El sábado, 16 de enero fue encontrado el cuerpo sin vida de la joven de 21 años, Katring Ninell López Martínez; en un poblado de la zona norte de Nicaragua.

 

Según el testimonio de sus familiares, el último día que la vieron con vida fue frente a la vivienda de su abuela materna en la zona 9 de Jalapa, Nueva Segovia; día que celebra su cumpleaños mientras estaba acompañada de los hoy señalados del crimen.

 

Al recibir la denuncia, los peritos de la sancionada institución policial procedieron al lugar donde la vieron por última vez, para entrevistar a los testigos.

 

Pero fue hasta las siete de la mañana del sábado que un equipo de criminalística y médicos forense llegaron a la vivienda del sospechoso Bryan Jordan Flores Chávez, de 20 años, lugar donde encontraron el cadáver de la mujer en estado de descomposición, en un sumidero del patio de la casa.

 

El otro señalado de cometer el crimen que conmocionó a la ciudadanía nicaragüense, es el joven Jairo Iván Pérez Castillo, de 20 años.

 

 

Confesaron crimen atroz

 

Por su parte, el femicida Flores, luego de haber sido detenido, confesó que le dieron muerte a la joven y que con la ayuda de Pérez amararon a la víctima para lanzar su cuerpo al sumidero.

 

Para ello utilizaron mecates, pesas de concreto y piezas de vehículos.

 

El comisionado mayor y jefe de la Policía de Jalapa, Javier Martínez señaló que el autor principal del crimen fue Bryan Flores.

 

Según las autoridades de la localidad el delito es tipificado como homicidio y no como femicidio; pues en la Ley 779, Ley Integral Contra la Violencia hacia las Mujeres, se reconoce únicamente como femicidio los crímenes realizados en el ámbito privado; es decir, relación de parejas.

 

Hasta el momento, se desconoce el arma con que fue asesinada la joven; pero uno de los sospechosos registra antecedentes de violación, por los cuales estuvo pagando condena en 2017 y fue liberado en 2020 por decreto presidencial.

 

Condenado por violación

 

En conferencia de prensa, el comisionado mayor Martínez detalló que el joven Bryan Flores, a quien dicha institución identificó con sus iniciales en la nota de prensa 14/2021, pese a que es mayor de edad; estuvo pagando condena por violación, pero fue liberado por “orden judicial”, tras haber cumplido dos años y medio en prisión.

 

El crimen por el que estuvo detenido ocurrió el 9 de junio de 2017, cuando llegó al colegio de su víctima, la invitó a tomar licor, le ofreció marihuana (la cual rechazó) y luego le propuso ir a dejarla a su vivienda.

 

En ese transcurso se desvió a su centro de labores en una discoteca en Jalapa donde le dio un trago de tequila a la joven para luego tomarla por la fuerza y proceder a violarla dos veces, según los hechos presentados en la sentencia condenatoria.

 

Ante estos crímenes de violencia, odio y desprecio a la vida de las mujeres, las activistas feministas exigen al régimen de Daniel Ortega cumplir con lo que establece la Ley 779.

 

Implementar campañas de protección y respeto a la vida de las mujeres; así como, no seguir liberando presos comunes que no han pagado sus crímenes.

 

En lo que va del año se han reportado dos femicidios, uno en Managua y otro en el norte del país. Solo el 2020 las cifras cerraron con 71 femicidios; siendo el año más violento para las mujeres, desde 2017.

 

A mediados del año 2020 los organismos feministas registraron un promedio de siete femicidios cada mes. Católicas por el Derecho a Decidir destacó que hasta agosto de 2020 ya se contabilizaban 44 femicidios; pero las autoridades nacionales solo reconocieron a 12 víctimas.

 

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