Asesinato de Raynéia Da Costa Lima, impunidad que cruza fronteras
A seis años del asesinato de Raynéia Da Costa Lima, su madre continúa demandando justicia para los responsables de su muerte. Entre lágrimas expresa unas palabras para Daniel Ortega: “Si fuera tu hija la que estuviera en Brasil, ¿Te quedarías de brazos cruzados sabiendo que la perdiste y que el país no se hace responsable por ella?”.
Raynéia Gabrielle Da Costa Lima se enamoró por primera vez de la medicina cuando era niña. Fue como su primer amor. Un día se acercó a su madre, quien era enfermera, con un dibujo de un corazón que encontró en una hoja de papel y le dijo: “mami, cuando crezca quiero ser doctora de corazón”.
Ese es el recuerdo más reciente que tiene María Da Costa sobre su hija.
Raynéia dejó su natal Pernambuco, un estado al noreste de Brasil, para viajar a Nicaragua en el año 2013 y cumplir dos sueños: tener un refugio para perros sin hogar, y estudiar medicina.
Antes de plantearse la posibilidad de salir de su país a estudiar a Nicaragua, Raynéia lo intentó en Brasil, hasta que un golpe de realidad la impactó.
“El campo de la medicina, es muy competitivo, muy disputado en Brasil. Ella intentó dos veces (aplicar a una beca de medicina) y no lo logró. Y yo no podía pagar una universidad privada de medicina para ella. Nunca tendría la capacidad de pagar una universidad para realizar el sueño de mi hija de ser médica”, menciona María.
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La vida de Raynéia y su madre fue “muy privada de condiciones financieras”. Para 2013 el salario mínimo de Brasil se estableció en 678 reales (unos 300 dólares), y los gastos de pagar una carrera en una universidad privada para entonces serían de un poco más de 4,500 dólares.
Sin embargo, una tercera oportunidad le llegaría de la mano de su prometido, André Rocha, hijo de un ingeniero brasileño que trabajaba en Nicaragua y con quien inició una relación un poco antes del año 2013. Ellos investigaron los requerimientos para que Raynéia pudiera estudiar medicina en Nicaragua y de esa manera consiguió una matrícula en la Universidad Americana (UAM).
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En el 2013, Raynéia contrajo matrimonio con su prometido y juntos viajaron a Nicaragua, donde ella por fin pudo iniciar sus estudios.
En Nicaragua, Raynéia trataba de sobrevivir vendiendo dulces brigadeiros, unos dulces tradicionales brasileños a base de leche condensada, cacao y mantequilla.
Estos esfuerzos junto a los de su esposo le bastaron los primeros dos años para poder viajar a Brasil durante las festividades de fin de año.
La última vez que María pudo encontrarse con su hija fue a finales del 2014, cuando Raynéia la visitó para pasar las festividades de fin de año.
“Debido al alto costo de los pasajes, ella me dijo: ‘Mami, solo vengo una vez porque el pasaje para mí y para André es de casi 10,000 reales, (unos 4,500 dólares) para ir y volver, no podemos costearlo y estoy gastando mucho en la universidad’. Le contesté que estaba bien, que podíamos seguir conversando a través de WhatsApp. Así que después de 2014, solo nos veíamos a través de la pantalla de un celular, y luego, en 2018…”, relata María.
Raynéia terminó la relación con su esposo con la que viajó a Nicaragua años después.
Las protestas en Nicaragua
En abril del año 2018 iniciaron una serie de protestas en Nicaragua como consecuencia de unas reformas al seguro social y se extendieron en todo el país debido a la deliberada represión con que el régimen de Daniel Ortega respondió.
Y en tan solo unos días, uno de los países considerados como los más pacíficos de Centroamérica por encuestadoras como la Cid Gallup, se convirtió en un campo de guerra.
Barricadas realizadas por manifestantes antigubernamentales se instalaron en todo el país bloqueando el tránsito de vehículos.
