que estamos pasando las mujeres en el exilio. Se trata de un proyecto de bisutería, con el que queremos que sean independientes y no esperen ayuda de nadie. Ya tenemos tres meses de estar con las clases y está resultando, porque ya están vendiendo lo que están produciendo”, dijo una de ellas.

En el exilio por tercera vez

Para Juana del Rosario Rodríguez, originaria de Managua, este taller de emprendimiento ha significado algo “muy importante, porque estamos tratando de aprender algo para sobrevivir en este país”. Ella es mayor de edad y debido a la dificultad para encontrar un empleo, decidió unirse al grupo de “Bellas Nicaragua”.

Éste, no es el primer exilio de doña Juana del Rosario. En 1979, antes que triunfara la Revolución Popular Sandinista, se exilió en la embajada de España en Managua con sus dos hijos, un hermano sandinista y una amiga. Luego de unos días, fueron llevados hacia Costa Rica en un avión Hércules del gobierno español, que transportaba a personas que huían de la guerra civil. Ahí permanecieron seis meses, para luego regresar a Nicaragua.

En los años 80, tuvo que vivir un segundo exilio, cuando soldados del Ejército Popular Sandinista (EPS), llegaron a buscar a su hijo de catorce años de edad, para que cumpliera su servicio militar. Ella no lo permitió y tuvo que salir nuevamente del país junto a su hijo, esta vez, hacia Guatemala. Este año, tuvo que salir por tercera vez de Nicaragua junto a sus hijos, debido a que giraron órdenes de captura en su contra, por haber participado en las marchas contra la represión policial de Daniel Ortega, desde abril de 2018.

“Prácticamente mi vida ha sido de migrante”, dice doña Juana, con una voz cansada por los años y lo vivido. “Pero espero en Dios que todo se componga y que la situación de nosotros mejore. Estamos viviendo aquí con miles de limitaciones, pero hay otros que la están pasando peor”.

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