Misión de la OEA elogia elecciones en El Salvador, pero con serias reservas y preocupaciones

La Misión puso en evidencia una serie de flaquezas en la institucionalidad electoral salvadoreña.

  • San José, Costa Rica
  • 9:16 am
  • Feb 7, 2024

La tardanza del Tribunal Supremo Electoral a la hora de transmitir el resultado final fue criticada por la Misión de Observación de la OEA.

República 18
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La Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (MOE/OEA), enviada de manera escalonada desde el 25 de enero de 2024 para las pasadas elecciones presidenciales del 4 de febrero en ese país, arrojó resultados positivos sobre el proceso, si bien expresó serias preocupaciones sobre los antecedentes legales y la integridad democrática en el país centroamericano.

Las elecciones, que dieron por primera vez desde 1983 a un presidente la reelección inmediata, vieron a Nayib Bukele barrer con la oposición, con hasta un 85% del voto y una Asamblea Legislativa completamente dominada por su partido, Nuevas Ideas, que ocupará “como mínimo” 58/60 escaños en ese Poder del Estado, según anunció el propio Bukele por medio de su cuenta de Twitter antes del resultado oficial.

El Tribunal Electoral salvadoreño aún no ha dado datos preliminares y se reiniciará el conteo desde cero este jueves.

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La Misión no encontró casos de violencia en en el 98% de los 1143 centros de votación observados ni tampoco encontró evidencia de compra de votos y, aunque no fue admitida en en el Puesto de Mando Unificado para monitorear el proceso, sí eran verbalmente informados de todas las eventualidades.

En total, la Misión recibió 42 denuncias relacionadas con problemas y retrasos en el sistema de transmisión de resultados, negación de acceso a centros de votación, proselitismo y propaganda electoral en las inmediaciones de las JRV, restricciones al ejercicio periodístico en centros de votación, y agresiones contra periodistas por parte de simpatizantes partidarios, entre otras irregularidades.

Salvadoreños hacen cola para votar el día de la elección. La Misión de Observación de la OEA constató amplia participación.

También fueron estas las primeras elecciones en las que los salvadoreños en el extranjero pudieron ejercer su derecho al voto, algo que la Misión dado que, aseguran, “amplió y garantizó el derecho de las y los salvadoreños para sufragar“, siendo, en su opinión, las elecciones más participativas en la historia de ese país.

El proceso de transmisión de resultados fue particularmente problemático. “En algunos casos los kits llegaron a las JRV incompletos, sin materiales esenciales para iniciar la transmisión y con equipos tecnológicos (computadores, escáneres, impresoras, proyectores y módems) que no funcionaban” y el proceso se extendió a largas horas de la noche.

La transmisión fue deficiente y un sondeo de una encuestadora divulgado a eso de las 6:30 PM se convirtió virtualmente en la única información a la que tuvo acceso la ciudadanía la noche de la elección  y Bukele, a eso de las 8:00 PM, anunció su victoria con datos propios, “lo que pone en evidencia la imperante necesidad de fortalecer la institucionalidad electoral en El Salvador“, concluye el informe.

La Misión asegura que sus datos confirman la amplia diferencia entre el candidato ganador y otros candidatos en la contienda y “no dejan dudas sobre los resultados electorales de las elecciones presidenciales“.

“Las elecciones más pacíficas en años recientes”

El prefacio del informe preliminar de la Misión de la OEA fue dedicado a analizar la situación del estado de excepción, una política implementada por Bukele en marzo de 2022 que suspende ciertas garantías legales y que la administración considera necesaria para combatir a la delincuencia organizada, “las maras” que por décadas llevaban aterrorizando a El Salvador.

El estado de excepción se ha renovado periódicamente cada 30 días y ha supuesto la detención de hasta 78 mil individuos, en medio de denuncias de organismos de derechos humanos y un descenso visible de la violencia como corolario.

A pesar de haber recibido “expresiones frecuentes de parte de diversos actores políticos y sociales” alegando que el régimen de excepción generaba “autocensura por posibles represalias de parte del gobierno”, la Misión de la OEA “observó que las libertades de asociación y reunión se restablecieron en agosto de 2022, antes de que se convocara a elecciones en septiembre de 2023.

El presidente Bukele junto a su primera dama, Gabriela Rodríguez, luego de depositar su voto la tarde del 4 de febrero.

En términos generales, dichos actores pudieron participar en todas las etapas del proceso electoral“, expresa el informe. Aún así, la Asociación de Periodistas de El Salvador contabilizó 64 vulneraciones a la prensa entre julio de 2023 y febrero de 2024, en su mayoría de parte de funcionarios públicos.

El presidente Bukele se ha mostrado abiertamente hostil contra los periodistas, algo que fue evidente con el discurso del mandatario la noche de la elección, y ha contribuido a un ambiente de hostilidad contra la profesión denunciado por la propia prensa salvadoreña.

Pero la Misión “no recibió denuncias de parte de candidatos u organizaciones políticas sobre ataques graves o atentados en su contra durante la campaña pre-electoral” y sólo tuvo conocimiento de parte de la Fiscalía salvadoreña sobre “un caso de amenazas en contra de una candidata del partido Nuevas Ideas“, que fue investigado y atendido.

“Estas fueron las elecciones más pacíficas y seguras que la OEA haya observado en El Salvador en años recientes“, enfatiza la Misión, que constató presencia de fuerzas de seguridad y de órganos de control en el 95% de las 1143 juntas receptoras de votos visitadas por la Misión.

La polémica de la reelección

“La Misión observó el desarrollo de una campaña electoral atípica e inequitativa” con un TSE pasivo “ante las denuncias sobre la fiscalización del uso de recursos públicos y propaganda gubernamental para hacer campaña”, explica el informe.

Organismos de la sociedad civil “registraron que Nuevas Ideas concentró entre los meses de agosto a diciembre de 2023 el 98% del valor de la propaganda emitida por los partidos” lo que se tradujo en “una ausencia de debates robustos sobre ideas y propuestas entre los candidatos”.

Por otro lado, el asunto de la reelección llevó a la OEA a recordarle a la administración de Bukele que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha establecido que la reelección presidencial indefinida no constituye un derecho autónomo protegido por la Convención Americana sobre Derechos Humanos ni en el cuerpo jurídico del derecho internacional.

Bukele anuncia su victoria junto a su esposa en el Centro Histórico de San Salvador.

La constitución salvadoreña prohíbe expresamente la reelección en su artículo 152 y, aunque expresó no desear reformarla, Bukele se valió de una reinterpretación de la Sala de lo Constitucional (luego de haber destituido a los jueces y colocar a otros más cercanos a su causa) en 2021 para poder consumar la reelección.

La reinterpretación “fue cuestionada por voces internas y externas” y la Misión la cataloga de “políticamente controversial” y “derivada de un cuestionado entendimiento gramatical” que permite a Bukele solamente un periodo adicional consecutivo, por lo que la OEA reiteró que Bukele habrá de apartarse del poder luego de este mandato, que concluye en 2029, algo que el propio mandatario ha admitido.

Incluso si la mayoría de la población apoya a Bukele, y citando una Opinión Consultiva de la Corte IDH, la Misión mantiene que el proceso democrático “requiere de ciertas reglas que limiten el poder de las mayorías expresado en las urnas para proteger a las minorías”.