El régimen de Daniel Ortega comenzó a desmontar las barricadas meses después y a desalojar a estudiantes que se habían atrincherado en universidades.
Diez días antes del asesinato de Raynéia Lima, el sector de Lomas de Monserrat fue el escenario de violencia brutal contra de jóvenes manifestantes que se habían atrincherado en diferentes barrios y recintos universitarios, a los cuales sacaron a punta de bala, y donde hubo más de 20 personas asesinadas.
Raynéia le comentó a su madre que la situación era muy tensa, pero que a pesar de ello intentaría mantenerse al margen de todo para poder terminar su último año de carrera.
“A pesar de que ella ya estaba en la residencia, le dije que se viniera, pero ella se negó. Dijo que tenía que ver cómo terminaba todo”, relata María.
Las últimas palabras de su hija
La última vez que María tuvo comunicación con su hija por WhatsApp fue la noche del domingo 22 de julio del 2018. Raynéia estaba de turno en el Hospital Carlos Roberto Huembes, donde hacía sus prácticas de medicina.
María recuerda que su hija estaba tardando más de lo común en contestar, pero es porque eran días agitados en el centro hospitalario.
“Tardó entre 10 a 15 minutos en responder. Entonces, como ella me dijo que estaba de guardia, le dije: ‘hija, cómo estás cansada, ya que estás ocupada, más tarde hablamos más, ¿está bien?’. Terminamos la conversación y no hubo más charlas durante el resto del domingo, no hubo más charlas entre nosotros”, recuerda.
El lunes 23 de julio María tuvo que viajar para realizar otras diligencias y volvió hasta muy tarde a su casa. En la madrugada del 24 de julio, cerca de la 1:30 en Brasil, la madre de Raynéia se despertó para realizar sus oraciones, como lo hacía cada noche.
María José da Costa ha dedicado estos seis años a buscar justicia para su hija asesinada. (cortesía)
“Empecé a rezar, a hacer mis oraciones, y cuando terminé de rezar, sentí como si alguien en mi mente me estuviera diciendo que me arrodillara, que no me levantara, que me arrodillara y rezara de nuevo. Recé todo y luego me acosté. Por la mañana, alrededor de las 8:30, recibí una llamada con la noticia”, recuerda María.
El asesinato
El Estado de Pernambuco lleva tres horas adelante que el horario en Nicaragua, así que, alrededor de las 10:30 de la noche del 23 de julio del 2018, la misma hora en que su madre rezaba, Raynéia conducía su vehículo en Managua, un Chevrolet Spark color plateado con placa M 170-620.
Volvía de una reunión con sus amigos, y se dirigía a su casa de habitación junto a Harnet Nathan Lara Moraga, con quien recientemente había iniciado una relación amorosa, cada uno en su propio vehículo.
Cerca del reparto Lomas de Monserrat, una zona exclusiva cerca del centro de Managua, un disparo penetró el costado derecho de su abdomen, lo que la hizo perder el control del vehículo y detenerse 104 metros adelante de la zona de impacto.
Raynéia bajó del vehículo y se sentó en la acera desangrándose. Instantes después Lara Moraga llegó a la escena e inmediatamente la trasladó al Hospital Militar Escuela Dr. Alejandro Dávila Bolaños, propiedad del Ejército de Nicaragua.
Al llegar, compañeros de clase de Raynéia, que estaban de turno, ingresaron a la joven al quirófano, pero fue demasiado tarde. Ella falleció durante el camino. El disparo le dañó el corazón, el diafragma y parte del hígado, de acuerdo con un dictamen del Instituto de Medicina Legal (IML).
“Yo recibí una llamada el día que la asesinaron de parte de uno de los compañeros de ella que estaba en el Hospital Militar de turno cuando la llevaron ahí herida. Y este compañero de ella me dijo que llegó herida y después que había fallecido”, dijo a medios de comunicación, en ese tiempo, Ernesto Medina, quien era rector de la Universidad Americana (UAM).
