Tras los recientes discursos de “odio” de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la ciudadanía opositora en Nicaragua, los activistas y defensores de derechos humanos han asegurado que es una muestra de temor y desesperación por aplacar las actividades de los “azul y blanco”, que han tenido efecto en la comunidad internacional.

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Para Támara Dávila miembro de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) la pareja presidencial ha mostrado su desprecio, además, su debilidad para gobernar y dar soluciones a las problemáticas de los nicaragüenses.

“El discurso de Ortega y Murillo muestran precisamente la debilidad en la que se encuentran, no han podido detener el desprecio del pueblo nicaragüenses, no han podido contener por muy mínimas que sean las manifestaciones publicas y el repudio de sus actos criminales”, manifestó Dávila.

Dávila resaltó que, en vez de resolver la situación de salud, la crisis económica o humanitaria solo se han enfocado en intimidar y tratar de callar a la oposición porque están aislados y “débiles” para buscar salidas.

Por su parte, Lesther Alemán integrante del Movimiento 19 de Abril destacó que el escenario de Nicaragua es totalmente preocupante porque la persecución, el encarcelamiento, los secuestros y la violencia conta la ciudadanía no se ha detenido.

Recalcó que los discursos de la pareja presidencial se han anidado en el corazón de algunas personas, lo que ha provocado más violencia a nivel nacional. Para Alemán los medios de comunicación estatales también han sido cómplices por transmitir este mensaje que ha puesto en peligro la vida de muchos nicaragüenses.

Espacios se le cierran a Ortega

La directora de Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) Vilma Núñez explicó que cada discurso de la pareja presidencial está fuera del lugar y que solo lanzan una “retahíla de insultos imposibles de repetir”, lo que describe como miedo porque los espacios a nivel internacional se les están cerrando.

Indicó que tienen temor porque la justicia internacional está cerca de procesarlos por los crímenes de lesa humanidad que han cometido contra los nicaragüenses.

Además, confirmó que tanto Ortega como Murillo les teman a las movilizaciones ciudadanas y están desesperados porque no han podido controlar los plantones, piquetes y la distribución de afiches en varias zonas del país.

Núñez hizo un llamado a permanecer unidos y seguir demandando el respeto a los derechos humanos.

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