«La Gigantona» un pedacito de Nicaragua en Costa Rica
Los espacios gastronómicos nicaraguenses en Costa Rica son muy pocos. Pero Nydia Elisa Monterrey y su familia lograron abrir las puertas de su negocio familiar.

El 21 de septiembre de 2023, Nydia Elisa Monterrey abrió por primera vez las puertas del negocio que fundó con su familia. Después de cinco años de exilio, logró uno de sus mayores sueños: un espacio culinario nicaragüense en Costa Rica.
“La Gigantona” es el nombre del nuevo restaurante, en alusión a una de las expresiones folcklóricas de Nicaragua con raíces españolas y con más de 400 años de existencia
Monterrey llegó a Costa Rica en 2018, luego de sufrir persecución en Nicaragua por su participación en las protestas antigubernamentales que demandaban la salida del poder del dictador Daniel Ortega y que fueron el inicio de la actual crisis sociopolítica.
¿Cómo nació la idea de tener un local de comida nicaragüense?
Mis papás tuvieron un restaurante por 17 años en la Ciudad de Bluefields y crecí en ese ambiente de saber como se manejan este tipo de negocios y aprendí bastante de la cocina.
En el restaurante de mis papás se promovían a los artistas nacionales.
Siempre me gustó cocinar porque mi abuelita, que era nuestra “nana”, nos heredó muchas recetas y su talento.
De niña jugaba a la cocinera y lo hacía como presentando en cámaras. Ahí mezclé las dos pasiones que he tenido, estar en cámaras y cocinar.
¿Desde tu llegada a Costa Rica tenías esa idea de lograrlo en este país?
Desde que llegué a Costa Rica, me dediqué a trabajar en todo lo que pudiera. Trabajé limpiando una casa, en una floristería, de asistente de proyectos, levantando encuestas y de todo un poco. Pero siempre, trataba de vender comidas los fines de semana.
Después se me abrió la oportunidad de trabajar como comunicadora y me abrí espacios, tomando cursos. Estuve tres años presentando un noticiero para Hora Cero. Después pasé a ser creadora y producía dos programas para un medio de comunicación.
Lamentablemente, el periodismo nicaragüense está siendo precarizado y es trabajar bajo estrés, que te expone y expone a tu familia. Lo que ganás no recompensa tanto sacrificio.
Luego renuncié, de una manera muy brusca.
¿Y cómo hiciste para lograr sobrevivir?
Mi pareja trabajaba en un Call Center y también estaba agotado. Vivía bajo demasiada presión y él planificó su renuncia.
Lo que vendía, lo hacía por encargos y mi pareja lo vendía casa a casa. Pero desde que nos quedamos sin trabajo, empezamos a vender comida más seguido.
Luego conversamos que sería bueno hacer un local donde la gente pudiera sentarse y comer. Los clientes nos decían sobre la idea, pero antes no teníamos tiempo ni dinero para invertir.
Cuando renunciamos, él tenía liquidación y yo ahorros. Además, se nos suma un primo a invertir con nosotros. Entonces, se convirtió en un negocio familiar. Es una meta familiar que nos está generando empleo.
Hemos recibido el cariño, no solo de la comunidad nicaragüense, sino de la población costarricense.
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¿Cómo es invertir en Costa Rica para un extranjero?
No es fácil invertir en Costa Rica, a como lo es en Nicaragua, donde podés sacar tus fogoneros a la calle y empezás a vender.
Es muy difícil porque hay mucha burocracia y si no tenés herramientas como la formación, es muy difícil. Es demasiado caro. Te exigen cosas que son muy importantes. Se debe sacar carnet de manipulación de alimentos, permisos del Ministerio de Salud, debés tener un sistema de alarmas. Hay cosas que no imaginaba que debía tener, pero que cuestan mucho dinero.
Además, todo el tiempo que esperás los permisos, es tiempo que pagás de renta y en el que no estás produciendo.

¿Y la búsqueda de local fue muy complicada?
Nuestra idea inicial era un local de comida para llevar, pero no nos quisieron rentar ese lugar. En otro lugar no nos rentaron cuando dijimos que era comida nicaragüense.
Pero encontramos este lugar que queda frente a la Casa Presidencial. Recibimos muchas personas de Casa Presidencial que les gusta nuestra comida.
Pero ahora tenemos alianzas, por ejemplo tenemos una vitrina en la que las mujeres emprendedoras pueden ofrecer sus productos de manera permanente.
Pintamos cada pared basado en nuestro concepto de la Gigantona. Tenemos un mural muy lindo en el que podés observar diferentes expresiones artísticas del Pacífico, Centro y Caribe.
¿Por qué hay pocos lugares de comida nicaragüense en Costa Rica?
Por la burocracia y el capital que tenés que tener. Siento que la cultura costarricense están acostumbrados a altos estándares de calidad que nosotros no estamos acostumbrados.
Hay muchas sodas de nicaragüenses, pero no promueven nuestra cuchara y se adaptan más a la costarricense. Nosotros estamos cuidando nuestro concepto.