Exiliada, emprendedora y sobreviviente de cáncer: la historia de resiliencia de Fernanda Martínez
Fernanda Martínez, considera que las redes de apoyo, el estudio y la convicción personal son importantes para salir adelante en el exilio.

Esta joven considera que tener su propio negocio le ha facilitado continuar en el activismo y dedicando tiempo a su formación profesional.
Hablar con la nicaragüense Fernanda Martínez Morales, es llenarse de optimismo y energía pues atiende la entrevista con inmensa seguridad y una contagiosa sonrisa. Esta joven originaria de Managua se encuentra exiliada en Costa Rica y es emprendedora, activista y sobreviviente de cáncer.
“Soy de Managua, desde hace 10 años atrás, comencé a ser activista y conocí el mundo de la sociedad civil. A partir de mi activismo y todas las acciones de incidencia que realicé en 2018 (…), me salí de mi casa porque llegaron paramilitares a buscarme y ya comenzó una mayor persecución y hostigamiento”, comparte.
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Al llegar a Costa Rica, en septiembre de 2018, Martínez inició la búsqueda de trabajo. “En el 2019 yo comencé a tener un trabajo estable pero me pagaban un salario básico, no tenía tiempo para continuar con mi activismo”, refiere Martínez.
Detalla que en el 2020, junto a un grupo de amigas fundó la Red de Mujeres Pinoleras, a partir de varias acciones previas como trueques y espacios de autoescucha. Martínez explica que comenzaron a hacer la Feria Pinolera en el 2020, pero se establecieron formalmente a partir de 2021.
Según Martínez, parte de la estrategia de la red es promover la autosostenibilidad y el autoempleo de las mujeres, ya que muchas veces es complejo acceder a un empleo con prestaciones sociales.
La abogada Fernanda Martínez tiene más de 16 años de experiencia como activista. Imagen de Cortesía.
¿Cómo nace Nani Care?
Martínez cuenta que al llegar a Costa Rica en busca de refugio estuvo en una casa de acogida donde aprendió a elaborar jabones, posteriormente se pagó diversos cursos para aprender Cosmética natural.
Con los conocimientos y la mejor disposición, Martínez, creó Nani Care, una marca que inicialmente solo fabricaba jabones pero que se ha diversificado a otros productos como bálsamos, aceites naturales, entre otros.
“En la actualidad ya tengo una cartera de clientes establecida, tengo una marca registrada, estoy ahorita trabajando en la página web para lanzarla y que la gente pueda comprar”, refiere.
Martínez analiza que lo más complejo al inicio de su emprendimiento fue la falta de capital para invertir y luego el tema de los registros sanitarios.
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“Yo tengo que registrar cada producto a nivel sanitario. Entonces ese es el paso que todavía estoy dando porque tengo que cumplir con algunos requisitos, como por ejemplo, tener un laboratorio que tenga certificación y un regente sanitario que certifique los productos”, expone.
Martínez advierte que cada uno de los procesos los ha llevado a cabo investigando. “Identifiqué todos los permisos que se necesitan para lograr posicionar el producto en supermercados y es lo que he venido haciendo: registrar la marca, el negocio en Hacienda pues pago impuestos (…) he ido comprando herramientas y equipos para poder montar un espacio de producción”, comparte.
Insiste que ha sido importante también el acompañamiento de organizaciones y la formación académica.“Acabo de hacer un diplomado en Gestión de Proyectos y Recaudación de Fondos”, cuenta orgullosa. Señala que ser trabajadora independiente le da el tiempo para poder continuar con el activismo.
Con el paso de los años, el emprendimiento Nani Care ha diversificado su cartera de productos. Imagen de Cortesía.
Batalla ganada contra el cáncer cérvico-uterino
Al preguntarle cuál ha sido la situación más complicada a la que se ha enfrentado en el exilio, Martínez suspira y confía que sin dudas fue sobrevivir al cáncer cérvico-uterino. Agrega que es algo que no había contado abiertamente a ningún medio de comunicación.
“Soy sobreviviente de cáncer, desde enero me dijeron que estaba limpia, pero pasé desde finales del 2022 en tratamiento y haciéndome chequeos hasta diciembre del 2023”, confiesa.
Martínez cuenta que se realizó quimioterapia, radioterapia, braquiterapia y todos los procedimientos recomendados para lograr combatir el cáncer.
“Ya en enero me dijeron que estoy limpia, pero sí fue un proceso súper complejo. Siento que lo afronté con mucha valentía, con mucha fuerza porque lo primero que me dijo la médica cuando me dijo que tenía cáncer es que lo más difícil es la actitud y que la mayoría de gente que moría por cáncer moría también porque en el fondo la tristeza lo mataba”, recuerda.
Esta abogada de profesión revela que al inicio fue súper fuerte porque se encontraba en un país diferente y sin familia.
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“Entonces fue como y ahora qué, quién me cuida, quién me mira. Estuve acompañada de amistades que me brindaron la mano, tuve una red de apoyo bastante fuerte y creo que tuve la actitud positiva para salir adelante, me metí de lleno en cosas de la Red, entonces creo que estar en la red y estar acompañada me dio fuerza”, comparte.
Martínez cuenta que la gente que sabía de la enfermedad a veces la miraba y le decía “pero que bien te veo”, agrega que ella pensaba “si supieran cómo estoy”.
Refiere que luego de los tratamientos, el cabello se le puso muy maltratado y muchas personas que no sabían le decían: “mirá, ponete este o aquel tratamiento” y luego de varios comentarios le tocaba contar su situación de salud.
Martínez cuenta que su emprendimiento está dedicado a una de sus tías maternas que murió de cáncer cérvico-uterino. “Irónicamente años después a mí también me dio”, reflexiona.
Fernanda Martínez durante la última edición de la Feria Pinolera, demandando información sobre la periodista Fabiola Tercero. Imagen de Cortesía.
Salir de la zona de confort y activar la creatividad
Esta joven luchadora comparte que desde su experiencia, para salir adelante en el exilio lo primero es guardar la calma y activar la creatividad. “Hay que activar la creatividad y tener fe en una misma. Ser flexible, hay analogías que dicen que los árboles flexibles son los que sobreviven a las tormentas. También hay que tener en cuenta que no es para siempre y que hay cosas que sabemos que tenemos que vivirlas por un tema de sobrevivencia, pero enfocarse y ponerse metas”, destaca.
Por otro lado, Martínez considera que es oportuno tomarse un tiempo para reconocerse, para saber qué habilidades tienes y a partir de ahí hacer un plan de vida o por lo menos metas cortas.
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“Yo siempre digo que plata hay en la calle, el punto es, cómo atraemos la plata nosotros, cómo la buscamos. Por ejemplo, en el tema de las organizaciones yo he dicho que el contexto ha cambiado y las organizaciones no viven de proyectos pues ya no hay una cantidad de donantes interesados como antes en Nicaragua, incluso en estos temas políticos entonces lo que hay que hacer es buscar cómo diversificar las entradas de dinero”, enfatiza.
Agrega que si uno inyecta ideas para hacer planes de recaudación de fondos para organizaciones hay que ser creativo para sobrevivir personalmente.
Martínez, que se declara amante de la fritanga y enamorada del color azul, señala que próximamente iniciará una maestría online en Relaciones Internacionales y que se mantiene persistente, optimista y fuerte ante cualquier situación que se le presente.