Trump y Biden hacen a un lado a Hispanoamérica en debate presidencial

Un debate presidencial en Estados Unidos entre el republicano Donald Trump y el demócrata Joseph Biden tuvo lugar este jueves, 27 de junio, a cuatro meses de los comicios que decidirán quién ejercerá la presidencia por los próximos cuatro años. Entre los temas discutidos, las relaciones con Hispanoamérica tomaron un segundo lugar los conflictos bélicos en Ucrania y Palestina.

Lo que se habló fue el perenne tema de la migración. Trump acusó a Biden de permitir la entrada a Estados Unidos a “delincuentes” provenientes de Sudamérica. De la población hispana en Estados Unidos, alrededor de un 15% del padrón electoral, tampoco se mencionó como en debates de elecciones pasadas, a pesar de lo reñida que se vislumbra la elección.

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Por su parte, Biden rememoró la gestión migratoria de Trump en términos nada favorables. “Cuando (Trump era presidente) separaba a los bebés de sus madres, los ponía en jaulas y se aseguraba de que sus familias estuvieran separadas. Esa no es la manera correcta de proceder“, resaltó el candidato demócrata.

Pero Trump contratacó con fuerza. “Están matando a nuestra gente en Nueva York y California y en todos los estados de la Unión porque ya no tenemos fronteras“, acusó el candidato republicano.

Ambos candidatos, en determinado momento, se lanzaron insultos. Biden llamó a Trump “perdedor” y “llorón”. Trump, por su parte, optó por cuestionar las capacidades cognitivas de Biden, de 81 años, el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos, aunque Trump sólo es menor por tres años, a sus 78.

Pero Estados Unidos sí tiene razones para mirar hacia el sur, hacia su proverbial “patio trasero”. En Nicaragua la crisis continúa, con un Ortega promoviendo y facilitando la migración irregular. Aunque el Departamento de Estado ha aplicado sanciones contra un modelo de tránsito masivo vía vuelos chárter, el régimen de Ortega ha podido evadirlas.

Al mismo tiempo, el gobierno de Nayib Bukele en El Salvador ha ido estrechando sus lazos con el régimen de Nicaragua, cuestionando así el hasta ahora casi universal repudio de la comunidad internacional contra el régimen sandinista a raíz de los abusos cometidos durante el punto alto de la crisis en 2018.

La creciente presencia de China en Hispanoamérica no es tampoco un secreto, invitada a mantener relaciones comerciales desde hace años con países tan disímiles como Costa Rica, Venezuela y la propia Nicaragua desde 2021. A través de Nicaragua, Rusia también está probando las aguas para lanzar sus redes en la región, demostrando que Estados Unidos no puede ver hacia otro lado por mucho tiempo.