Silencio impuesto a la Iglesia Católica no es sinónimo de alto a la represión, dice investigadora

Según una denuncia realizada por  la abogada Martha Patricia Molina, recientemente otro sacerdote católico nicaragüense se vio obligado al exilio. 

  • 9:56 am
  • Jun 10, 2024
Asedio-templo

En diferentes parroquias de Nicaragua el asedio policial es una constante.

República 18
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La abogada e investigadora Martha Patricia Molina, denunció la noche de este 9 de junio, que el silencio impuesto a la Iglesia Católica de Nicaragua no es sinónimo de alto a la represión  y como muestra de ello  informó que recientemente otro sacerdote se vio obligado al exilio y que otros tienen planes de hacerlo próximamente. 

“El silencio impuesto a la Iglesia Católica no es sinónimo de alto a la represión. Al contrario, existe más asedio y vigilancia. Esta semana salió al exilio un sacerdote y otros tienen planes de también exiliarse”, escribió Molina.

Molina, detalló, que el asedio permanente de los policías obligó al exilio al religioso. “Así sucede con el resto de sacerdotes que también quieren salir de Nicaragua, hay algunos que me han expresado que sienten tener casa cural por cárcel porque no pueden salir sin la autorización previa de los policías”, lamentó.

La vigilancia extrema, el hostigamiento, las agresiones y acoso son una constante en la vida de los religiosos que realizan su labor pastoral en las diferentes diócesis del país.

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Antes de esa publicación Molina, había compartido que agentes de la policía de Nicaragua vigilaron, acosaron y tomaron fotos y videos a los laicos de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús en Ticuantepe, durante la celebración que se llevó a cabo este fin de semana.

Insistió que los agentes policiales tampoco permitieron las acostumbradas procesiones ni la quema de pólvora y que amenazaron a algunos feligreses con “llevarlos presos”.

Y es que desde 2018, la realización de actividades masivas promovida por la Iglesia Católica han sido prohibidas, este año la celebración de Corpus Christi, misma que coincidió con el Día de las Madres nicaragüenses se realizó intramuros en todas las parroquias del país y  un día antes de la misma se conoció que los párrocos habían sido visitados por agentes policiales recordándoles que no había autorización para actividades fuera de los templos.

El 24 de mayo, fecha en la que se celebra a la virgen María Auxiliadora, el régimen también prohibió todas las procesiones religiosas.