Trump priorizará exigir rendición de cuentas a “la dinastía autoritaria Ortega-Murillo” en Nicaragua
El Departamento de Estado, encabezado por Marco Rubio, incluyó a Nicaragua entre sus prioridades en un informe destacando lo que la administración Trump considera logros en sus primeros 100 días.

El entonces candidato presidencial republicano y expresidente estadounidense Donald Trump y el senador Marco Rubio (R-FL) reaccionan durante un evento de campaña en el Dorton Arena, en Raleigh, Carolina del Norte, EE. UU., el 4 de noviembre de 2024, un día antes de las elecciones que devolvieron a Trump la presidencia.
El Departamento de Estado de los Estados Unidos comunicó que “exigir responsabilidades a la dinastía autoritaria nicaragüense Ortega-Murillo” se encuentra entre las principales prioridades tras cumplir el presidente Donald Trump 100 días en su segundo mandato el lunes, 28 de abril.
Así fue comunicado por la Oficina del Portavoz del Departamento a través de un mensaje fechado el 29 de abril. La hoja lista lo que la administración Trump considera sus principales logros desde asumido el segundo mandato del presidente republicano, que ya había gobernado entre 2016 y 2020, el pasado 20 de enero.
“En sus primeros 100 días, el secretario de Estado Marco Rubio ha implementado una agenda de política exterior decidida y enfocada en el principio de ‘America First’ (‘Estados Unidos Primero’), en colaboración con agencias clave”, destaca el documento. Entre esos logros, bajo la sección de la lucha contra los “adversarios” de Estados Unidos, figura uno relativo a Nicaragua: la imposición de sanciones.
El Departamento de Estado presumió haber impuesto “restricciones de visado a más de 250 funcionarios del régimen nicaragüense para exigirles responsabilidades por privar al pueblo nicaragüense de sus libertades fundamentales y obligar a muchos a exiliarse”, una medida implementada en el aniversario mismo del estallido social de 2018, el 18 de abril
Crucialmente, el portavoz se refirió al régimen sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo, que gobierna Nicaragua desde hace 18 años, como una “dinastía autoritaria”, secundando otras declaraciones del secretario Rubio en pasados meses.
Otros logros presumidos por la administración incluyeron el acercamiento a El Salvador, que ha colaborado con la campaña de deportaciones masivas iniciada por Trump al asumir su mandato.
En ese marco de cooperación, el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, ha admitido a prisioneros deportados de Estados Unidos, de diversas nacionalidades, incluyendo a al menos un nicaragüense recluido “por error”, a la mega-prisión del Centro para la Contención del Terrorismo (CECOT), a pesar de serios cuestionamientos de parte de opositores, tribunales y expertos legales estadounidenses.
Asimismo, El Salvador recibirá “cooperación nuclear civil estratégica con El Salvador para apoyar la energía nuclear segura en nuestra región.