Sobre lo sucedido existen dos versiones. Una que fue contada por el Ministerio Público durante el proceso, y otra relatada por Lara Moraga, el novio de la joven brasileña.
La versión de amigos y novio
Esa noche de julio del 2018, Raynéia Gabrielle Da Costa Lima salió de donde unos amigos junto a Harnet Lara, su novio. Se dirigían hacia la casa de ella, cada uno en su propio vehículo, y mantenían cierta distancia.
Al llegar al sector de Lomas de Montserrat, Lara escuchó una ráfaga de disparos, y momentos más tarde vería el vehículo de Raynéia detenido y ella desangrándose en la acera.
Cuando él bajó, lo hizo con las manos en alto para aclarar que no era ninguna amenaza. Vio a tres personas encapuchadas que le permitieron acercarse y cargar a la joven en sus brazos hasta su vehículo, y trasladarla al hospital más cercano.
Harnet Lara Moraga, el novio de la joven asesinada y testigo presencial,quien desapareció misteriosamente después del crimen. (Foto cortesía)
Lara estaba en shock cuando llegó al centro hospitalario, por lo que decidieron sedarlo. Cuando despertó, la Policía lo interrogó y después de ese día el joven simplemente desapareció. Posteriormente se supo que escapó del país por amenazas.
República 18 intentó contactar a Harnet Lara por distintas vías, pero no respondió ninguna de nuestras comunicaciones.
La versión del Ministerio Público
De acuerdo con el Ministerio Público de Nicaragua, Pierson Gutiérrez Solís se encontraba platicando con Henry Navarrete y Javier Francisco Videa Reyes, dos guardas de seguridad, a 300 metros de los semáforos del Colegio Americano, cerca de la pista suburbana, en Managua.
Navarrete y Videa le relataron que el ambiente en esa temporada estaba tenso, por los recientes enfrentamientos entre grupos armados sandinistas y manifestantes que se habían tomado varios recintos universitarios. El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, en consecuencia, había ejecutado la Operación Limpieza, un operativo oficialista que desmontó con violencia las barricadas de manifestantes, y eso desató una férrea represión contra los atrincherados.
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Momentos después, según el testimonio, vieron acercarse el vehículo Chevrolet Spark conducido por Raynéia, que pasó a toda velocidad. Observaron que se detuvo varias veces y luego volvió a arrancar. Pocos minutos después, Raynéia volvía a pasar por la zona, y los tres hombres en la caseta de seguridad notaron el comportamiento sospechoso.
“Debido al comportamiento y movilización errática del vehículo que conducía Rayneia Gabrielle Da Costa Lima Rocha, los guardas de seguridad le manifestaron a Pierson Gutiérrez que durante varias horas habían estado pasando vehículos en actitud sospechosa y además le expresaron sentir que sus vidas estaban en peligro”, refiere la acusación de la Fiscalía.
Al escuchar esto, Pierson Gutiérrez fue a su vehículo a tomar posesión de su arma de fuego, un fusil de alto calibre marca Colt Carabine M4.
El Ministerio Público expresó que el vehículo de Raynéia retornó, y se dirigía a alta velocidad hacia la caseta de seguridad, por lo que Gutiérrez procedió a disparar en contra del vehículo.
Uno de esos disparos fue el que acabó con la vida de la joven brasileña al impactar en el abdomen.
Minutos después, Lara Moraga llegó a la escena y la trasladó al hospital.
Policía cambia versiones del responsable
En primera instancia la Policía emitió un comunicado en el que escuetamente se menciona que un guarda de seguridad disparó contra el vehículo de Raynéia. No aclaró qué tipo de arma usó ni la identidad del supuesto guarda de seguridad y mucho menos los motivos. Tampoco el Instituto de Medicina Legal precisó sobre el tipo de arma que ocasionó las heridas de la joven.
