Llegan a Costa Rica las dos monjas expulsadas del país por el régimen de Ortega

Las hermanas religiosas Isabel y Cecilia Blanco Cubillo, de la congregación Hermanas Dominicas de la Anunciata, fueron recibidas por sus familiares y un religioso en el puesto fronterizo de Peñas Blancas

  • 1:13 am
  • Abr 13, 2023
monjas expulsadas
República 18

En horas de la tarde de este miércoles 12 de abril, las hermanas religiosas Isabel y Cecilia Blanco Cubillo, pertenecientes a la congregación Hermanas Dominicas de la Anunciata, a quienes el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo expulsó del país, llegaron a Costa Rica, informó la Diócesis de Tilarán-Liberia.

Las religiosas con nacionalidad costarricense fueron recibidas en el puesto fronterizo de Peñas Blancas por su hermana Violeta Blanco Cubillo junto a su esposo, Carlos Vargas.

El obispo de la Diócesis de Tilarán-Liberia, Monseñor Manuel Eugenio Salazar expresó su deseo de brindar cualquier apoyo que requieran estas religiosas, sus familiares y las demás miembros de esta congregación.

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“Nos unimos a las oraciones del Santo Padre, el Papa Francisco, por el hermano pueblo de Nicaragua, en la gran fiesta de la Pascua de la Resurrección de nuestro Señor Jesucristo”, manifestó la Diócesis de Tilarán-Liberia.

En Nicaragua, desde 1958 la congregación de las Hermanas Dominicas de la Anunciata atendía el Asilo de Rivas López Carazo, y posterior en 1963, las religiosas, en la casa hacienda “El Rosario”, fundaron el colegio “Susana López Carazo”.

Segunda ocasión que Costa Rica recibe a religiosas expulsadas

Esta es la segunda ocasión que la Iglesia católica de Costa Rica recibe a religiosas expulsadas por la dictadura.

En julio del 2022, tras el despojo de la personalidad jurídica por parte de la Asamblea Nacional a la orden Misioneras de la Caridad, fundada por Madre Teresa de Calcuta, un total de 18 religiosas expulsadas por el régimen fueron recibidas en Costa Rica.

Las religiosas eran originarias de México, Guatemala, Filipinas, Ecuador, Vietnam y España, y tenían sede en Managua y Granada donde atendían a ancianos, jóvenes y niño de escasos recursos.

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