José Alberto Montoya resurge en el exilio entre las letras y los estudios
A cinco años de su exilio, Montoya estudia Economía en la Universidad Latina de Costa Rica y asegura que tuvo que iniciar “desde cero”

José Alberto Montoya, renace en el exilio a través de la escritura. Ha publicado dos obras y actualmente trabaja en la compilación de un nuevo volumen de poesía que publicará en 2024.
En 2018 se exilió en Costa Rica, aunque siguió estudiando la carrera de Ciencias Políticas en la Universidad Paulo Freire en la modalidad virtual, hasta que fue cerrada y confiscada por la dictadura.
Aunque no la vivió, la Revolución Sandinista marcó su infancia y a su familia. Además, el estilo literario de Rubén Darío, Ernesto Cardenal y Claribel Alegría impulsaron su estilo de poesía.
A cinco años de su exilio, Montoya estudia Economía en la Universidad Latina de Costa Rica y asegura que tuvo que iniciar “desde cero”, pero considera que es una oportunidad para aportar a Nicaragua y para seguir creciendo.
¿Qué de tu infancia te marcó y te empujó al camino de la literatura?
Tuve una infancia un poco conflictiva porque fue una familia disfuncional y de migrantes. Mi familia migró a Venezuela y luego volvió a Nicaragua. Viví una infancia fuerte por el divorcio de mis padres. Fue una infancia llena de historia y eso me fue acercando a la conciencia social y a la poesía.
Lo que me llevó a saber que lo que quería era la poesía fue Darío. Él me enseñó que lo que hacía en mi cuaderno era poesía. Pero también, Ernesto Cardenal y Claribel Alegría me ayudaron mucho a definirlo.
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¿Cómo recordás que fueron tus primeros escritos?
Empecé escribiendo cartas a la naturaleza y a Dios. Crecí apartado de mi mamá, que trabajaba en una floristería. Entonces escribía cartas a las flores, como escribiéndoselas a la mama que no estaba, porque relacionaba a mi mamá con las flores.
He utilizado mi escritura para registrar lo que estamos viviendo en el país y ser un instrumento de memoria histórica en la poesía.

¿Qué significó el 2018, año en que estayó la crisis?
Mi participación en la rebelión de abril fue usar la poesía como el canal para decir lo que estaba pasando y que la gente se sensibilice. Eso he tratado de hacer, decirle a la gente que algo está pasando en el país.
Y eso dio pie a Bartolina, tu primera publicación…
Empecé a escribir Bartolina a finales de 2019 y la terminé en 2020. Pasé encerrado por meses por la pandemia escribiendo Bartolina y yo quería contar lo que había vivido en Nicaragua a raíz de las protestas, pero quería que no fuera solo mío, así que lleva personajes.
Pasaron cosas muy fuertes, como el asesinato de un niño en la Universidad Nacional de Ingeniería y todo eso me llevó a hacer entrevistas con otras personas.

Luego llegó “Cartas para una Hortensia”, ¿cuál es la diferencia con Bartolina?
Luego, Cartas para una Hortensia, es una compilación de poemas que son importantes para mi como chavalo.
Y eso era lo que quería, que mi poemario no fuera completamente social y lo concibo como una contribución al registro y una muestra de que los artistas estamos creando memoria.
Publicar no es una tarea fácil, ¿qué tan complejo es en la actualidad abrirse camino en la literatura?
A pesar de que tenemos los recursos muy limitados, seguimos haciendo cosas para seguir aportando al país.
Una vez, en una entrevista, Claribel Alegría dijo que los jóvenes deben preocuparse más por leer que por publicar y lo que tenía ganas era saber si lo que estaba haciendo salía medianamente bien.
El mercado de Costa Rica está saturado y no tiene en sus prioridades las temáticas que abordamos. La poesía costarricense y nicaragüense son muy diferentes y si se vuelve complejo. Además, tu público meta está reducido a ciertas personas o un grupo específico.
En ocasión de los cinco años de tu exilio, tenés prevista una actividad para el próximo 3 de noviembre, ¿de qué va eso?
En julio de 2023 cumplí cinco años de haber salido de Nicaragua al haberme exiliado a los 16 años. Por eso, quería resignificarlo porque he vuelto a construir mi vida y reinsertarme en la sociedad. Estoy estudiando, existiendo y escribiendo.
Por eso, organicé este espectáculo con la última colección de poemas que he estado escribiendo y que se van a publicar en físico en 2024. Me van a acompañar varios artistas, tanto nicaragüenses, como costarricenses en “Holograma”, que el estribillo dice Palabras de amor en tiempos de supervivencia.
¿Y qué han significado estos cinco años para vos?
Estos cinco años ha significado alegría, decepciones, tristezas muy profundas, pero me ha dejado desde resentimientos hasta introspecciones.
Tenemos una sociedad muy dañada y hay profundas heridas entre personas que estamos en oposición a la dictadura. Tenemos que preocuparnos, porque tenemos una sociedad fracturada dentro y fuera del país.
¿En Costa Rica se te abrieron las puertas para seguir estudiando?
Gracias a la Universidad Latinoamericana y a la Asociación Ticos y Nicas somos hermanos, que me dieron la oportunidad de seguir estudiando mi segundo cuatrimestre de Economía en Costa Rica. Estoy muy contento con la carrera que escogí y creo que voy a poder aportar al país.