Días después, emitieron un segundo comunicado en el que cambiaban la versión. En esta se mencionaba a Pierson Gutiérrez como el responsable del hecho, y afirmaron que el arma utilizada fue un arma Carabina M4.
Comunicados de la Policía en relación al asesinato de Raynéia Da Costa Lima
Tras conocerse la identidad del asesino trascendió también que este era militante activo del Frente Sandinista y además empleado en la planilla de la empresa Petronic, dirigida por Francisco López, quien a su vez era tesorero del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y quien vivía en el mismo barrio que la joven brasileña.
Así mismo, se conoció que Gutiérrez fue miembro del Ejército de Nicaragua, y aunque la institución castrense no detalló desde cuándo, dijo que desde el 5 de agosto del año 2009 “no ha tenido relación” con ellos.
Pierson Gutiérrez, goza de libertad favorecido por la Ley de Amnistía. (foto tomada de redes)
Un mes más tarde, en agosto, Gutiérrez confesó durante el juicio haber cometido el asesinato de Raynéia, y a pesar de que la Fiscalía dijo que era “causalidad” por los recientes hechos en el país, Gutiérrez fue sentenciado a 16 años de prisión, 15 por el asesinato de la joven brasileña y uno por portación ilegal de armas.
Ley de Amnistía garantizó impunidad
El 8 de junio del 2019, la Asamblea Nacional dirigida por Daniel Ortega y Rosario Murillo aprobó la ley 996, Ley de Amnistía, la cual fue descrita como una ley concedida “a todas las personas que han participado en los sucesos acaecidos en todo el territorio nacional a partir del 18 de abril de 2018”.
Mediante esta Ley, centenares de personas fueron puestas en libertad, entre ellas Pierson Gutiérrez, quien fue liberado el 5 de julio del 2019.
“Supe a través de fuentes confiables que ni siquiera pasó un día en prisión”, expresa María Da Costa, la madre de Raynéia Lima.
Paulo Abrāo, en el año 2018, era secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y pudo constatar in situ la situación en Nicaragua, por lo que considera que el Poder Judicial nicaragüense cooperó junto a otros organismos para proteger al presunto asesino de Raynéia.
“La Policía, la Fiscalía y el Poder Judicial se coludieron para realizar un proceso judicial que brindara una apariencia de legalidad, sin embargo, su actuación estuvo dirigida a favorecer al señor Gutiérrez Solís en el caso de Raynéia”, señaló.
Abrāo también apunta que todo esto se concretó con la aprobación de la Ley de Amnistía, pues así, Gutiérrez podría ser visto públicamente a pesar de que no hay certeza de que hubiese estado en prisión.
“(Todo esto) efectivamente se materializó con la aplicación de una Ley de Amnistía. Nadie tiene certeza de que este señor haya estado privado de libertad en algún momento”, explica.
Gutiérrez luego de ser liberado, fue inscrito como trabajador de la Alcaldía de Managua, según un reportaje del medio digital Nicaragua Investiga, y los medios oficialistas lo citan como un “prestigioso entrenador” de Taekwondo.
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La instrumentalización del Poder Judicial de Nicaragua también fue constatada por el Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua, de las Naciones Unidas (GHREN, por sus siglas en inglés), en su informe más reciente, presentado el 29 de febrero del 2024.
“La Ley de Amnistía garantiza la impunidad de las violaciones y abusos graves contra los derechos humanos, incluidas las ejecuciones extrajudiciales, las detenciones arbitrarias y la tortura y otros malos tratos, relacionados con todos los hechos ocurridos hasta la entrada en vigor de la ley”, expresan los expertos.
El GHREN señaló que debido a estas situaciones en Nicaragua existe un panorama de impunidad total, pues las violaciones a derechos humanos no solamente ascienden a entorpecer los procesos judiciales, sino también a negar la justicia a las víctimas.
“La Ley (de Amnistía) acabó con los escasos intentos de obtener verdad y justicia, dejando a las víctimas y a sus familiares sin ningún recurso efectivo en el país”, apuntan.
