4% de la población nicaragüense se identifica como LGBTI+, según estudio
Según este estudio, al menos unos 240 mil nicaragüenses se identificarían como lesbianas, gays, bisexuales, etc.
Alrededor de 240 mil nicaragüenses, el equivalente a un 4% de la población, se consideran parte de la comunidad de personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales-Transgénero, Queer, etc., según un estudio de la encuestadora Cid Gallup realizado en septiembre abarcando países como México, Perú, Argentina y la región centroamericana.
El estudio contó con una muestra de 1200 adultos mayores de 18 años, con teléfono celular, que residen en los países cubiertos; se trata de una muestra “aleatoria y representativa de la población adulta con teléfono celular activo, con un margen de error igual a ±2.8 puntos”, según la ficha presentada por la organización.
La encuestadora asegura que los resultados fueron calculados con un 95% de confianza.
Los países con mayor proporción de personas que se identifican como parte de la comunidad LGBT fueron México y Perú, ambos en un 7%, lo que equivaldría a unos 8.8 millones (de un total de 126 millones) y 2.3 millones (de un total de 33 millones) respectivamente.
La región centroamericana
Entre los que menos población dispuesta a identificarse como LGBTI se encuentran algunos países centroamericanos, como Guatemala, que apenas logró amasar un 1%, siguiéndole Honduras con un 2% y Costa Rica con 3%; El Salvador sería el país con mayor población LGBTI de Centroamérica, con un 5%.
Cabe destacar que, en Centroamérica, solamente Costa Rica ha experimentado avances en materia de derechos para personas de la comunidad. Costa Rica abolió sus leyes antisodomía en 1971, mientras que, por ejemplo, esto sólo ocurrió en Nicaragua hasta en 2008; desde 2020, en Costa Rica es legal el matrimonio entre personas del mismo sexo, único país en la región con legislación progresista en este aspecto.
Ninguno de los demás países reconoce el vínculo existente entre parejas del mismo sexo. En todos ellos “existen una serie de restricciones a nivel ordinario, tanto expresas como indirectas, que impiden el goce pleno de los derechos a los miembros de la comunidad LGBTI“, así como prohibiciones constitucionales a ciertos derechos fundamentales, según reveló un informe ejecutivo de la Corte Interamericana de Justicia.
Según este mismo documento, en Centroamérica “más allá de sus semejanzas territoriales, coexisten elementos políticos, culturales y sociales que permiten que la violencia en contra de las personas LGBTIQ+ sea una realidad en la región“, lo que repercute en la manera en que las personas LGBT se presentan al público e inhibe, por consiguiente, su visibilidad.
En Nicaragua existe el agravante de la represión política perpetuada por el régimen sandinista de Daniel Ortega, que también tiene una dimensión homofóbica. El exilio, la persecución y la criminalización de activistas, aunado a las situaciones precarias de desarrollo humano del pueblo nicaragüense, han dejado en el recelo las luchas y exigencias de las personas LGBTIQ+ en Nicaragua y la mayoría del activismo, desde que inició la crisis en abril de 2018, se lleva a cabo por miembros de la comunidad en el exilio.
