Jóvenes resaltan su aporte al esfuerzo opositor refutando declaraciones “difamatorias”

Para la juventud, las declaraciones de “temores” elevadas en su contra no son más que un reflejo del miedo y el prejuicio que, con su actuar, pretenden erradicar de la cultura política nicaragüense.

  • San José, Costa Rica
  • 1:54 am
  • Jun 21, 2024

A pesar del prominente papel que jugó la juventud durante el estallido social de 2018, muchos espacios siguen menospreciándolos.

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República 18

“El pueblo nicaragüense ha sido testigo de las contribuciones de la juventud en la lucha cívica por la democráticos y libertad de Nicaragua”, declara un comunicado de Conexión Nica USA con fecha de este jueves, 20 de marzo. La intención, aparte de reiterar el papel de la juventud en los espacios opositores, también era rechazar con vehemencia unas declaraciones que consideran dañinas para el discurso opositor.

Se trata de los comentarios proferidos por el opositor Luciano García, miembro de la facción centroderechista en la coalición Monteverde. A principios de esta semana, García expresó “temor” ante el relevo generacional en el ámbito político. “Tengo miedo porque las inmadureces te hacen cometer errores”, dijo García, para luego disculparse.

Decir que sus comentarios fueron mal recibidos sería no dimensionar la situación correctamente.

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Para Enrique Martínez, vocero de la Plataforma de Unidad por la Democracia (PUDE), se trata de un problema de vieja data. “Viene desde abril de 2018, por varias denuncias expuestas en varios momentos histórico de la oposición a la dictadura Sandinista, donde resaltan la manipulación, menosprecio e incomprensión sobre la crítica situación que vivimos los activistas juveniles producto a la persecución del régimen”, expresó.

Aunque reconoció “la importancia de las disculpas públicas” recientemente compartidas por García, aclaró que no son planteamientos exclusivos de García, sino que existen precedentes de menosprecio a la juventud desde el esfuerzo opositor, sobre todo de “actores que provienen y replican las prácticas del Sandinismo”.

Martínez durante la Cumbre de Juventud y Democracia en las Américas en Washington DC, 16 de octubre, 2023. Foto: Cortesía

La clase política tradicional, “al no poder controlar la sinceridad y coherencia de los jóvenes, recurre a la difamación, discursos de odio y manipulación de la opinión pública, tratando de frenar el avance de los nuevos liderazgos políticos de diversas tendencias político-ideológicas“, señaló Martínez a República 18.

“Es un grave error afirmar que somos iguales a la generación de 1979, cuyos dirigentes, impregnados con el pensamiento bélico producto de la revolución popular Sandinista, llevaron al país a la guerra, el adoctrinamiento y el autoritarismo. Esta generación rompe ese patrón y defiende a diario los medios cívicos y pacíficos, así como la construcción de una sociedad con cultura de paz, libertad, justicia y democracia“, concluyó Martínez.

“No tengo que ser madre para ser líder”

Diana Carballo, activista defensora de derechos humanos de 24 años organizada en la Articulación de Movimientos Sociales (AMS), concordó en cuanto al rechazo de la comparativa. “Para mí es desacertado comparar. Primero porque la juventud del ’79 definitivamente no es la misma juventud activista de hoy”, apuntó.

“Son contextos distintos, a pesar de que compartimos el enfrentamiento contra una dictadura. Somos personas distintas y tenemos una tesis de lucha distinta. Nosotros tenemos una tesis de lucha totalmente pacífica. En el ’79, en ese momento, les sirvió tomar armas y organizarse bajo una militancia militar, pero nosotros desistimos de esa idea”, explicó Carballo.

Carballo durante un foro de donantes, exigiendo la liberación de dos presas políticas del régimen sandinista. Foto: Cortesía

Carballo dijo a República 18 que dicha diferencia ha quedado demostrada con creces en los últimos seis años de crisis. La juventud “ha demostrado que la lucha puede ser cívica, pacífica y puede tener resultados”.

