A 51 años del terremoto de 6.2 grados Richter que destruyó el centro de Managua, la capital nicaragüense, aun quedan “muchas lecciones” que aprender en temas de construcción. Los actuales sistemas estructurales, si bien permitieron mejorar la técnica, aun existen limitantes y malas prácticas para construir, especialmente en edificaciones domésticas.

La última vez que Managua se estremeció por sismos fue el 10 de abril de 2014, cuando se desató un enjambre sisimico a partir de un terremoto de 6,2 a las 5:27 pm, registrándose unas 661 réplicas. El enjambre duró hasta el 2 de mayo de 2014.

Una investigación sobre las fallas geológicas de Managua realizada en el 2002 por el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER) indica que en Managua existen 18 “grandes fallas” conocidas, entre ellas Mateare, Nejapa, Aeropuerto, Estadio y Cofradía. Ante esto, ¿podrá resistir la ciudad a un eventual sismo similar al del 23 de diciembre de 1972?

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El geólogo Eduardo Mayorga asegura que en 1972, el 90% de la construcción del antiguo centro de Managua colapsó debido a la mala calidad de los materiales. Por esta razón, asegura que depende de la calidad de estos la resistencia de una edificación a los sismos.

“Todos los que cumplen con el uso de materiales de calidad, no va a tener problemas con otro terremoto”, señaló Mayorga a República 18.

Mayoría de edificaciones domésticas no cumplen

Mayorga expresó que más de la mitad de las edificaciones domésticas no cumplen con la normativa de construcción.

“El 80% de las construcciones domésticas no cumplen con la norma. Es adverso a las construcciones comerciales, que un 20% no cumplen con la norma. En edificaciones menores, es grave, porque la gente está construyendo con malos materiales”, refirió Mayorga.

En junio de 2022, casi 50 años después del terremoto que destruyó la capital, el Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI) publicó la Norma Sismorresistente para la Ciudad de Managua, con base en un reglamento nacional de construcción que promulgó la misma institución en el año 2007.

La norma aplica para edificios habitacionales, comerciales, iglesias y de recreación.

“Es una norma muy exigente, con estándares internacionales pero que exige realizar un estudio de amenaza sísmica, que debe hacer un sondeo de 30 metros de profundidad”, señaló Mayorga.

Desde su experiencia como geólogo, Mayorga considera que en Nicaragua se aplican ciertos reglamentos de construcción, aunque no en la totalidad de edificaciones.

“Se aplica, pero hay debilidad en que algunas personas o empresarios se quieren saltar procedimientos para construir y no hacen los estudios de fallas.  El Estado tiene una responsabilidad de normar la construcción y eso está contemplado en los planes de desarrollo municipal. Pero, se sigue construyendo hasta en acuíferos”, señaló.

El arquitecto Leonardo Corea aseguró que Managua es una ciudad que, al haber perdido su centro en 1972, creció desordenadamente, incluyendo a zonas que tienen mayor cantidad de fallas geológicas.

Al respecto, Corea señala que además de la calidad de los materiales, influye mucho el diseño de la construcción.

“A partir de 1974, entró en vigor una normativa  con la que no se contaba para construir. Se recomendaban construcciones de un solo piso y fue cuando aparecieron de mayor manera las famosas “minifaldas”, dijo Corea, en referencia a las viviendas que tenían una construcción de concreto hasta un metro y a partir de ahí, seguía una parte de madera.

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Añadió que por esta razón, la ciudad volvió a crecer desordenada y sin edificios de varios pisos como los que existían en el antiguo centro.

Managua, una hondonada con fallas y acuíferos

Los suelos de Managua se originaron fundamentalmente de la actividad volcánica del Cuaternario, es decir, hace unos dos millones de años. En otras palabras, Managua es una hondonada plagada de fallas geológicas con varias capas de material volcánico y sedimentos encima, coronada con una ciudad, según el estudio de INETER de 2002.

A pesar de esto, la población nicaragüense continúa construyendo en áreas que no son adecuadas.

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“En el lado de Ciudad Sandino en su parte sur, hay una zona de acuíferos, al igual que en la parte norte. Al sur del Aeropuerto hay un acuífero y hay anomalías geotérmicas, porque hay aguas termales. Hay una urbanización que perforó su pozo y le salió agua termal”, remarcó Mayorga.

Construcción de calidad

Mayorga aseguró que es recomendable supervisar las construcciones y procurar, en la medida de lo posible, construir con materiales de buena calidad.

“Pasás veinte años recogiendo para hacer tu casa, lo hacés mal y en menos de un minuto perdés todo tu sacrificio. Le recomiendo a la ciudadanía que sopese entre la necesidad de construir con materiales baratos y la necesidad de que su esfuerzo dure más tiempo y resista a terremotos”, remarcó.