Caso de Raynéia lleno de ilegalidades
Desde que sucedió el asesinato de Raynéia Gabrielle Da Costa Lima, el caso estuvo lleno de ilegalidades y arbitrariedades, lo que para muchos expertos en derechos humanos, solamente sirvió para que todo favoreciera a los responsables.
Horas más tarde que la joven brasileña fuese trasladada al Hospital Militar, personas cercanas a ella volvieron a la escena del crimen para hacerse cargo del traslado de sus pertenencias personales, pero todo había desaparecido: el vehículo, sus identificaciones y hasta su celular.
“Hasta hoy nadie sabe de eso. Si el país fuera inocente, si el país tuviera Derechos Humanos, ¿crees que habrían ocultado la verdad? Claro que no”, dice la madre de Raynéia.
Por otro lado, el novio de Raynéia Lima, la única persona que fue testigo de lo ocurrido, abandonó el país junto a toda su familia, según personas cercanas, por amenazas a él y su familia, a quienes advirtieron que algo podría pasarles si decían lo que pasó.
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Asimismo, durante el juicio, el abogado Roberto Funes, en representación de la familia Da Costa Lima en Nicaragua, denunció que en varias ocasiones solicitó acceso al expediente completo de Raynéia, pero estas solicitudes le fueron denegadas.
República 18 intentó contactar a Funes por varias vías para este reportaje sin éxito. Las fuentes consultadas refirieron que perdieron la pista del abogado debido a amenazas por el caso de la joven brasileña. La renuncia de Funes fue tan abrupta que ni siquiera le notificó a la madre de Raynéia.
“Ni siquiera se acercó a mí para decirme que ya no iba a seguir con el caso, no, simplemente desapareció del mapa. Me dejó estancada. Todo el trabajo de investigación que había realizado sobre el caso de mi hija, se lo llevó consigo, lo tiró a la basura. No puedo decir si estaba de acuerdo en esta cuestión de la amnistía, porque le di carta blanca. Envié un documento autorizando que respondiera todo en mi nombre, en el nombre de mi hija. Tenía autorización para resolver, y con todos esos documentos en su poder, simplemente desapareció”, señala.
Relaciones entre Brasil y Nicaragua se tensan
El asesinato de Raynéia provocó mucha tensión entre los gobiernos de Nicaragua y Brasil, presidido en ese entonces por Michel Temer. La joven fue la primera extranjera asesinada en el contexto del conflicto sociopolítico y esto también generó que otros países pusieran atención sobre sus nacionales en Nicaragua.
La Operación Limpieza por sí sola había dejado un enorme rastro de sangre, que se contabilizaba en más de 300 manifestantes asesinados en varios departamentos de Nicaragua, según organismos de derechos humanos, y esto elevaba aún más la tensión en el país.
El impacto del asesinato de la estudiante de medicina fue tanto, que el gobierno brasileño mandó a llamar para consultas a su embajador en ese momento en Nicaragua, Luís Cláudio Villafañe G. Santos.
También el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil citó al entonces, embajadora nicaragüense Lorena Martínez para pedirle explicaciones sobre lo sucedido.
Brasil también presionó a Nicaragua para obtener respuestas sobre lo que sucedió. La tensión en las relaciones diplomáticas escaló a tanto que el gobierno sudamericano incluso contempló demandar a la administración de Daniel Ortega ante la Corte Interamericana de Justicia, pero nada de esto se llevó a cabo.
En 2023, el régimen sandinista rechazó al Estado brasileño acceso al expediente de Raynéia, sin importar que el actual gobierno está presidido por Luiz Inacio Lula da Silva, un político de izquierda que ha sido vinculado muchas veces a Ortega.
La madre de Raynéia optó por enviar una carta al presidente de Brasil, pero no obtuvo respuestas.
