“Un vulgar robo”: régimen celebra aniversario de centro cultural en edificio robado a La Prensa

El régimen sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo abrió el pasado jueves una jornada de celebración por el primer aniversario del Centro Cultural José Coronel Urtecho “¡No volverá el pasado!”, a cargo del Instituto Tecnológico Nacional (INATEC), ubicado en un edificio expropiado ilegalmente al diario La Prensa el 13 de agosto de 2021.

La celebración, enmarcada por la vicepresidente Murillo en “abril, mes de las victorias de la paz” durante su alocución diario el pasado jueves, 4 de abril, se enfoca en actividades variadas relacionadas a las artes en las instalaciones ilegalmente ocupadas por el régimen.

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El centro fue inaugurado el 19 de abril de 2023, por lo que es probable que la jornada se extienda las próximas dos semanas. Las celebraciones abrieron con un foro de “Arte, Cultura, Educación y Paz”. Murillo enfatizó que el centro “está colmado de estudiantes de los barrios” del norte de Managua, alimentando el antagonismo usual en sus discursos, en los cuales ha asociado a sus detractores con una vaga noción de “burguesía”.

“Un vulgar robo”

Al momento de expropiar el inmueble, el régimen acusó al medio de utilizar las instalaciones para cometer “defraudación aduanera; lavado de dinero, bienes y activos”. Para Eduardo Enríquez, editor en jefe del diario La Prensa, aquello no fue más que “un vulgar robo“.

“Ni siquiera le llamaría yo confiscación porque llamarle confiscación da la idea de que existió alguna razón para hacerse con las instalaciones, pero no es así. Siempre vamos a señalar y recalcar que la empresa propietaria de ese edificio nunca estuvo acusada de nada, ni tampoco sus propietarios”, dijo Enríquez a República 18.

“No hubo nunca un proceso que involucrara a La Prensa, por lo tanto, nunca hubo un fallo en su contra. La dictadura secuestró y mantuvo como presos políticos a varios directivos de La Prensa entre junio de 2021 y febrero de 2023, y aunque se hizo la pantomima de acusarlos a nivel personal de lavado de dinero, ni siquiera en esos juicios espurios se presentaron pruebas que involucraran a La Prensa“, explicó.

La prueba de la falsedad de todos esos juicios, apunta el editor, es que, al ser desterrados y desnacionalizados los directivos junto a otros 219 nicaragüenses, se les acusó de “traición a la patria”, “otra falsedad, que además nada tiene que ver con las acusaciones de lavado de dinero que solo fueron una excusa”, señaló Enríquez.

Panelistas simpatizantes del gobierno durante el foto de arte que abrió las celebraciones. Foto: INATEC, Centro Cultural JCU

El centro abrió matrículas por segundo año consecutivo el pasado 8 de enero, luego de que la redacción y equipo periodístico tuviese que evacuar Nicaragua por el arresto de dos de sus empleados en julio de 2022.

“Al final, lo que queda claro es que la dictadura Ortega-Murillo se robó las instalaciones y despojó de su libertad primero y de su nacionalidad después a los directivos de La Prensa solo por razones políticas“, reiteró Enríquez.

La Prensa, que cumplió 98 años el pasado 2 de marzo, sigue funcionando desde el exilio. Al momento de escribirse esta nota, han pasado 966 días desde que las instalaciones del diario fueron tomadas por la fuerza, un conteo que La Prensa mantiene en la portada de su sitio web (su último recurso para continuar informando) a modo de recordatorio de la represión del régimen contra el medio más antiguo del país.

“Nicaragua sigue en medio de una ola de represión de la dictadura en contra de políticos opositores, periodistas, estudiantes, campesinos, defensores de derechos humanos y activistas cuyo único ‘delito’, entre comillas, fue denunciar la represión, el totalitarismo y los abusos a los derechos humanos que el régimen ha cometido”, concluyó el periodista