Asamblea afín a Bukele aprueba reforma facilitando cambios a la constitución
Bukele había declarado, poco antes de su reelección, que no tenía intenciones de cambiar la constitución del país.
Nayib Bukele en la Asamblea Legislativa. Le acompañan Ernesto Castro, presidente del Congreso y Oscar López Jerez, presidente de la Corte Suprema de Justicia.
La Asamblea Legislativa de El Salvador fin al presidente Nayib Bukele aprobó reformar el artículo 248 de la constitución política que facilitaría y agilizaría otros cambios al documento rector del país, en sesión el pasado lunes, 29 de abril.
Según sus partidarios, el decreto busca ofrecer las “herramientas necesarias para enfrentar las realidades sociales que demandan los salvadoreños ante los cambios constantes que el mundo enfrenta de manera veloz”.
Con 66 votos a favor del partido oficialista Nuevas Ideas, liderado por el presidente Nayib Bukele, y 16 en contra de la oposición, la reforma al artículo permitirá realizar cambios al documento con el respaldo de tres cuartas partes de los diputados electos, en lugar de los dos tercios estipulados en el documento, vigente desde 1983.
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La reforma es la antesala de un cambio a la composición de la Asamblea salvadoreña tras las elecciones del pasado 4 de febrero. Con el traspaso a la siguiente (XIV) legislatura el próximo 1 de mayo, entrará en vigor la reforma aprobada en junio de 2023, que redujo el número de municipios en El Salvador de 262 a 44 y el número de diputados, en consecuencia, de 84 a 60.
En aquellas elecciones, Bukele logró más del 80% del voto y su partido se hará con 54 de 60 diputados. Es decir que Bukele, a través de la mayoría apabullante de Nuevas Ideas, tendrá amplio espacio para accionar y modificar el sistema político salvadoreño.
La preocupación de la oposición es que Bukele utilice estos nuevos poderes para perpetuarse junto a su partido en el poder.
Poco antes de haber sido reelecto, Bukele había expresado no tener intenciones de reformar la constitución salvadoreña, aunque había desestimado la prohibición constitucional a la reelección como “leyes de los hombres”, alegando que “el pueblo quiere otra cosa”.
El pasado mes de marzo, la Asamblea salvadoreña aprobó la vigésimo cuarta prórroga al régimen de excepción de Bukele, un mecanismo jurídico que suspende garantías procesales en nombre de la lucha que el mandatario emprendió contra las pandillas que agobiaban a los salvadoreños desde hacía décadas, tras una masacre perpetrada por pandilleros el 27 de marzo de 2022.
Aunque organismos defensores de derechos humanos y la oposición local han denunciado que el régimen de excepción vulnera a la población salvadoreña, El Salvador redujo drásticamente su problema de delincuencia organizada y el régimen se ha convertido en uno de los principales “logros” resaltados en la propaganda de Bukele.