“Estoy triste con Brasil, porque hasta hoy tampoco se ha manifestado sobre este caso de mi hija. Pedí ayuda, envié una carta al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, no sé si llegó a sus manos, pero hasta ahora no he recibido ninguna respuesta”, expresa.
“Estado favoreció al asesino”
El abogado nicaragüense especialista en derechos humanos, Uriel Pineda, considera que en Nicaragua los paramilitares operan bajo el amparo del régimen de Daniel Ortega.
Por lo tanto, estas personas, amparadas por los altos mandos de las fuerzas de seguridad, operan con total impunidad en el país, lo que favoreció a Pierson Gutiérrez.
“Lo que ocurrió en Nicaragua es que hubo esencialmente un asesinato, pero ese asesinato se presentó en amparo a la actuación arbitraria de las fuerzas de seguridad y a la actuación, arbitraria o tolerada, de grupos parapoliciales o paramilitares y, en consecuencia, eso devela la existencia de una política de Estado para perseguir con licencia de eliminación física, a cualquier persona”, señala Pineda.
El asesinato de Raynéia, y otros ocurridos en el contexto de las protestas sociales en 2018, son catalogados por Pineda como crímenes de lesa humanidad porque, luego de todo lo ocurrido y la forma en cómo se ejecutó la justicia, garantiza al Estado perseguir a todo aquel que consideren amenaza para ellos.
“No sólo se trata de la denegación del acceso a la justicia que tenía la familia, sino que también fue consecuencia de la implementación de una política de Estado orientada a suprimir o a reprimir cualquier movilización y anular cualquier posible amenaza que fuese identificada. Entonces no sólo estamos en presencia de un homicidio, sino de la secuencia de la implementación de una política gubernamental, y por tanto se convierte en un crimen de lesa humanidad”, afirma.
La estructura represiva del régimen de Daniel Ortega
El informe del GHREN expuso también que en Nicaragua la impunidad se mantiene debido a una estructura generalizada que permite a los represores operar bajo total impunidad y con total conocimiento de que se están violentando derechos humanos fundamentales.
“La sistematicidad y duración de los patrones de violaciones identificados por el Grupo indican, además de su intencionalidad, que éstas se llevaron a cabo de forma voluntaria y a sabiendas de la afectación masiva de los derechos humanos de la población en general y de su impacto en el Estado a largo plazo”, señala el informe.
En la estructura represiva presentada por el GHREN, se figuró cómo Daniel Ortega está vinculado a grupos armados o paramilitares que operan bajo enlaces políticos administrados por la Policía de Nicaragua.
“Más allá de incriminar a una u otra persona es una evidencia de que en Nicaragua esta política represiva tiene varios actores entre sí. Ya no solo hablamos de una Policía Nacional que reprime, un grupo parapolicial o paramilitar, sino, que hay otros actores se suman a esta política represiva, como puede ser el Ministerio Público, el propio Poder Judicial y hasta las mismas autoridades penitenciarias”, añade el abogado Pineda.
ESTRUCTURA REPRESIVA DEL GHREN PUBLICADA EN PRIMERA VERSIÓN DEL INFORME
De acuerdo con el GHREN, en Nicaragua reina la impunidad total, pues toda esta estructura represiva abre paso a que Nicaragua niegue abiertamente el acceso a la justicia a Brasil en el caso de Raynéia.
Abrāo: Brasil no ha hecho suficiente
La negativa del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en brindar respuestas a todo lo ocurrido con Raynéia ha llevado a muchas personas a cuestionar la iniciativa de Brasil en la obtención de justicia, y a pesar de haber recibido una respuesta negativa de Nicaragua, no continuó presionando.
De hecho, la solicitud que Brasil realizó en 2023 a Nicaragua para acceder al expediente de Raynéia fue por solicitud de María Da Costa.
Incluso, Paulo Abrāo conoció que el caso se había archivado por parte de la Procuraduría brasileña.
