La historia de Alfredo Gutiérrez, el exconcejal que se exilió en EEUU por criticar al régimen

El exconcejal que desafiaba a la alcaldía de Managua ahora trabaja en el área de la construcción en los Estados Unidos

  • 4:44 pm
  • Ago 14, 2023
República 18

Alfredo Carlos Gutiérrez Izquierdo, managüense de 58 años, se define como liberal y anti-sandinista, este último adjetivo por varias razones. Antes de haber sido concejal, antes de su paso por la Asamblea Nacional y el Partido Liberal Independiente. Gutiérrez recuerda cómo el sandinismo lo forzó a salir de Nicaragua para salvar su vida.

“Desde 1980 mantuve una posición crítica contra lo que se empezó a imponer desde la revolución sandinista”, dijo Gutiérrez a República 18. “Participé en la fundación de una pequeña organización estudiantil en el colegio, se llamaba Juventud Democrática Independiente e hicimos un pequeño esfuerzo de protesta contra el sandinismo, pero en el ’83 tuve que partir al exilio junto con mis colegas de la organización” para no ser reclutados por la fuerza al servicio militar obligatorio.

A sus 58 años, Alfredo Gutiérrez mantiene su postura anti-sandinista más firme que nunca. Foto: Cortesía

En el extranjero, Gutiérrez se dedicó a seguir con sus labores académicas y luego dedicarse a su carrera, el turismo, pero volvió a Nicaragua inmediatamente después de la victoria electoral de Violeta Barrios de Chamorro en 1990. “Atendí a la toma de posesión de doña Violeta, pero no me interesó participar en la política” en ese momento.

Lea además: «Nos han truncado la vida»: jóvenes desterrados buscan continuar su educación en el extranjero

“Me dediqué a trabajar en la industria turística, estuve en Copa Airlines y monté una agencia de viajes, Viajes Globo, iniciando mi camino como empresario privado” relató Gutiérrez, quien también organizó y fundó Gutiérrez Tours.

“Me dediqué única y exclusivamente al sector privado” durante los gobiernos liberales. Fue a finales de los noventa, alrededor del ’98, se introdujo a la gremialidad turística con el puesto de secretario de la Asociación Nicaragüense de Agencias de Viaje y Turismo (ANAVIT), de la cual llegó a ser presidente. “Cabe destacar que la personería de la organización fue cancelada por el régimen sandinista en noviembre de 2022” señaló.

“Fui organizador de la Asociación Nicaragüense de Turismo Receptivo (ANTUR), también anulada por la dictadura sandinista, y me eligieron presidente, y estuve desempeñando el cargo por cuatro o cinco años” y siendo tesorero de la Cámara de Turismo de Nicaragua (CANATUR) fue escogido como representante de esa entidad en la junta directiva del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) por cuatro años.

Gutiérrez representaba al sector turístico en la mayor gremial empresarial del país, el COSEP. Foto: Cortesía

Un inicio tormentoso

De ahí inició su camino a la política un año después de que el Frente Sandinista, encabezado por Daniel Ortega, volviera al poder.

“En 2008, cuando corre como candidato a alcalde de Managua Eduardo Montealegre, a mi me invitaron a apoyarlo en el tema del control electoral. Me involucré como jefe de fiscales en el antiguo Estadio Nacional de Managua, en el centro de cómputo”, el 9 de noviembre de ese año.

Me tocó vivir y detectar el fraude electoral de las elecciones municipales de Managua, me tocó denunciarlo públicamente” contó Gutiérrez, quien informó a Montealegre, a sus entonces aliados del Partido Liberal Constitucionalista, y a observadores internacionales. “Ahí sufrí mi primer acto de violencia política contra mi integridad física” reveló.

“Los miembros de la brigada de los Dantos, afines al Frente Sandinista y jefeados por Fidel Moreno —y creo que sigue siendo el jefe—, cuando comencé a protestar y a exigir que se detuviera el proceso fraudulento, me agarraron y me arrastraron por el piso, me patearon, me sacaron del área de aritmética y prácticamente me iban a llevar fuera del estadio y llevar quién sabe adónde si no fuera por la intervención de la comisionada Glenda Zavala” expuso Gutiérrez.

