Régimen prohíbe celebrar misa en cementerios por el día de los fieles difuntos

Agentes policiales al servicio del régimen sandinista de Daniel Ortega habrían visitado a algunos sacerdotes leoneses para notificarles que los actos litúrgicos del 2 de noviembre, día de los fieles difuntos, están decididamente prohibidos en los cementerios, según difundió la abogada e investigadora Martha Patricia Molina y algunos sacerdotes en redes sociales.

“Las ‘visitas de cortesía no han cesado’. Han llegado a las parroquias a informar a los sacerdotes que no hay permiso de realizar actividades en conmemoración del día de los difuntos”, denunció Molina por medio de su cuenta de Twitter.

“En muchas Parroquias de Nicaragua, los párrocos han sido visitados por la policía sandinista”, señaló el sacerdote exiliado Uriel Vallejos también por medio de Twitter.

“Algunos policías fueron ofensivos y entraron abusivamente como ‘Pedro por su casa’ a las parroquias y casas cúrales que ya estaban cerrando su jornada de atención”, señaló Molina.

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Hasta el momento, estas visitas han sido denunciadas desde Granada, León, Jinotega y Matagalpa, según explicó Molina. La orientación de la autoridad es que “todo lo que hagan deben de hacerlo adentro de sus templos“, a pesar de que muchos cementerios en Nicaragua tienen capillas precisamente con la intención de que los sacerdotes celebren misa cerca del lugar de descanso de los difuntos.

Aunque algunas parroquias habían anunciado los horarios de sus misas en los cementerios por medio de redes sociales, estas publicaciones ahora aparecen eliminadas.

La Conferencia Episcopal de Nicaragua no se ha pronunciado ante este abuso a la libertad religiosa, como tampoco lo ha hecho en relación a las prohibiciones de otras celebraciones y actividades religiosas en el país. Este año, el régimen sandinista prohibió la celebración de las festividades de Semana Santa, así como de procesiones y otras demostraciones de piedad popular en distintos municipios.

Molina considera esta medida una extensión de la política de represión sostenida que el régimen sandinista ha aplicado inclemente a partir del principio de la crisis de 2018 y que ha arreciado en los últimos dos años. A través de su informe Nicaragua ¿Una Iglesia Perseguida?, Molina ha sistematizado por lo menos 667 instancias de hostilidad contra la Iglesia católica y sus fieles de parte de agentes y simpatizantes del régimen sandinista.