Humberto Ortega promueve “un borrón y cuenta nueva” para unas elecciones en 2026 en Nicaragua

Humberto Ortega Saavedra, hermano del dictador nicaragüense Daniel Ortega Saavedra, señaló este domingo que “aplaudía” la decisión del régimen de liberar a 222 personas presas políticas. Una medida que estaría enlazada entre negociaciones con el gobierno de Estados Unidos.

En una entrevista en vivo este domingo con el periodista Andrés Oppenheimer, en CNN, el hermano del dictador calificó el futuro proceso electoral de 2026 como una posible salida a la crisis que se vive en Nicaragua, después de señalar que con la excarcelación de las personas presas políticas cerraba “el ciclo del 2018”. En clara referencia a un borrón y cuenta nueva.

Elexguerrillero mencionó que para que en Nicaragua haya una transición hacia la democracia se debe “frenar la polarización que existe alrededor de la clase política” que existe en el país, donde uno de los lados solo habla de cárcel y muerte para los otros.

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También dijo que los aliados que actualmente tiene el régimen de Nicaragua, como son China, Rusia, Cuba y Venezuela no cuentan con los recursos para mantener su afán político, y por ende, Ortega sabe que debe encontrar una salida a la crisis política para resolver la terrible debacle económica que asola al país.

Humberto Ortega calificó al obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez como un “hombre serio y consecuente” y dijo que la negativa de su salida hacia los Estados Unidos, junto a las otras 222 personas presas políticas, está teniendo un impacto político negativo para Ortega.

El sociólogo y economista Douglas Castro señala que a pesar de las palabras de Humberto Ortega “hoy en día es más probable una sucesión autoritaria (en Nicaragua), en este caso dinástica, que una transición democrática”.

Castro calificó al hermano del dictador nicaragüense como un factor de estabilización y cierta racionalidad para esa sucesión autoritaria, antes que para una transición democrática. “De hecho, su papel en la transición democrática de 1990 fue el de sembrar las bases para su futuro colapso”, agregó.

Por su parte, el mayor en retiro del Ejército de Nicaragua, Roberto Samcam, ha manifestado en reiteradas ocasiones que “la puesta en público” de Humberto Ortega solo sirve para proponer un “aterrizaje suave” al régimen, que aprovechará cualquier oportunidad por perpetrar su poder dinástico.

“Reforma profunda” de las fuerzas armadas

El joven sociólogo considera que para que haya una transición democrática en el país primero se debe realizar una “reforma profunda” en las fuerzas armadas del país, la Policía Nacional y los aparatos de inteligencia, quienes se encuentran bajo el control del régimen.

A criterio de Castro, Humberto Ortega podría jugar un papel estabilizador dentro del partido oficialista a miras de un futuro sin su hermano Daniel, cuando Rosario Murillo y su hijo, Laureano Ortega, deban lidiar con las bases sandinistas, las cuales no simpatizan con ella y no valoran como un liderazgo a Laureano.

Un régimen antiyanqui sostenido por Estados Unidos

Por otro lado, Andrés Oppenheimer en su última columna cuestionó el papel que juega los Estados Unidos en la estabilidad económica que mantiene a flote a la dictadura de Daniel Ortega, esto luego de la violenta represión a las manifestaciones en su contra iniciadas en 2018, el asesinato de más de 355 manifestantes y el encarcelamiento y, posterior expulsión, de cientos de opositores.

Oppenheimer señaló que Estados Unidos es el principal socio comercial para Nicaragua, puesto que las ventas nicaragüenses a ese país representan alrededor de la mitad de las exportaciones totales del país.

De igual manera, “Estados Unidos es la fuente del 67% de las remesas familiares que llegan a Nicaragua del extranjero. En 2021, dichas remesas alcanzaron los 1,400 millones de dólares, o el 11 % del PIB de Nicaragua”.

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Las exportaciones nicaragüenses a Estados Unidos subieron de $3,200 millones de dólares en 2017 a un récord de $5,700 millones en 2022, según datos del censo de Estados Unidos. O sea, aumentaron 78% en los últimos seis años.

Funcionarios estadounidenses han dicho a Oppenheimer que es raro que Estados Unidos mantenga relaciones comerciales con un régimen autoritario y violatorio de derechos humanos, por sobre otros países de la región que tienen gobiernos más estables. Pero otros señalan que el factor migratorio juega un rol importante en esta decisión.

“Los funcionarios estadounidenses temen que una ola de despidos masivos en Nicaragua aumentaría aún más el éxodo de migrantes indocumentados nicaragüenses a Estados Unidos, que recientemente alcanzó niveles récord”, puntualizó el periodista en su columna.