Tras ese atentado, Gutiérrez y los demás fiscales permanecieron encerrados en el estadio por varios días, “hubo manifestaciones y disturbios, pero cuando esa fase acabó, quedé con el compromiso de continuar participando junto a Eduardo Montealegre y me integré de manera formal al Partido Liberal Independiente (PLI)”.

Gutiérrez en conferencia en la Universidad Tomás Moro de Managua. Foto: Cortesía

En las elecciones presidenciales de 2011, cuando fue Fabio Gadea candidato a presidente por el PLI, Gutiérrez también fue invitado a postularse como diputado suplente y sirvió en esa capacidad al diputado liberal Boanerges Matus Lazo.

Al año siguiente, para las elecciones municipales, a Gutiérrez le propuso Montealegre postularse para la alcaldía de Managua. “Fue prácticamente como dos meses y medio antes de las elecciones y acepté tras dos semanas en las que estuve valorándolo con mi familia” contó Gutiérrez.

“Decidimos aceptar y asumimos el reto de aceptar una candidatura tan importante por primera vez en mi vida” añadió.

Candidato y concejal

En esa elección “tuvimos diversos problemas con la acreditación de los fiscales, el Consejo Supremo Electoral (CSE) nos atrasó y el jefe de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), Dante Caputo, tuvo que ejercer presión para que nos entregaran las credenciales prácticamente 24 horas antes de la elección”.

Visitando en campaña los barrios populares de la capital. Foto: Cortesía

“Al día siguiente, cuando comenzó el proceso, no nos dejaban entrar, nos expulsaban, no nos dejaban abrir las valijas electorales; no querían que estuvieran presentes los fiscales al momento del cómputo; fue un fraude que se perpetró directamente en las juntas receptoras de votos y no en el consejo electoral municipal como en la elección de 2008″ denunció Gutiérrez.

“Por lo menos la mitad de nuestros fiscales fueron inhibidos después de ejercer su trabajo” agregó.

Gutiérrez hablando con una pobladora de Managua como parte de su campaña. Foto: Cortesía

Por ley, el candidato que obtuvo el segundo puesto en la elección a una alcaldía obtiene un puesto en el consejo municipal. Así se convirtió en concejal, un puesto que ejerció entre 2013 hasta 2017, y luego en otro mandato en 2018.

Durante su tiempo como concejal fue crítico de las decisiones de la alcaldía sandinista dominada por la figura de Fidel Moreno, secretario político con mayor alcance que los mismos alcaldes. “Daba seguimiento a proyectos que no se desarrollaban o que se desarrollaban con mala gestión, como el caso la semaforización inteligente que de inteligente no tuvo nada y que sólo sirvió para enriquecer a unos cuantos” explicó.

Gutiérrez junto a su equipo de campaña. Foto: Cortesía

“El principal beneficiario de la corrupción en la alcaldía de Managua es el señor Fidel Moreno

señaló Alfredo Gutiérrez a República 18.

“Tuve momentos difíciles. Me amenazaron en diversas ocasiones de llevarme a los tribunales, pero es lo que tocó. Decidimos seguir de frente y continuar denunciando todo lo que había que denunciar” destacó.

Diputado por seis meses

El 29 de julio de 2016, el CSE ordenó la destitución de 16 diputados propietarios y 12 diputados suplentes del Partido Liberal Independiente en la Asamblea Nacional.

“Le quitaron la representación del PLI a Eduardo Montealegre y se la dieron a Pedro Reyes. Se dio una situación complicada y mi relación con el círculo de mando ya estaba deteriorada; al final a mí me invitaron a involucrarme en la nueva bancada de los diputados suplentes que asumían como propietarios y me invitaron a tomar una diputación” relató.

Gutiérrez aceptó la diputación bajo la condición de que “no iba a cambiar mi posición en contra del régimen sandinista; siempre iba a denunciar y si me pedían que ‘le bajara el gas’, yo iba a renunciar inmediatamente“. Mantuvo ese puesto durante seis meses.

