Indira Mayorga: activista que sostiene viva la llama de abril

La activista Indira Mayorga, originaria de Masaya, Nicaragua, desde el exilio en Costa Rica, continúa movilizada alrededor de la lucha cívica que se prendió el 18 de abril de 2018.  Siempre está participando en marchas, plantones u cualquier expresión de protesta que realiza la comunidad exiliada.

También tiene una participación activa en temas y acciones humanitarias, asistiendo como voluntaria en varios espacios para ayudar a los nicaragüenses que viven al igual que ella una migración forzada, producto de la violencia estatal que instauró el régimen de Daniel Ortega.

Indira Mayorga nació el 1 de junio de 1985, en Masaya. Pese a que sus padres son de tendencia sandinista oficialista, inspirada en la figura de Herty Lewittes, ella decidió inscribirse desde 2006 en el Movimiento Renovador Sandinista (MRS), conformado por disidentes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

“En 2007 empecé a trabajar con jóvenes, campesinos en la lucha de la Minería en Rancho Grande, trabajé por la derogación de la Ley 840 y con feministas”, relata Mayorga a República 18.

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Mayorga expresó que desde el MRS siempre han apoyado las luchas sociales y considera que, por este motivo, este partido se confundía con un Movimiento Social.

“Apoyamos la mayoría de todas las luchas sociales y se creó una comisión para apoyar la lucha contra la construcción del Gran Canal Interoceánico y la derogación de la Ley 840 y en contra de la minería en Rancho Grande”, destacó.

El trabajo en equipo, una experiencia que la marcó

Mayorga expresó que, durante su oportunidad de colaborar con organizaciones campesinas, notó la gran unidad de estos grupos, que no distinguían color político o religioso.

“La experiencia más grande que me marcó fue ver como trabajaban en equipo. Ellos no veían si uno era liberal o sandinista. Tenían un trabajo conjunto, que era lo fundamental. De esa forma se fue organizando el Movimiento Campesino en el campo y la ciudad. La demanda principal era la unidad”, señaló.

En 2008 organizó el Movimiento de Jóvenes Nicaragüita, trabajando con la Juventud por la Democracia y participó en una campaña para las elecciones Municipales de 2008 junto al Movimiento Por Nicaragua.

Indira Mayorga: Nunca imaginó la violencia en 2018

Diez años después, la activista Indira Mayorga nunca se imaginó vivir la represión del régimen sandinista. Ella recuerda que el 18 de abril de 2018, asistió al Centro Comercial Camino de Oriente, en Managua, a una de las primeras protestas, junto a la activista y feminista Ana Quirós.

“Tardamos más esperando que llegara la gente en lo que nos empezaron a agredir. Llegó un momento en que todos estábamos rodeados de motos y nos separamos. Yo me resguardé en una tienda de cocteles detrás del Supermercado La Colonia. Ese local nos abrió las puertas y nos tuvieron ahí un buen tiempo”, destacó.

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Relató que cuando logró salir, un compañero de su partido la dejó en las cercanías de la Universidad Americana (UAM) y fue en ese momento que se enteró que Ana Quirós había sido golpeada por las turbas sandinistas.

“Después un amigo nos fue a dejar a Masaya y mirábamos cómo estaban golpeando unos pandilleros a un joven que tenía su camioneta cerca. Nosotros le abrimos la puerta para que el muchacho entrara y casi nos quiebran el vidrio. El rostro del muchacho estaba desfigurado”, expresó.

Unidad en los tranques

Mayorga reitera que en 2018 uno de los aspectos que más le impactó fue ver la unidad de los manifestantes, especialmente en los tranques de Masaya.

“Participé en la marcha que se hizo el 19 de abril en Masaya. Siempre me impactó que durante los tranques, más por haberlo vivido en Masaya, fue el trabajo en equipo. Igualmente no se veía el color político”, destacó.

Indira Mayorga relata su exilio

Posteriormente se organizó con el Movimiento 19 de Abril de Masaya y trabajó en el área de comunicación y colaboré repartiendo comida.

“Yo salí de Masaya el 10 de julio de 2018 y estuve en Managua hasta el 8 de septiembre. Luego, con ayuda de organizaciones de mujeres, fui un día a Honduras y luego me fui a Costa Rica. Nunca pensé salir de Nicaragua, ni durante los tranques. Mis compañeras del feminismo me sugirieron que saliera del país por trabajar con organizaciones sociales. Yo no me la creía”, relató con nostalgia.

Mayorga expresa que el exilio es un proceso muy difícil, porque cada día piensa en Nicaragua y el separarse de su familia ha sido muy doloroso.

“Miro las fotos de Masaya para que no se me olviden las calles, hablo con mi tía, que es la única con la que tengo comunicación y es un proceso complicado que me ha demostrado que tengo una gran capacidad de adaptarme”, compartió.

Pese a las dificultades del exilio, Indira Mayorga continúa trabajando por las causas sociales, a través de la organización SOS Nicaragua, brindando atención migratoria a los nicaragüenses.

“Se da albergues a nicaragüenses y luego paquetes de comida. Ahora se da tarjetas de alimentación, becas de estudio. Estoy terminando una carrera técnica de mercadeo y publicidad, que nos da a los exiliados la oportunidad de optar a un trabajo digno”, expresó.

Debemos sostener la esperanza

Para la activista Indira Mayorga, ahora que se conmemora los cuatro años de la insurrección cívica de abril, es buen momento para vivirlo con esperanza, ya que considera es la mejor expresión de resistencia.

“Los nicaragüenses en el exilio no hemos perdido la esperanza de poder regresar; y regresar a una Nicaragua en libertad (…) Todos debemos participar en la construcción de nuestro país”, concluyó.