Aumentan discursos de odio en Costa Rica contra migrantes. Chaves “no hace nada” para frenar esto, denuncia experta

Más de 250 mil instancias de xenofobia y discriminación fueron registradas el último año en el ciberespacio costarricense

  • 4:04 pm
  • Jul 3, 2023
Presidente de Costa Rica
República 18

El presidente costarricense Rodrigo Chaves tomó posesión en mayo de 2022 y desde entonces ha mantenido unas consistentes retórica y políticas anti-migrantes, haciendo énfasis en cuánto le cuesta económicamente al país atender a la población de refugiados y migrantes, y pidiendo mayor asistencia económica a la comunidad internacional.

Tras una campaña marcada por una controversia de abuso sexual que no detuvo su ascenso a la presidencia, el mandatario ha sido señalado de fomentar, con sus discursos y constantes referencias a los migrantes como una carga, mayor rechazo a la población de migrantes.

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Un estudio publicado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) concluyó que las instancias de discursos de odio y discriminación en el ciberespacio costarricense crecieron en 50% en el último año, triplicándose desde 2021.

La xenofobia contra migrantes, en su mayoría nicaragüenses pero también venezolanos, fue una de las principales formas que tomaron estas expresiones. El estudio, el tercero de su clase elaborado en conjunto con la empresa COES, contabilizó 253,563 conversaciones xenófobas desde mayo de 2022 hasta mayo de 2023.

Otros objetivos de esta clase de expresiones discriminatorias fueron mujeres y personas de la diversidad sexual.

“No se está haciendo nada”

Claudia Vargas, oficial de la Fundación Arias que trabaja en la defensa de los derechos de los migrantes en Costa Rica, explica a República 18 que la situación de xenofobia en Costa Rica es anterior a Chaves. Como antecedentes, cita el crimen de odio contra Genaro Vega, migrante de la diversidad sexual agredido y que sigue sin justicia; así como también señala la marcha xenofóbica de agosto de 2018.

En sus primeros 100 días, el presidente Chaves logró un índice de aprobación de 79%. Para inicios de 2023, este se redujo hasta alrededor del 60%. Foto: EFE/ Jeffrey Arguedas

“El gobierno de Carlos Alvarado tuvo que lanzar una campaña para contrarrestar esos mensajes. Estaba en todos lados, en las paradas de buses, fue bastante importante” relató Vargas, quien apunta a la pandemia de COVID-19 en 2020 como un periodo de crecimiento de desigualdades que generó incluso mayor temor hacia los extranjeros en la población costarricense.

Con Chaves, la activista señala que “se ve en los informes que hay un aumento en discursos de odio, pero no se está haciendo nada“. Aunque no se aventura a asegurar que la presidencia de Chaves haya fomentado estos mensajes, pero explica que la xenofobia y los discursos de odio “son como un incendio, se van propagando hasta ser incontrolables”, y el gobierno de Chaves no ha hecho lo suficiente para sofocar ese fuego.

Discursos deshumanizantes

“Sí hay algunos discursos del presidente que deshumanizan a algunos sectores, y no solamente hacia la población migrante, sino también contra las personas diversas, y vienen desde la Asamblea Legislativa también” aclara Vargas. “Esto puede ayudar a que estos incendios llamados discursos de odio crezcan más” añade.

“Son hechos que están a la vista. Tampoco tenés que buscar una lupa para percibirlos. El gobierno tampoco está haciendo nada para resolverlos. Hay que ir a las escuelas, hay que cerrar muchos lugares que transmiten el odio” concluye Vargas.

Naciones Unidas define el discurso de odio como “mensajes o conductas que usan lenguaje ofensivo y discriminatorio en contra de una persona por su nacionalidad, etnia, género, orientación sexual, lugar de origen, creencias o cualquier otra característica de su identidad”.

Estos mensajes pueden generar rechazo y exclusión tanto como violencia y agresión en contra de quienes los reciben, advirtió la organización en el informe. Se trata de ofensas que “destruyen el tejido y la cohesión sociales, así como la oportunidad de un diálogo constructivo”.

En Costa Rica hay más de 500 mil extranjeros, un 10% de los 5.1 millones de habitantes del país del sur, según datos oficiales de las autoridades costarricenses. De ese total, alrededor de 384 mil son nicaragüenses, una población que ha migrado en grandes números desde finales de la década del ’70, cuando Nicaragua experimentó sucesivas guerras civiles.