Gutiérrez en una rueda de prensa. Foto: Cortesía

“Diversas iniciativas de ley introduje en ese periodo, entre las cuales está una iniciativa que tenía que ver con la suspensión del proceso electoral” de ese año para llevar a cabo un proceso que denominó “concertación nacional, respaldado por casi toda la bancada, para que las diversas organizaciones políticas, con o sin personería jurídica, como la Iglesia católica y el sector privado, para consensuar el modelo económico y político para el futuro de Nicaragua y evitar que la crisis que ya se veía no rebalsara” detalló Gutiérrez.

Su iniciativa fue ignorada. “Hicieron caso omiso, no había voluntad política y no logró prosperar, por lo que continuaron las formas arbitrarias de gobernar de parte del sandinismo, de Daniel Ortega, su esposa y su familia, lo que contribuyó a que ocurriera lo que pasó en abril de 2018” lamentó.

La crisis y el exilio

“Cuando iniciaron las protestas por el seguro social en abril de 2018, me tocó respaldar al pueblo en sus esfuerzos desde diversos ángulos”, entre los que menciona haber brindado apoyo a los universitarios atrincherados en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua en Managua, a los movimientos de protesta en Masaya y a “la lucha que se tenía en las calles de Managua con el tema de los chayopalos”.

Su postura crítica lo llevó a adherirse a las protestas contra el régimen de Daniel Ortega en 2018. Foto: Cortesía

“Pero entonces vino la represión desenfrenada, llegamos al 30 de julio, día de la marcha de las flores en conmemoración por los niños asesinados por la dictadura. En esa marcha me dispararon” dijo Gutiérrez.

El disparó no impactó, pero le rozó la cabeza, impactando en el hasta de la bandera de Nicaragua que sostenía en su mano izquierda. “Esa situación me obligó a hacer unas declaraciones públicas en las redes sociales. Esa noche yo pasé escondido y, al día siguiente, empezaron a aparecer unos motorizados afuera de mi casa que me seguían siempre que salía” rememoró.

Como muchos miles, Gutiérrez marchó en varias ocasiones durante las movilizaciones de 2018. Foto: Cortesía

Cuando recibió una llamada en la que le informaron que estaba “en la lista”, Gutiérrez entendió que debía salir de Nicaragua una vez más para salvar su vida. El 30 de julio llegó su “renuncia irrevocable y definitiva al cargo de Concejal Propietario”, el cual ocupaba desde enero de 2018; tres días antes, el 27 de julio, Gutiérrez había dejado Nicaragua en calidad de exiliado por segunda vez en su vida.

“Yo no me siento con algún tipo de ambiente para poder irme a sentar a un Concejo Municipal donde los que están ahí sentados representan un régimen genocida. Un régimen que no solamente ha asesinado a más de 400 nicaragüenses, sino que también sigue persiguiendo a miles de nicaragüenses”, declaró entonces Gutiérrez al medio opositor 100%Noticias.

“Todo trabajo es honroso”

Ahora Gutiérrez reside en el Estado de Florida, Estados Unidos. “No estoy vinculado al activismo, pero lo que se aprenda nunca se olvida” dijo, “tengo amigos que todavía sobreviven en Nicaragua y me comentan, me pasan información sobre lo que acontece en el ámbito turístico, pero ya no me dedico a ese ramo”.

Gutiérrez tras una jornada de trabajo. Foto: Cortesía

Al principio trabajó como albañil, “tuve que andar en construcciones recogiendo materiales, sobre todo en la zona de Miami Beach. Ni modo, así es la vida, y cualquier trabajo es honroso” expresó.

Luego comenzó a trabajar en una compañía contratista trabajando en techos, pero también en el espacio administrativo y de ventas. “En esa fase ya era un poquito menos mi papel como obrero, pero me tocaba ir haciendo proyectos y de repente ayudar a los trabajadores” explicó Gutiérrez.

Lavar techos es una de las labores que el exconcejal realiza en su trabajo. Foto: Cortesía

Así fue capaz de abrir su propio negocio en el área de construcción, “a veces contrato personas que me ayudan, pero en otras ocasiones me toca trabajar y subirme a los techos, a limpiarlos, o pintar edificios, casas; lo que toque, buscando cómo salir adelante” comentó.

Siempre estamos en la lucha para librar a Nicaragua de la peste del sandinismo, para que mejoren las cosas pero, mientras tanto, toca hacer todo esto” concluyó el exconcejal.