“Nos estamos enfrentando a crisis globales. Decir que porque la juventud en el ’79 ya tuvo su oportunidad y no demostró ser capaz, nosotros tampoco, es desesperante porque nos retrata como si no tuviéramos capacidades, pero yo creo que hay mucho talento y lo venimos demostrando desde 2018″ , subrayó la joven.

Carballo rechaza la noción de que se necesite cualquier suerte de pedigrí o linaje político para lograr un verdadero cambio.

“Me causó mucho estrés cuando (García) mencionó que ni siquiera podemos ser jefes de hogares; como mujer, personalmente, me parece que eso sigue estigmatizando y sigue creando una idea obsoleta de liderazgo. Yo no quiero ser pastora de una iglesia evangélica, yo quisiera ser un liderazgo político y no necesito ni estar casada, ni ser madre, ni ser ama de casa“, repuso Carballo.

Por ello Carballo hace un llamado a la juventud de no verse definidos por esta clase de comentarios. “No necesitamos la aprobación de Luciano García porque ya somos parte del futuro de este país y pronto ya no vamos a ser jóvenes, y vendrá otra generación”, concluyó Carballo.

“No somos corderos para sacrificarnos”

Por su parte, Samantha Jirón, opositora y ex-integrante del movimiento Monteverde, reconoce que la participación juvenil, al margen de muchas críticas que siempre ha habido en su contra, ha existido siempre en el espacio opositor nicaragüense. “Cuando nos equivocamos también nos lo hacen saber. Muchos se han agarrado de estos errores para tratar de convencernos de que no estamos preparados” para asumir responsabilidades y cuotas de poder, “y dirigir el país”.

“Pero las personas mayores también se equivocan, con toda la experiencia que no tenemos nosotros. Es algo humano y lo más importante es poder entender que nos equivocamos, retractarnos y avanzar”, reflexionó Jirón.

Samantha Jirón junto a su pareja durante una manifestación en conmemoración a los cinco años del estallido de abril de 2018. Tanto Jirón como su pareja fueron encarcelados injustamente por el régimen sandinista, luego desterrados y privados de su nacionalidad. Foto: República 18

Para Jirón, la actual generación de jóvenes difiere de formas importantes de la del pasado, sobre todo de la que participó en la revolución sandinista de 1979. “Los jóvenes creemos que no tenemos que ser corderos ni sacrificar nuestra vida para una Nicaragua libre. Hay otras maneras de hacer política y alcanzar la libertad para Nicaragua”, sostuvo.

“En el pasado fueron miles de jóvenes que entregaron sus vidas con el mismo anhelo de libertad que tenemos hoy. Lo hicieron por una Nicaragua libre que nunca llegó. Al contrario, se instauró una dictadura tan sangrienta y perversa como la que tenemos actualmente“, dijo la joven, refiriéndose a la primera dictadura sandinista que gobernó Nicaragua entre 1979 y 1990.

Para Jirón, los jóvenes han aprendido las lecciones de esas tragedias históricas mejor que nadie. Es por eso que considera que “los jóvenes siempre son incómodos” en los espacios políticos.

“Muchas personas mayores no entienden que el relevo generacional existe. Se sienten amenazados y creen que queremos quitarles sus puestos, pero no es así“, agregó Jirón, proponiendo más bien un aprendizaje de apoyo mutuo entre las generaciones. “Pero el egoísmo hace creer que no tenemos capacidad ni podemos asumir”, señaló.

Al ser una realidad inevitable el relevo generacional, llegará un momento en que esta nueva generación, inevitablemente, ocupará los espacios en Nicaragua. Jirón cree que una Nicaragua dirigida por su generación tendrá “mayor esperanza; los jóvenes creemos que para construir una nueva Nicaragua no la tenemos que hacer sobre un cementerio”.

Esta vez podemos hacer las cosas de manera pacífica. Va a ser una Nicaragua con más derechos para todos: para mujeres, para jóvenes, para ancianos, para todo mundo. Una Nicaragua donde todos alcancemos, donde podamos vivir tranquilos y en paz, no una marcada por las pugnas tradicionales”, concluyó.