“El Estado brasileño no ha hecho lo suficiente en materia de justicia. En una primera instancia la Procuraduría de la República archivó el caso con el argumento legal de que lo que la madre de la víctima manifestaba era que el caso no tenía solución en Nicaragua”, expresa.
Sin embargo, para el exsecretario ejecutivo de la CIDH, la justicia brasileña no debió archivar el caso en primera instancia debido a que no exploró todos los recursos disponibles como la solicitud de asistencia internacional a Nicaragua, entrevista a la madre, recepción de documentos y dictámenes médicos legales.
“Entonces hoy por hoy es un caso que sigue un trámite dentro de la justicia brasileña, (…) y también están buscando elementos de prueba que provienen de materiales registros y documentaciones producidas por las organizaciones de derechos humanos”, expresa Abrāo.
Maria Da Costa afiliada a AMA
Desde que ocurrió el asesinato de Raynéia, María Da Costa ha aprovechado cualquier espacio para demandar justicia por el asesinato de su hija. Así fue como se afilió a la Asociación Madres de Abril (AMA), organización creada por familiares y madres de víctimas de la represión de Daniel Ortega y Rosario Murillo durante el 2018.
Desde AMA, casos como el de Raynéia Lima son escalados a los organismos de derechos humanos internacionales, para garantizar que estos sean visibles, demandar justicia y exponer la impunidad a la que el régimen sandinista expone a la población nicaragüense y extranjera en Nicaragua.
Raynéia Da Costa Lima fue asesinada el 23 de julio de 2018.
Sin embargo, al igual que casi toda la oposición nicaragüense u organismos de derechos humanos, las personas integrantes de AMA tuvieron que salir al exilio para poder seguir demandando justicia por sus familiares.
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Para Uriel Pineda, la actitud de las personas integrantes de AMA es importante. La justicia en Nicaragua es aparentemente un proceso largo y difícil, pero que en algún momento sucederá, y todas estas denuncias, demandas y reclamos serán una base fundamental para los casos contra el régimen de Daniel Ortega.
“Eventualmente estos ejercicios de documentación van a ser el primer borrador de la historia nacional en cuanto la rendición de cuenta de los perpetradores de estas graves violaciones a los derechos humanos y de estos crímenes de esa manera”, expresa Pineda.
Actualidad sobre madre de Raynéia y qué le diría a Ortega
La madre de Raynéia sigue habitando en la misma casa que vivió con su hija. A su manera, continúa llevando a cabo las voluntades de la joven.
En su hogar vive sola con nueve mascotas que ha adoptado para brindar refugio. Y esto lo hace para cumplir al menos uno de los sueños de su hija.
María Da Costa está jubilada de la enfermería y se sostiene con una pensión mensual mínima de 1412 reales brasileños, unos 270 dólares estadounidenses.
A diario recuerda a su hija, y anhela el día en que por fin pueda haber justicia y que todos los responsables sean juzgados, ya que, además de señalar a Pierson Gutiérrez, María Da Costa considera que el Estado de Nicaragua es igual de responsable al permitir tanta impunidad.
Fotocita: “En Nicaragua, solo existe ley para quienes están del lado del presidente. Y el resto va a la horca, como se dice popularmente, van a la muerte. (…) La cuestión de la amnistía, eso es una vergüenza”. María Da Costa
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María Da Costa tiene mucho resentimiento, y con la voz entrecortada expresa su reclamo hacia Daniel Ortega.
“Si pudiera estar frente a frente a él, le diría: ¿Por qué estás escondiendo la verdad? ¿Por qué no aceptas que fue una persona? ¿Por qué alguien que forma parte de tu gobierno le quitó la vida a mi hija? ¿Por qué no lo aceptas? Tú eras el responsable, el país es responsable de la muerte de mi hija y no intentas reparar ese error. ¿Por qué escondiste los hechos, las pruebas? Si fuera tu hija la que estuviera en Brasil, ¿Te quedarías de brazos cruzados sabiendo que perdiste a hija y que el país no se hace responsable por ella?”.